La situación laboral que se nos avecina a los vigilantes de seguridad del Hospital
Desde aquí quiero hacer pública la situación laboral que se nos avecina en la plantilla de vigilantes de seguridad del Hospital de la Merced, desde que se publicó el pliego de condiciones técnicas para el concurso subasta del servicio de seguridad del hospital, hemos observado la disminución de plantilla que quiere llevar a cabo la dirección del centro, prescindiendo de 4 de los 9 vigilantes que componen la plantilla, con esta disminución se queda tan sólo en un vigilante por turno.
La respuesta de la dirección ante el cese de estos cuatro trabajadores no es más que la económica ya que según dice la directora económica administrativa es que no hay partida presupuestaria para mantener a estos 4 en plantilla, desde el punto de vista profesional de los vigilantes esto conlleva una reducción de la calidad del servicio lo bastante seria para hacerse la siguiente pregunta ¿quién vela por la seguridad de los usuarios y profesionales del Hospital? La respuesta a esta pregunta por parte de la dirección fue: ¨Qué pasa que un Vigilante no puede trabajar solo¨. Ante esta contestación cabe poca respuesta razonable para esta dirección ya que piensen que si un policía local nunca trabaja solo, ni guardia civil, ni un bombero por qué un vigilante sí, o es que el Vigilante no se dedica a lo mismo, a proteger a las personas y bienes del hospital.
Si trabajan dos vigilantes por turno, como siempre se ha trabajado, este servicio de protección sería más eficaz, porque en este servicio se viven situaciones conflictivas casi a diario tanto físicas como psicológicas, que son difíciles de superar y que han llegando a sufrir agresiones para defender a los profesionales del centro y usuarios. Por eso cuando se escuchan contestaciones de este tipo donde se ve cómo se despilfarra el dinero público cambiando camas, mesillas, sillones, mobiliario de oficina que se encuentran en buen estado para tirarlos en cubas, y grandes pantallas de plasmas colocadas en salas de esperas, no se sabe muy bien para qué cuando en éstas ya había unas, y esto sin mencionar las tan traídas y llevadas productividades que no son más que el sobrante de partidas presupuestarias que no se invierten en el centro y que a finales de año todos se reparten y como el refrán dice el que parte reparte y se queda con la mejor parte como es el caso de esta dirección. ¡¡Y estos socialistos defendiendo al trabajador en tiempos de crisis, tururú!!
Jaime María Pérez Motilva
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