La verdadera cara del PP
Queridos ursaonenses:
Desde que en España los Parlamentos se eligen por sufragio universal, los Gobiernos que de ellos han salido, han observado una costumbre que no ha variado desde el primero al último. Durante las primeras semanas, incluso meses, de su legislatura, hacen política contraria a la del signo que dicen tener. Algo así como si fuera una campaña electoral prolongada, “más larguita”.
Es patético ver una y otra vez la gran semejanza que existe entre la campaña electoral de estos partidos, y aquel chiste de la novia (de entonces): “Prometer, hasta meter, pero una vez metido, nada de lo prometido”. Oímos a los partidos de derechas, y parece que estamos en un mitin de izquierdas. Por el contrario, un partido que se dice de izquierdas como el PSOE, ha hecho los mayores recortes en política social de toda la historia de España. Eso sin contar otras lindezas, como la enseñanza, la lengua, las administraciones, etc. Aquí nadie es lo que dice que es, ni está donde dice que está.
Esto es un baile de máscaras, donde cada cual, bajo el disfraz, oculta la identidad y miente descaradamente en la intención. Salvo en una: “Vamos a llevarnos bien, y lo que podamos”. Ocurre que hay siempre uno (que suele ser el mismo), que es el que ha vendido los disfraces, y a ese, que sabe quien es cada uno, mientras cobre, lo mismo le da, como se llame el disfrazado.
Viene todo esto a tenor de unos acontecimientos pasados, que han hecho que se le vea el plumero al próximo candidato al poder, léase el P.P. Me refiero a tres asuntos concretos como son:
-Los recortes en la enseñanza y la sanidad. -El impuesto sobre el Patrimonio, y -La interferencia de los consejeros de RTVE en los informativos.
Qué casualidad, que en todas las comunidades gobernadas por el P.P. se hayan cargado las tintas en los recortes en la enseñanza, bien en los sueldos de los enseñantes, ya de por sí ridículos, bien en el aumento de las horas lectivas, que el común de la gente cree que es el único trabajo que hace un docente, bien haciendo propuestas de copago sanitario. En definitiva, aproximaciones a la privatización.
La otra “espantá”, ha sido frente al impuesto sobre el Patrimonio. En un país donde sólo tributan las rentas del trabajo y no las del capital, es decir, los pobres, sienta fatal un impuesto (a pesar de la timidez de éste), que tendrían que pagar los “un poquito ricos”, porque los ricos de verdad, tienen fórmulas para no pagar, ni con impuesto ni sin impuesto. Esos no son ni del Pepé ni del Pepá. Esos son los que tienen el dinero, y le alquilan el disfraz al mejor postor, y eso es lo que hay.
Recuerdo que cuando al Sr. Botín (buen apellido para ser banquero), don Emilio, le “descubrieron” dos mil millones de Euros (2.000.000.000) en Suiza, la cosa se arregló con el pago de un 10%, y aquí no ha pasó nada. También recuerdo que por aquellas fechas, a un servidor que aún estaba en activo, le retenían de la nómina, entre IRPF, SS y F. Prof. un 35%. A veces llegué a pensar que ganaba más que el dueño del B. de Santander.
Finalmente, viene la de los consejeros del P.P. de RTVE con cruce de brazos de los del PSOE. Todo un intento de vuelta a las más viejas costumbres y usos de la dictadura, es decir la CENSURA PREVIA. Por poco si cambian la música de sintonía del Telediario por la del NO-DO.
En la guerra, hay una regla de oro: cuando un ejército de ocupación entra en una ciudad o un país: el primer edificio que se ocupa es el de la radio y la TV. Al día siguiente, cuando les “cogió el guardia”, dijeron que rectificar es de sabios. No sé lo que dirán los chorizos cuando la policía los coja “in fraganti”. A lo mejor a partir de ahora dicen algo parecido. Enseñar al que no sabe es obra de misericordia. Por supuesto que los ciudadanos ni han dimitido ni han sido cesados por sus jefes.
Al día siguiente oí en la radio que en España, el verbo “dimitir”, se conjuga poco y mal. Se me ocurre, que si todas estas cosas nos las hace este partido ahora, qué no hará cuando llegue a la Moncloa.
Curiosamente, hay, (¿o había hasta esto?), una legión de españoles, que hastiados de las barrabasadas del PSOE, abrigaban ciertas esperanzas en un futuro gobierno del P.P., no porque fueran sus votantes habituales, sino porque a la luz de la ley electoral que tenemos, y que ninguno de los dos grandes partidos (por números), se ha dado prisa en cambiar, es lo que nos queda, dada la ausencia de una izquierda real y bien estructurada y la presencia de unos nacionalistas engordados por el pienso del PSOE y la ley D´Hont.
Me temo que cuando pasen las elecciones, tendremos más de lo mismo y más penurias económicas. Aquí se seguirá sin hablar de los sueldos de sus señorías y mucho menos del fraude fiscal, aunque con esos dos capítulos haya para mejorar las cuentas del estado más que de sobra. De la corrupción instituida, ni hablamos. Nadie nombra la soga en la casa del ahorcado. Uno que no sabe mucho de ornitología, cuando piensa en “la Gaviota”, lo único que se le viene a la cabeza es: ¡Menudo pájaro!
José Mª Sierra El Pespunte no se hace responsable de la opinión vertida por sus lectores y/o colaboradores en esta sección de opinión y su publicación no significa que necesariamente se comparta dicha opinión, sólo somos garantes de la libertad de expresión.
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