Las calles de Osuna se quedan sin Domingo de Ramos

No hay algo más insípido que una tarde de Domingo de Ramos lluviosa, nublada, fría y sin pasos en la calle. Eso es lo que han debido pensar los ursaonenses y visitantes que se acercaban hasta la Iglesia de San Agustín con la esperanza de que el amenazante cielo se abriera y pudiera así realizar estación de penitencia por las calles de nuestro pueblo la Hermandad del Dulce Nombre.
Los granizos que cayeron minutos antes de la hora fijada para la salida presagiaban una tarde triste y que, aunque los más optimistas hacían caso de las previsiones, el capricho de la naturaleza hizo que una importante nube no contemplada en los mapas que se manejaban, hiciera acto de presencia en la capital hispalense y pueblos cercanos, algo que obligó a tomar la decisión de no salir de la Iglesia de San Agustín. Una decisión acertada pues una hora más tarde la lluvia caía sobre Osuna y mereció la pena no arriesgar el patrimonio de esta hermandad que acababa de restaurar la imagen de Jesús en su entrada triunfal en Jerusalén.
Atrás ha quedado la ilusión de decenas de niños que soñaban con poder acompañar por primera vez a una hermandad, la alegría de unos padres por poder ir junto a sus pequeños en un día tan señalado en la Semana Santa ursaonense y las ganas de un pueblo que todavía no puede contemplar cera en los adoquines de nuestras calles, signo de que aún no se ha podido hacer testimonio público de fe por las calles de Osuna.
Fotografías: Valdivia Photographer