Los smartphones y las relaciones amorosas
Los smartphones y el internet han traído grandes cambios en las relaciones amorosas, algunos positivos y otros muy negativos.
La tecnología cambió muchos aspectos de nuestra vida y los sigue cambiando conforme los dispositivos y el internet siguen encontrando nuevas funcionalidades para “facilitarnos” la vida.
Los smartphones, las redes sociales, aplicaciones y el internet han traído una gran cantidad de cambios en las relaciones amorosas, de los cuales, la gran mayoría son cambios negativos que afectan notablemente la confianza y se encargan de crear celos.
Aunque hay cambios positivos que llegaron junto con la tecnología, el escenario más común en la actualidad es: “Ella tiene a su ex novio como amigo en redes sociales y él marca como favorito un tuit de una compañera de trabajo que le envió mensajes durante el fin de semana”. Estos actos crean celos y desconfianza, que se ven reforzados cuando él decide no cambiar su estado a “en una relación amorosa” porque “no quiere compartir con todos esos aspectos de su vida privada”.
Cuando una persona comienza a desconfiar, internet se convierte en una gran base de datos con toda la información que necesita para investigar o llenar la cabeza con más ideas de traiciones. Una de las herramientas más populares permite rastrear el celular de tu novia para ver qué es lo que está haciendo, por qué no responde el celular y en dónde está.
¿Qué tanto afecta la tecnología a las relaciones?
Además de las herramientas y aplicaciones que usamos hoy en día para mejorar (o empeorar) una relación, internet siempre ha resaltado por tener toda la información que necesitamos para salir de un apuro, como podría ser aprender como quitar chupetones para que nuestros padres no sepan que salimos con nuestra novia, aunque también podría ser para ocultarle a la pareja una infidelidad.
Hace algunos años, dos personas enamoradas aprovechaban todo el tiempo que estaban juntos para contarse todas las novedades que habían sucedido en sus vidas o hablaban horas por teléfono, ahora, todo el día están en contacto con apps de mensajería instantánea y cuando pueden verse deja de ser un momento tan mágico debido a que no tienen muchas novedades que contarse.
El amor es más complejo en la actualidad y eso es un hecho, pero la tecnología no solo ha afectado las relaciones amorosas de forma negativa, sino que también representa algunas ventajas. La influencia que el internet y la tecnología tiene sobre las parejas es relativa de cada una, dependiendo de cuánta importancia le den esas personas a las redes sociales y a los demás aspectos que pueden afectar una relación, sin embargo, nunca pasa desapercibida.
La gran cantidad de información disponible es un punto a favor, además de que estar en comunicación constante con la pareja no siempre es malo, sobre todo si una persona sale de viaje y quiere tener videollamadas con su pareja o enviarle fotos de todo lo que está viendo.
Por ejemplo, gracias a toda la información disponible, una mujer puede aprender como exitar a un hombre en la cama y mejorar su relación amorosa gracias a los consejos que ha obtenido en internet, incluso si los ha leído desde su Smartphone minutos antes del encuentro.
Otro aspecto positivo en cuanto al amor y la tecnología es que ahora la gente soltera tiene muchas más posibilidades de encontrar a una pareja. Mientras que antes era necesario salir a la calle, inscribirse a clases de algo, ir al gimnasio o conocer gente nueva en el trabajo o en la escuela, ahora cualquier persona puede aprender Como encontrar pareja por internet y buscar a alguien que sea compatible.
Las páginas y aplicaciones para conocer gente de forma online cada vez son más populares y han mostrado ser bastante efectivas, aunque como en todo, se debe tener cuidado con la gente con la que se habla y con los lugares en los que se conocen a las personas que supuestamente están del otro lado de la pantalla, ya que es muy fácil mentir y hacerse pasar por alguien más.
Periódico joven, libre e independiente.
Fundado el 24 de noviembre de 2006 en Osuna (Sevilla).
