La DGT no quiere que corras más de 120 km/h: España se desmarca de la tendencia europea
La Dirección General de Tráfico (DGT) se mantiene firme en su decisión de no aumentar el límite de velocidad en las carreteras españolas, el cual se mantiene en 120 km/h. Mientras en otros países europeos se debate e incluso se aprueba la elevación de estos límites, la DGT ha dejado claro que, en España, la prioridad es la seguridad vial.
En la actualidad, el límite de velocidad en las autopistas y autovías de España es de 120 km/h. Esta medida ha sido efectiva para reducir la siniestralidad, disminuyendo el número de accidentes y víctimas mortales. Sin embargo, en otros países europeos como la República Checa e Italia, se están adoptando medidas para elevar los límites de velocidad en determinados tramos. En la República Checa, el Congreso ha aprobado un aumento de 130 km/h a 150 km/h en ciertos tramos, que entrará en vigor en 2026. Italia, por su parte, presentó una propuesta similar ante el Ministerio de Infraestructura y Transporte, aunque aún no se aprobó.
La “autobahn” de Alemania donde en ciertos tramos no existen límites de velocidad
Alemania, por su parte, lleva años aplicando su conocida “autobahn“, donde en ciertos tramos no existen límites de velocidad. Esta política, que ha mostrado resultados positivos en cuanto a siniestralidad, ha impulsado el debate sobre si sería beneficioso aumentar los límites de velocidad en otras partes de Europa. Los defensores de estas medidas argumentan que los vehículos modernos están equipados con sistemas de seguridad avanzados, como el frenado automático de emergencia y el mantenimiento de carril, lo que justificaría la posibilidad de aumentar la velocidad máxima permitida.
Sin embargo, la DGT se mantiene firme en su postura de no incrementar el límite actual de 120 km/h. Aunque en un momento se contempló la posibilidad de elevarlo a 130 km/h, esta medida se revirtió para mantener la seguridad en las carreteras españolas. La DGT subraya que, pese a los avances en tecnología vehicular, el exceso de velocidad sigue siendo una de las principales causas de accidentes de tráfico, lo que justifica su decisión de no adoptar los cambios que se están viendo en otros países europeos.
El debate en torno a la velocidad en las carreteras está lejos de concluir. Mientras algunos países europeos experimentan con límites más altos, España se mantiene cauta, priorizando la seguridad sobre la velocidad. La gran incógnita es si estas medidas, adoptadas en otros lugares, realmente mejorarán la seguridad vial o si, por el contrario, podrían poner en riesgo los avances logrados hasta ahora en la reducción de siniestralidad.
Redactor de El Pespunte