Mamonas
Pos no que no quería volverme a dejá hablá el majarón este. Desde que os conté la historia de la tistoke en la Plaza de España me tiene censurao, como si se avergonsara de mí, su primico, su sangre, su tó. Que ya se lo tengo dicho que está hecho un suavón. Pescaíto en blanco, yogú natural, helaíto de fresa. Que mira que lo tenemos hablao: a lo sensillito, que la gente busca prinsiparmente enterarse y que una columna digo yo que se llama columna por argo, ¿no?, si no le habrían puesto cono. Y ahí si entiendo que tú te ponga a hacé zigzá. Ira, tan fasi como que la línea más corta entre dos puntos es una raya y no un cuadrado. Jí, má o meno era así. Pero vamo, que ustedes me entendeí a lo que me vengo a referí, ¿no? Po yasta, de eso se trata, de entenderse y de hacé por entenderse. No hay má.
No vea que pechá de gente con la masna, ¿eh? Y má, y má creían que iban a vení. 500.000 personas según sifras ofisiale. Jí, coloca tú ahí medio millón de persona, a vé si te parece poco. Eso é, como suele desirse, casi casi como treinta Camp Nou. Illo, treinta Camp Nou, tú piensa lo que es eso en. Cucha, hablando de furgol, cómo eh lo der YaminYamá, ¿eh? Disisiete año tiene el chavá, un chiquillo todavía. Ahora, te digo yo que el padre le busca la ruina. Un cabraloca, que te lo digo yo.
El otro día vi una foto del YaminYamá vestido de repartidor der Glovo, y otra en patera, con un machete. Que jí, pero hecha con inteligensiartifisiá. Se ha venío arriba la gente con eso del Elion Mas que lo ha puesto de free en el X. Está malito de los nervios ese tío, como tó los genios, vaya. Parece que tú no puedes ser un crá si no estás en tus cabales. Aro, este es del Tesla, que lanzó un misí al espacio, y ahora, pa rematar, carne y uña con el Tramp. Como lo estás escuchando, lo que viene a ser su mano derecha. Ira, cabesa, han hecho una foto del Alonso con Franco, del Anuel con Hitler, del Sánche y Broncano. Mortá, mortá. ¿Yo? Jí, entré másquená por vé cómo era, pura curiosidá. Aro, he puesto al Ronaldinho vestido der Betis, a Palmerín con la cara del Lopera y al Topuria pegándose con MuhaméAlí. Está basta, ¿qué no? La tengo de fondo de pantalla.
Pa serte sinsero no me convense a mí esto mucho, canijo. Yoquéjé, me da su mijita de miedo lo de las máquinas. Es una paranoia totá si te paras a pensarlo. Estamos a un paso de viví en una distopía. Distopía, no utopía, no, que eso es la discoteca. Ná que vé hermano, ná que vé. ¿Una distopía, que qué é una distopía? Pos mú fasil, sosio, es como una utopía, pero en mal. Una pesadilla del futuro, en la que tó se va de las mano y se lía la mundiá, y nadie sabe que hasé. Ahora mismo, quillo, estamo en el descansillo de lo desconosío. Y si hay algo que me ralla a mí es la incertidumbre. El no saber qué plan llevan. Porque hay un plan, hermano, que tú lo sepa, pero no vamos a saber cuál es. Porque solo hay unas pocas mamonas que llevan el manillá de la burra. Nosotro, en este caso, somo el paquete. Y si en arguna curva nos vamos ar carajo, pues nos vamos ar carajo y yastá. Pum. Uno meno. Una pena. A seguir jugando.
Mamona, qué gran palabra si te fija. Una mamona es un mamón pero má malo todavía. Porque una mamona no va de frente. Una mamona te sonríe, una mamona hace como que chanela, dándosela de wena gente. Las mamona intentan que no los veas de vení, las mamonas son camaleones del hijoputismo. Se mimetizan, se enconden, esperan a que te relajes. Y zás. Te dan por culo. Porque el arte de las mamona es convercerte de que les importas cuando en verdá les das exactamente iguá. Eso son las mamonas. Y estamos rodeados de mamonas. De caretas, de falsos, de sapos. Yo menos má que las detecto pronto. Me he encontrado a muchas mamonas en el camino. Más de las que me gustaría. Ira, por ejemplo, no me preguntes por qué lo sé, pero una mamona nunca se deja abrasá de verdá, pone caras rara, una mamona siempre va vestío iguá o mu parecido, una mamona jamá va a fumarse un sigarro a pachas con nadie que no sea otra mamona. Porque las mamona son mú desconfiadas. Y se reconocen entre ellas.
El problema es que la mamonas se aprovechan de nosotros. ¿Y sabe lo que somos nojotros? Jí, correcto, somos la sosiedá, pero un poco meno abstrasto, me refiero. Ira, esto se lo he contao a mú poquita gente, pero ahora que estamos a gustito te lo vía desí. He establecío una división entre los que somos el pueblo llano, los puteaos der cuento. Una división de dos. Por un lado están los borrego y por el otro están los borrico. Los borregos son gente tranquila, normá, que no quieren problema. Por eso se buscan un pastó, y van detrá de er. Y les da lo mismo lo que haga er pastó, porque es er pastó y a ellos les gusta er pastó. Los borrego aplauden, y los borrego son dóciles, y resoplan mú bajito porque no quieren que otros borregos se puedan mosquear. Los borrego no entienden porque no quieren entendé, porque les da como peresa, porque prefieren esperá a que les digan que tienen que desí. Ser borrego es tan cómodo que piensan hasta por ti. Y lo ven como un chollaso. Y aún así, los muy gilipollas, miran póensima del hombro a los borrico. Así de carapapas son.
Y luego están los borricos, que son gente que también están a por uvas, pero que no se entregan, no pasan por er aro. Viven con sus propias reglas, y por eso luego, a diferencia de los borregos, se llevan palos. Los borrico les da iguá lo que hagan las mamonas, siempre y cuando las mamonas no le digan lo que ellos tienen que hasé. Los borricos no aplauden, tampoco quieren entendé ni repetí lo que quieren que repitan. Aro, son borricos, no loros. Tienen la cabesa dura. Y er corazón noble. Fiate, yo si hay que ser argo, prefiero ser borrico que borrego.
¿Te asercas tú a por otra? Venga, gloria, y tráete unas pipas.
EL POYETE
Sevilla, 2001. Caballo de carreras de fondo, escritor de distancias cortas. Periodista, bético, sevillano.