Los tanques de tormenta de Sevilla y provincia: los grandes desconocidos que evitan las inundaciones
Los tanques de tormenta se han convertido en una pieza fundamental de la infraestructura urbana moderna, especialmente en ciudades con un riesgo elevado de inundaciones. En la provincia de Sevilla, estas instalaciones han demostrado su eficacia en la gestión de aguas pluviales, protegiendo tanto a las personas como al medio ambiente.
En áreas urbanas, las lluvias intensas pueden causar estragos si no se controlan adecuadamente. Los tanques de tormenta, enormes depósitos subterráneos, almacenan el agua de lluvia que las alcantarillas no pueden gestionar en tiempo real. Este sistema no solo previene inundaciones, sino que también mejora la calidad del agua que eventualmente se libera a ríos y cauces. Además, estas estructuras optimizan el rendimiento de las depuradoras, evitando que el exceso de agua sin tratar, se vierta a los ecosistemas cercanos.
En declaraciones a El Pespunte, Felipe C. Berraquero, técnico de Emasesa explica que “cuando llueve mucho, el agua busca su cauce. Entonces meten ahí el agua, la retienen un tiempo y después la bombean a la red de saneamiento y ya la llevan a la depuradora”.
En Sevilla capital, la Empresa Metropolitana de Abastecimiento y Saneamiento de Aguas (Emasesa) ha liderado la construcción de dos grandes tanques de tormenta: el de Kansas City y el de la Alameda de Hércules. Ambas infraestructuras destacan por su capacidad, diseño y contribución ambiental.
El tanque de tormenta de Kansas City: un gigante de la ingeniería
El tanque de Kansas City, presentado en 2017, es una de las mayores obras hidráulicas en Andalucía. Con una capacidad máxima de 41.000 metros cúbicos, este tanque puede almacenar las aguas pluviales excedentes de días lluviosos. Sus dimensiones son impresionantes: 174 metros de largo, 40 metros de ancho y hasta 9 metros de profundidad.
El agua recogida pasa primero por filtros que retienen residuos sólidos, como plásticos y otros desechos urbanos. Luego se almacena en el depósito hasta que las precipitaciones cesan. Posteriormente, el agua se bombea gradualmente hacia el sistema de alcantarillado, donde continúa su proceso hacia las estaciones de depuración.
El vaciado del tanque se realiza con la ayuda de cuatro bombas eléctricas, que logran evacuar todo el contenido en poco más de siete horas. Su mantenimiento también es automatizado, mediante 30 pequeños depósitos que lanzan agua para limpiar el interior. Esta operación no requiere personal en las instalaciones, ya que el sistema es controlado desde la sede de Emasesa en Sevilla. Felipe, nos comenta que “este tanque ya se ha llenado dos veces hasta el límite, lo que no se esperaba”.
La construcción del tanque de Kansas City supuso una inversión de más de 16 millones de euros, pero sus beneficios en términos de seguridad y sostenibilidad han hecho que la obra sea un ejemplo de gestión hídrica en la zona.
El tanque de la Alameda: reutilización con propósito
Otro ejemplo destacado es el tanque de tormenta ubicado bajo la Alameda de Hércules, una zona históricamente vulnerable a inundaciones debido a su baja altitud respecto al nivel del mar. “Aprovecharon una boca del metro antiguo. Hicieron como un cilindro, un túnel grande, pero profundo”, explica el técnico.
Este depósito tiene un diseño circular, con 25 metros de diámetro y una profundidad similar, lo que permite almacenar hasta 11.500 metros cúbicos de agua.
Curiosamente, esta infraestructura aprovecha un antiguo recinto de metro construido en los años 70 y nunca utilizado. Convertir este espacio en un tanque de tormenta no solo resolvió los problemas de drenaje de la zona, sino que también reutilizó una estructura abandonada, dándole un nuevo propósito.
El agua almacenada en la Alameda se evacúa mediante dos bombas sumergidas, capaces de bombear 125 litros por segundo cada una. Esto garantiza que, tras una tormenta, el agua acumulada sea enviada rápidamente al sistema de saneamiento.
