Luis J. Rebolo ofreció una magistral conferencia en el Casino de Osuna

Con una interesante y profunda conferencia de Luis Joaquín Rebolo González, doctor en Sagrada Teología, Párroco de Ntra. Sra. de Consolación y columnista de este periódico, dio comienzo el II Otoño Cultural del Casino de Osuna, ciclo que abarca todos los viernes hasta el 29 de Noviembre y que previamente ya ha tenido un preámbulo en colaboración con la asociación Usûna con una conferencia del profesor Ramírez Olid y también con el Patronato de Arte con la presentación de una nueva obra del poeta local Eloy Reina y el descubrimiento de un azulejo que perpetúa la memoria de Rodríguez Marín en el 70 aniversario de su muerte. Abrió el acto el vocal de cultura de la Sociedad Casino de Osuna, que tras breves palabras de bienvenida, agradeció al conferenciante haber aceptado su participación en estos eventos, dando seguidamente la palabra a Juan Manuel Moreno Díaz, director académico de la Escuela Universitaria de Osuna.

La presentación fue sentida y emocionada, quedando patente el afecto que se profesan. Después de repasar un prolífico curriculun cargado de conocimientos teológicos y filosóficos, conocimos su labor pastoral en los municipios en donde ha ejercido su labor: El Viso, Écija y ahora Osuna, población que aspira a tenerlo por largo tiempo, aunque la talla de este joven sacerdote nos haga pensar que pronto asumirá responsabilidades mayores. Moreno Díaz destacó que a pesar del escaso tiempo que D. Luis lleva con nosotros, su conocimiento y penetración, en esa compleja trama social de nuestro pueblo, es total. Esa personalidad plural es la que ha hecho, que Luis Rebolo sea aceptado y querido por parte de todos los segmentos sociales de Osuna.

Seguidamente tomó la palabra el ponente, que ante ese apabullante listado de meritos relatados por su presentador, humildemente dijo, que de todo eso se queda con el espacio que le rodea junto al altar de su parroquia, limitando a ella toda su proyección personal y pastoral.

La conferencia giró en torno a cuatro bloques cuyo análisis deben conducir a la búsqueda de la justicia y verdad para la construcción de una sociedad justa. En un primer tramo habló sobre los Estado liberales contemporáneos que legislan basándose en el consenso social, advirtiendo que dicho consenso, no siempre hace referencia a la verdad y, en consecuencia, la noción de justicia puede quedar diluida y volatilizada, sin conexión objetiva de la realidad. Puso de relieve algunos fracasos del liberalismo, fijando su declive en el contexto de la gran guerra de 1914 que fue la plasmación del declive del Estado liberal, que tuvo de forma muy dolorosa, renovar sus bases, cuyo resultado está cuestionado, dada la situación actual.

¿Cómo edificar el consenso desde la sincera búsqueda de la verdad y la justicia? El conferenciante responde a esta difícil pregunta diciendo que, existe una tendencia a buscar el consenso por encima de la verdad o al margen de la verdad. Como si la verdad, la idea de poseer la verdad, fuese enemiga del consenso. Y como si el consenso fuese alcanzable con más facilidad si cada uno renunciase a ver su punto de vista como “verdadero”, para relativizarlo en el contexto de un mundo pluralista. El consenso más profundo y completo entre las personas se logra precisamente cuando encuentran la verdad. Es hermoso, en ese sentido, constatar cómo hombres y mujeres llegan a sentirse unidos entre sí precisamente desde el descubrimiento y la aceptación de una verdad que reúne, que crea comunidad. Por eso, en las discusiones sobre los grandes temas humanos, el consenso sólo merece ser alcanzado desde el compromiso sincero por buscar la verdad y la justicia.

Para concluir, el ponente se plantea ¿cómo crear Democracias abiertas donde las minorías puedan esgrimir el peso de sus razones?

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Los peligros del gobierno de la mayoría se pueden resumir en algunas situaciones, entre éstas, su resistencia a proteger los derechos de las minorías para hacer prevaler sus propios intereses, los de su grupo o los intereses de la presión social mayoritaria; en todos estos casos, dichos intereses pueden ser de diversa índole: económica, moral, racial, religiosa, cultural, etc.  Por lo que concluye el conferenciante a apelar a una democracia basada íntegramente en los derechos humanos.

Con una ovación intensa y emocionada, recibió D. Luis la estima de todos los presentes. Un público que volvió a reconocer en la figura de este sacerdote una persona brillante intelectualmente y como comunicador.

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