La sevillana Rocío González conquista el Monte Ararat

Rocío González es una sevillana apasionada del montañismo. Recientemente, ha completado una de las aventuras más desafiantes de su vida: la escalada al Monte Ararat. Con 5137 metros de altura, esta montaña no es extremadamente técnica, pero su altitud presenta desafíos únicos. Rocío nos cuenta todos los detalles de su aventura en El Pespunte.
Rocío describe su experiencia en el Monte Ararat como un verdadero desafío: “No es una montaña técnica, pero hablamos de 5137 metros y el mal de altura puede hacértelo pasar mal”. Esta combinación de altura y condiciones climáticas extremas exige una preparación física y mental considerable.
Para Rocío, la preparación fue fundamental, afirmando que “considero que tienes que tener algo de experiencia en la montaña, hacer previamente rutas con bastante desnivel para ir fuerte de piernas y entrenar en altitud, por ejemplo, en Sierra Nevada. Y, sobre todo, llevar una mente calmada y abierta a lo que pueda ocurrir”.
“Conseguir este reto ha sido un motivo más para creer en mí misma, para confiar en mis capacidades”, ha asegurado Rocío. Ha añadido que no puede elegir un solo momento destacado de su aventura, ya que hubo innumerables instantes de alegría y camaradería: “Han sido tantos… de risas, sobre todo, que me es muy difícil elegir solo uno. Pero recuerdo salir de la tienda de madrugada y ver el cielo lleno de estrellas… una maravilla para mis ojos”.
Uno de los momentos más difíciles fue llegar a la cima y enfrentarse a una ventisca que impedía ver el entorno. Según Rocío, “aceptar que, en la cima, debido a la ventisca, no se veía nada, fue lo más difícil”.
Con la cumbre del Ararat alcanzada, Rocío ya está mirando hacia el futuro: “Me encantaría ir a Perú, a la Cordillera Blanca, a hacer algo más técnico y un poquito más alto”.
Rocío ha afirmado que la aventura no hubiera sido la misma sin sus compañeros de escalada. El grupo estaba formado por amigos aficionados a la montaña: Yolanda y Luis, además de miembros del Club de Montaña ElBruz: Manuel, Salva, Fran y Rocío. Concluye diciendo que ha sido «un viaje irrepetible, muy emocionante, muy divertido gracias a mis compis. Sin ellos no hubiera sido igual”.