El tanque de tormentas de Tomares: una solución pionera en el Aljarafe
El tanque de tormentas de Tomares, inaugurado en 2015, ha puesto fin a las históricas inundaciones que afectaban a este municipio del Aljarafe. Con una capacidad de 16.000 metros cúbicos, esta infraestructura almacena temporalmente el agua de lluvia y las aguas residuales que recoge a través de una red unitaria. Una vez pasada la tormenta, el agua acumulada es bombeada de forma controlada hacia la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) Guadalquivir para su tratamiento.
La obra, impulsada por el Ayuntamiento de Tomares, supuso una inversión de siete millones de euros, financiados en un 80% por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y en un 20% por Aljarafesa. Además del tanque, el proyecto incluyó tres grandes colectores que mejoraron el drenaje en zonas críticas como las calles Maestra Antonio Caracuel, La Fuente, Cuatro Esquinas, Mascareta y el Parque Empresarial El Manchón.
Esta infraestructura se ha convertido en una solución eficaz contra las lluvias torrenciales, protegiendo a la población y minimizando los daños. Desde su puesta en marcha, Tomares ha dejado de sufrir los habituales problemas de inundaciones, especialmente en puntos bajos y áreas urbanas clave.
Dos tanques de tormenta en Dos Hermanas: un modelo de gestión hídrica
Dos Hermanas, uno de los municipios más grandes de Sevilla, cuenta con dos tanques de tormenta que aseguran una gestión eficiente del agua durante las lluvias intensas. Estas infraestructuras son fundamentales para evitar inundaciones en áreas críticas y proteger el entorno urbano.
Tanque del recinto ferial: el mayor de la ciudad
El tanque de tormenta situado junto al recinto ferial, en la explanada adyacente a la estación de bombeo de la calle Miguel Fleta, es el más grande de Dos Hermanas. Con una capacidad útil de 35.000 metros cúbicos, este depósito subterráneo tiene una planta rectangular de 126,40 metros de largo y 49,40 de ancho, dividida en dos secciones iguales.
El tanque recoge agua de tres colectores principales, provenientes del Parque Central, la calle Genil y la estación de bombeo Miguel Fleta. Su sistema incluye cuatro bombas sumergibles que evacúan el agua hacia una arqueta de rotura para su posterior tratamiento. Además, cuenta con un edificio de control equipado con generador eléctrico, cuadros de mando y acceso al interior, garantizando su funcionamiento en cualquier situación.
Tanque de la Plaza Félix Rodríguez de la Fuente: estratégico y compacto
El segundo tanque, ubicado bajo la Plaza Félix Rodríguez de la Fuente, tiene un diseño más compacto pero igualmente eficaz. Con unas dimensiones de 43,4 x 28,8 metros y una capacidad de 6.300 metros cúbicos, protege áreas clave del municipio, incluidas calles, plazas y pasos inferiores.
El depósito opera con dos bombas sumergibles de 33 kW cada una, que evacúan el agua acumulada durante las tormentas. Su posición estratégica permite gestionar eficazmente el flujo de agua y evitar inundaciones en zonas históricamente problemáticas.
Beneficios más allá de la prevención
El técnico de Emasesa, declara que “en Sevilla capital, siguen haciendo estudios para hacer otro tanque de tormenta. Hay rumores que por la parte de Sevilla Este y otro por Carretera Amarilla”. “El problema es que a muchos vecinos no les gusta la idea. Creen que va a retener el agua como si fuera una alcantarilla”, explica haciendo alusión a la desinformación que existe con respecto al tema.
Los tanques de tormenta no solo previenen inundaciones, sino que también contribuyen a la protección de los ecosistemas acuáticos. Al regular el flujo de agua y eliminar contaminantes sólidos, estas estructuras reducen el impacto ambiental de las lluvias torrenciales. Además, almacenan agua que, en algunos casos, puede ser reutilizada para usos no potables, como el riego o la limpieza urbana, promoviendo un uso más eficiente del recurso hídrico.
En una ciudad como Sevilla, donde las lluvias pueden ser intensas y repentinas, estos tanques son una herramienta esencial para garantizar la seguridad de sus habitantes y proteger el entorno. Con infraestructuras como las de Dos Hermanas, Tomares, Kansas City y la Alameda, Sevilla y su provincia lidera el camino en soluciones sostenibles y efectivas para la gestión del agua.
Redactor de El Pespunte