La asociación ciudadana “Sevilla Se Muere” denuncia la nueva normativa sobre viviendas turísticas en Sevilla


La asociación ciudadana “Sevilla Se Muere” ha expresado su descontento con la reciente propuesta de limitación de viviendas de uso turístico aprobada por el Consejo de Gobierno y que será presentada al Pleno del Ayuntamiento. Según la asociación, “el Ayuntamiento sigue sin escuchar a los vecinos y actúa en base a un guion escrito sin mostrar voluntad negociadora”.
La asociación critica la definición de “barrio saturado manejada por el Ayuntamiento”, señalando que “zonas ya invadidas por viviendas turísticas, como San Julián, El Museo y San Bernardo, quedan expuestas a una futura sobresaturación”. Además, argumentan que “los datos utilizados están desactualizados, mencionando un incremento del 32% en las viviendas turísticas en el último semestre”.
“Durante el proceso de redacción de la norma, se ha generado un efecto llamada que el Ayuntamiento no ha evitado, al no implementar una moratoria para controlar la avalancha de nuevas licencias y la saturación de las zonas calificadas como saturadas por la propia normativa”, añaden. La asociación subraya que “94 de los 108 barrios de Sevilla podrán conceder miles de nuevas licencias, cuestionando la capacidad de la ciudad para absorber el impacto de esta expansión turística”.
“Sevilla no es solo su Casco Histórico”, afirman desde “Sevilla Se Muere”, señalando la falta de regulación sobre otras modalidades de alojamiento turístico. Critican que el Ayuntamiento insiste en que solo puede actuar sobre las Viviendas de Uso Turístico, basándose en el reciente decreto de la Junta, aunque existe jurisprudencia que reconoce competencias más amplias a los ayuntamientos en esta materia .
La asociación concluye que la norma presentada por el Ayuntamiento es “vacía y no resuelve el problema, permitiendo que la situación se extienda a otros barrios de la ciudad como una mancha de aceite”. Por ello, piden una moratoria inmediata para elaborar una normativa consensuada con los vecinos y que atienda al interés general de la ciudad. Según “Sevilla Se Muere”, “la actual normativa no respeta ni protege la residencialidad y agrava el problema de la vivienda en Sevilla”.