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El Real Betis Balompié ha experimentado una transformación radical desde la llegada de Manuel Pellegrini Ripamonti. No cabe duda de que el técnico chileno ha sido el principal artífice del crecimiento deportivo del club, que durante años había ansiado una figura capaz de otorgarle la estabilidad y consistencia necesarias para competir al más alto nivel. Muchos ya consideran a Pellegrini como el mejor entrenador en la historia del Betis, aunque esa valoración todavía genera debate. Sin embargo, aún le queda una asignatura pendiente para culminar su legado en clave verdiblanca: dar un paso importante en competiciones europeas.
Los logros de Pellegrini en el banquillo bético son innegables. En sus cuatro temporadas, el Betis ha conseguido clasificarse consecutivamente para competiciones internacionales, con tres participaciones en la Europa League y una en la Conference League. A ello se suma la consecución de un título de gran valor, como la Copa del Rey, y la revalorización de futbolistas que han permitido al club sanear sus arcas. En resumen, el técnico chileno ha dotado al equipo de una solidez y ambición que habían estado ausentes en la última década.
A pesar de estos éxitos, existe una mancha en la trayectoria europea de Pellegrini con el Betis. Y es que el equipo aún no ha logrado competir con regularidad y éxito en el continente. No se trata necesariamente de conquistar un título europeo, que es una meta muy ambiciosa, sino de mostrar una competitividad sostenida en esas instancias.
En las competiciones europeas en las que el Betis ha participado bajo la dirección de Pellegrini, los resultados no han estado a la altura de las expectativas. En su primera temporada, el equipo cayó eliminado en los octavos de final de la Europa League ante el Eintracht de Frankfurt, que finalmente se alzó con el título. En la temporada 2022/2023, el Betis volvió a despedirse en octavos, esta vez de manera contundente ante el Manchester United. Pero la eliminación más dolorosa llegó la campaña pasada, cuando el equipo quedó tercero en la fase de grupos de la Europa League, superado por el Sparta Praga y el Rangers, para posteriormente ser eliminado por el Dinamo de Zagreb en la Conference League, dejando una imagen verdaderamente pobre.
Ahora, el Real Betis de Pellegrini se enfrenta a una oportunidad excepcional para dar un golpe sobre la mesa en Europa. Por calidad de plantilla, el equipo es uno de los más fuertes de esta edición de la Conference League y debe demostrarlo en el terreno de juego. Pero más allá del nivel individual, el club debe exhibir una ambición sin precedentes, una mentalidad ganadora que empiece a construirse desde el Benito Villamarín. Aunque el comienzo no fue alentador, tras caer 1-0 ante el Legia de Varsovia, el próximo encuentro ante el Copenhague ofrece una ocasión de oro para reivindicarse.
Con o sin rotaciones, Pellegrini tiene la tarea de convencer a sus jugadores de que esta temporada es la oportunidad de hacer algo grande en el torneo. Es momento de mostrar a la afición que el Betis está preparado para luchar por metas más ambiciosas en Europa y empezar a construir una imagen sólida y respetada en el continente.
La gran incógnita es si veremos ese cambio de mentalidad que el equipo tanto necesita para consolidarse en el escenario internacional o la palabra «Europa» vuelve a hacerse demasiado grande.
