La dependencia individual de este Betis
El Real Betis Balompié vive una temporada marcada por una dependencia excesiva de algunos de sus jugadores clave. El rendimiento colectivo parece resentirse notablemente cuando futbolistas como Diego Llorente, Johny Cardoso y Giovani Lo Celso no están disponibles, ya sea por lesiones, rotaciones o sanciones. Estas ausencias sacan a relucir las carencias estructurales de un equipo que, sin ellos, muestra fragilidad defensiva, falta de equilibrio en el centro del campo y menos pegada en los últimos metros. En contraste, jugadores como Pablo Fornals han destacado por su sacrificio y aporte táctico, mientras que algunos suplentes no han logrado estar a la altura de las circunstancias.
Una defensa frágil sin Diego Llorente
La defensa del Betis gira en torno a Diego Llorente, un jugador que combina experiencia, posicionamiento y capacidad para liderar la zaga. Cuando está en el campo, la línea defensiva se muestra mucho más ordenada, lo que permite al equipo minimizar errores y conceder menos ocasiones claras al rival. Sin embargo, su ausencia ha expuesto las debilidades del sistema defensivo. Un claro ejemplo fue la reciente derrota por 4-2 ante el Valencia el pasado fin de semana, donde el equipo evidenció problemas de marcaje y coordinación. Los errores no forzados, sumados a una falta de contundencia para defender balones a la espalda y cortar contragolpes, dejaron al equipo a merced del ataque ché.
La falta de un sustituto con la misma jerarquía ha complicado el panorama. Jugadores que han intentado cubrir su posición no han estado al nivel esperado, lo que incrementa la dependencia de Llorente. Esto no solo afecta la solidez defensiva, sino que también genera inseguridad en otras líneas, ya que el equipo pierde confianza para adelantarse y presionar. No es que Marc Bartra y Natan estén ofreciendo un rendimiento mínimo, ni mucho menos, pero la realidad es que sin el madrileño, la línea de cuatro es peor.
Johny Cardoso, equilibrio y pausa en el medio
En el centro del campo, Johny Cardoso se ha convertido en el eje que une las fases del juego. Su habilidad para recuperar balones, distribuir con criterio y aportar pausa en momentos de presión hace que sea imprescindible en el esquema de Manuel Pellegrini. Su presencia permite que el equipo controle los tiempos del partido, especialmente frente a rivales que buscan imponer un ritmo alto. Sin embargo, cuando no está disponible, el Betis se transforma en un equipo más vulnerable.
Sin Cardoso, el equipo pierde no solo equilibrio defensivo, sino también creatividad en la salida del balón. Esto se traduce en transiciones menos fluidas y una mayor cantidad de pelotas perdidas en zonas comprometidas. Además, la falta de pausa provoca que el equipo caiga en un juego más directo y previsible, lo que dificulta encontrar grietas en defensas bien plantadas. Recuperar a Cardoso en su mejor nivel será crucial para que el Betis recupere el dominio en el centro del campo. Y más a día de hoy, teniendo en cuenta que William Carvalho se perderá la temporada al completo y que Marc Roca está de baja indefinida.
Giovani Lo Celso, la chispa que enciende el ataque
Giovani Lo Celso es el encargado de marcar la diferencia en los últimos metros. Su capacidad para generar juego ofensivo, asistir y definir lo convierte en una pieza fundamental. Cuando está en el campo, el Betis se transforma en un equipo más peligroso y versátil, capaz de desbordar defensas con combinaciones rápidas y movimientos inesperados. Sin él, el equipo pierde a su futbolista más determinante y se ve obligado a depender de destellos individuales, jugadas a balón parado o robos en campo rival efectuados por la presión alta que caracteriza a este equipo.
La ausencia de Lo Celso afecta tanto la creación de ocasiones como la confianza del equipo en los momentos decisivos. Sin un jugador capaz de resolver situaciones complicadas en ataque, el Betis tiende a bajar su rendimiento en los partidos más disputados. Recuperar su continuidad y estado físico será esencial para que el equipo pueda competir al máximo nivel desde esta misma semana, cuando el calendario empieza a ser tremendamente complicado.
Pablo Fornals, un sacrificio imprescindible
Aunque su labor puede pasar desapercibida para algunos, el trabajo de Pablo Fornals sin balón es vital para el equilibrio táctico del equipo. Fornals aporta dinamismo, presión constante y capacidad para cerrar espacios, complementando perfectamente a los jugadores más creativos. Su versatilidad le permite adaptarse a diferentes roles en el sistema de Pellegrini, ya sea como mediocampista de enlace o incluso como extremo con responsabilidades defensivas.
En los momentos en que los jugadores clave no están, Fornals se ha convertido en uno de los pilares del equipo. Su esfuerzo y compromiso ayudan a mantener cierto orden, incluso en partidos complicados. Sin embargo, su contribución no puede suplir completamente las carencias de los jugadores mencionados anteriormente, lo que pone en evidencia la necesidad de que otros futbolistas den un paso adelante.
Suplentes que deben dar un paso adelante
Jugadores como Iker Losada, Juanmi y Bakambu no han logrado cubrir las ausencias de los titulares con actuaciones consistentes. Aunque todos ellos tienen calidad, su rendimiento ha sido intermitente, y en varios encuentros importantes han pasado desapercibidos. Esto supone un problema para un equipo que necesita contar con alternativas fiables desde el banquillo para mantenerse competitivo en una temporada exigente.
Por ejemplo, Iker Losada, a pesar de su juventud y proyección, no ha demostrado ser capaz de asumir responsabilidades en partidos donde el equipo necesita creatividad. Juanmi, por su parte, ha tenido oportunidades, pero su impacto en ataque ha sido limitado. Finalmente, Bakambu, quien llegó con altas expectativas, aún no ha mostrado su mejor versión. Para que el Betis pueda aspirar a más, será fundamental que estos jugadores aporten más cuando se les dé la oportunidad.
La posible vuelta de Isco: una esperanza para el equilibrio
Entre las buenas noticias que podrían cambiar el panorama, destaca la eventual vuelta de Isco. El mediocampista, que estaba mostrando un excelente nivel antes de su baja, podría aportar el equilibrio y la creatividad que tanto necesita el Betis en el centro del campo. Con Isco disponible, Pellegrini podría recuperar una pieza clave para dictar el ritmo del juego, además de liberar a jugadores como Lo Celso de la responsabilidad de bajar demasiado a buscar el balón.
El regreso de Isco no solo reforzaría la zona medular, sino que también permitiría al Betis contar con una rotación de mayor calidad. Su habilidad para manejar los tiempos del partido, sumada a su experiencia, podría ser el factor diferencial en los momentos decisivos de la temporada.
El Real Betis Balompié tiene un reto por delante: disminuir su dependencia de ciertos jugadores y encontrar soluciones colectivas que mantengan el nivel competitivo en todas las competiciones. La recuperación de Isco, junto con el compromiso de los suplentes para dar un paso adelante, será determinante en un curso donde cada detalle cuenta.
Periodista deportivo y creador de contenido en redes sociales. Mi objetivo es hacer del deporte algo accesible y divertido para todos. Porque aquí el tiempo extra siempre es emocionante.