La influencer de un comercio de barrio que sólo quiere ayudar a la gente
- Raquel Cintado Gutiérrez tiene una tienda de tejidos y taller de corte y confección en Arahal y realiza vídeos en las redes con muchos seguidores de toda España
La influencer de un comercio de barrio que sólo quiere ayudar a la gente. Raquel Cintado Gutiérrez regenta desde el verano de 2017 una tienda de tejidos en la calle San Roque de Arahal. Ella es profesora de corte y confección y pensó que sería buena idea realizar cursos para enseñar a coser, algo que se está perdiendo en los pueblos. Pero su verdadera vocación es ayudar y, como la que no quiere la cosa, un día, en su casa, tenía “un bocado en el estómago” que quería soltar. Se le ocurrió que lo haría frente al teléfono, era como hablarse así misma. Pero pensó que igual sus propios pensamientos también les vendrían bien a sus seguidores en las redes. Así fue como el pasado mes de septiembre ella se asoma al portal de Facebook de su tienda a expresar lo que siente “por si sirve de ayuda”. Hoy le llegan mensajes de toda España.
Y parece que sí, que sirve de ayuda a muchos de sus seguidores. Hasta el punto de que Raquel recibe mensajes por whatsApp de muchas ciudades de España. Oviedo, Cazorla (Jaén), Cádiz, toda la provincia de Sevilla, entre otras ciudades. “La abuela Susi de Oviedo me ha contado que está con su marido en el hospital y que cada vez que me escucha le doy tranquilidad”, cuenta la empresaria.
Influencer: el secreto
El secreto de su éxito en las redes sociales es la naturalidad. Habla en cada vídeo tal como lo haría con su familia o una amiga. Pregunta qué harán hoy de comer y explica cualquier sencilla receta que ella haya cocinado ese día o días antes, no tiene un guion planificado, ni un buen teléfono en el que grabar los vídeos. Tampoco dispone de equipos de sonido de última generación, ni luces para iluminar la conversación del día. Y lo mismo graba en la tienda de tejidos que en la mesa de camilla de su casa, con una labor de crochet en la mano, o en el taller junto a la máquina de coser, realizando cualquiera de sus encargos.
“No lo hago por vender como hacen en otras tiendas, sólo quiero hablar y que me hablen”. Raquel asegura que hablar ayuda a la gente porque hay muchas personas solas en el mundo o que pasan dificultades en un momento determinado. Sobre las dificultades ella puede escribir un libro, incluso una trilogía, pero esto forma parte de otra triste historia que prefiere dejar para el momento en el que esté preparada.
“Mis seguidoras (son la mayoría mujeres) dicen que las relajo”. Y la empresaria se pregunta “¿qué trabajo cuesta hablar de las cosas del día a día delante de un teléfono móvil?”. Para ella, lo mismo que detrás. Sólo hay que visitarla en la tienda para comprobarlo.
Vídeo en Tik tok
“Mi hijo subió el primer vídeo a Tik Tok, yo no tengo ni idea de cómo se hace, y sobrepasó las 45.000 visualizaciones”. Desde entonces, la empresaria lanza sus vídeos en la red social de Facebook incluso cuando tiene que comunicar a sus clientas y seguidoras las razones por las que un día concreto no abre la tienda. Si es por algún problema de salud, lo cuenta tal cual, con mala cara incluida. Habla de su familia o pregunta cómo les va el día a aquellas mujeres que la siguen.
Raquel Cintado tiene 50 años, cuatro hijos de dos matrimonios. Su tienda está en una céntrica y popular calle, la que desemboca en el antiguo convento, hoy iglesia de San Roque. Cuatro días en semana, el taller se llena de alumnas de diferentes edades que aprenden a cortar y coser, siempre acompañadas de una buena conversación. Y, cuando le entra mercancía nueva, la muestra en sus vídeos pero sin dejar atrás anécdotas de su día a día que son, según sus clientas y seguidoras, “las que la hacen auténtica”.
“Influ..qué?”
Con la cara despejada, su pelo corto y blanco, y un poco de barra de labios en tonos claros, está preparada para mirar a la cámara de frente y hacer cualquier propuesta, a veces descabellada y otras asistida por el más común de los sentidos. Da igual que llegue una clienta en ese momento a la tienda con dulces que le ha encargado o que su vecino Francisco, responsable de la tienda Hermanos Brenes Oliva, quiera invitarla a su próximo directo. Otro “influencer de barrio” que cuenta a quién le ha tocado la rifa de la semana, cuál es el décimo de Navidad que están vendiendo, o la llegada de unas acelgas para un potaje de categoría.
“¿Influ… qué? No, yo sólo hablo para sacarme parte de lo que tengo dentro y muestro algunas cosas monas que me llegan a la tienda por si acaso. Pero, sobre todo, me gusta porque noto que le ayuda a la gente”. Mientras contesta a las preguntas de la periodista, Raquel termina de cortar la funda para una máquina de coser, a la vez que enseña a una de sus alumnas. Y seguro que este espacio que le dedica El Pespunte será motivo de un nuevo vídeo en la tienda o sentada en la mesa de camilla de su casa, con un chal de lana echado por encima de los hombros.
Redactora de El Pespunte.
Periodista sevillana con más de 30 años de experiencia. Fundadora y CEO de AionSur durante 10 años. Especializada en reportajes agrícolas y sociales en la provincia de Sevilla.