La Comisión Europea aclara que se prohíben los aditivos de aroma ahumado

- La Comisión Europea aclara que la medida afecta únicamente a ciertos aditivos de aroma ahumado y no a la fabricación de las patatas fritas con sabor a jamón.

La Representación de la Comisión Europea en España ha aclarado recientemente los rumores que circulan sobre una supuesta prohibición de las patatas sabor jamón en la Unión Europea. En una serie de mensajes en su cuenta oficial de X (Twitter), la Comisión ha desmentido estos titulares, especificando que la medida se refiere únicamente a ciertos aditivos de aroma ahumado y no al producto en sí.
De esta manera, la Representación de la Comisión Europea en España, ha explicado a través de sus redes sociales, que los aditivos de aroma ahumado utilizados en la producción de estas patatas han sido evaluados científicamente y se ha determinado que pueden dañar el material genético de los consumidores, lo que incrementa el riesgo de enfermedades graves, como el cáncer. Esta decisión fue respaldada por los 27 países miembros de la Unión Europea.
Los productores de alimentos que utilizan estos aditivos tendrán diferentes plazos para adaptarse a las nuevas regulaciones:
- 5 años para aquellos productos en los que los aromas de humo sustituyen a un proceso de ahumado convencional.
- 2 años para los productos en los que los aromas ahumados se utilizan únicamente para «añadir» sabor.
Por lo tanto, las patatas sabor jamón podrán seguir fabricándose siempre y cuando se modifiquen las recetas para excluir los aditivos de aroma ahumado prohibidos. Esto garantiza que los consumidores podrán seguir disfrutando de sus snacks favoritos, pero con una mayor seguridad para su salud.
Esta medida ha subrayado el compromiso de la Unión Europea con la protección de la salud pública de todos los ciudadanos que la conforman, asegurando que los productos alimenticios disponibles en el mercado cumplan con los más altos estándares de seguridad. Basándose en evaluaciones científicas rigurosas y transparentes, la UE busca prevenir riesgos potenciales para la salud y reducir la incidencia de enfermedades relacionadas con la alimentación.
