Juan Carlos Ramos Picchi, socio fundador de Pepe Pinreles y Holy Cards: “Pondremos en la calle más de 100 millones de cromos”
- "Vendimos 10.000 pares de calcetines el primer mes con la imagen del Oso de la Cabalgata", recuerda Juan Carlos
- Con 70 empleados ya piensa en nuevas ideas cuando sus calcetines y sus 'Holy Cards' siguen siendo todo un éxito
Este voyeur, que no parpadea ni prueba una gota de alcohol para emprender con los retazos de la vida que exprime, tiene que ser descendiente directo de personajes de la talla de José María Izquierdo o de José Antonio Garmendia, quienes divagaban con aparente seriedad por la ciudad de la gracia y de la guasa.
Juega con aspectos que acarician a los tópicos pero los destroza cuando cumple mensualmente con el pago de setenta nóminas.
Juan Carlos Ramos Picchi, sevillano de la quinta del 79, costalero de Pasión, corista que ha pisado las tablas del Falla, rey mago “De Triana” y especialista en croquetas (en catarlas, no en cocinarlas), es un periodista que utiliza su raza (made in Sevilla) para ser el primero en innovar con las noticias más alejadas de agencias, las de la calle. No las plasma ni en papel escrito ni en prensa digital, sino que las teclea en calcetines, estampitas o cualquier otra prenda o utensilio.
Creó la marca De Triana y las célebres Holy Cards, y es gerente de la celebérrima Pepe Pinreles, de la que es socio junto a Javier Ayala. Ambos escucharon la canción de los Mojinos Escozíos en la que el Sevilla decía que “tu novia es más fea que los pies de otro” e impregnaron de ángel a una prenda que siempre vivió en el ostracismo del clasicismo: los calcetines.
El Pespunte: Juan Carlos, ¿también la piña del amor de Mercadona en tus calcetines?
Juan Carlos Ramos Picchi: Nosotros vendemos calcetines, pero claro, la gente no se los compra todos los días, así que hay que buscar cómo crear la necesidad y si le añades una sonrisa, humor o actualidad, ahí es donde tenemos una vía. Intentamos dar la posibilidad de quien quiera ser el primero en tener lo último y siempre con un toque de humor.
¿Cuándo te dice la intuición que algo puede funcionar?
Esto es prueba y error. Hay colecciones que son más estables, como las de ciudades o gastronomía, que funcionan siempre. Pero uno de los primeros éxitos que tuvimos fue el calcetín del Oso de la Cabalgata. Después de una campaña dura y exitosa de Navidad, el día después de la Cabalgata nos fuimos ese fin de semana de vacaciones y ya estábamos desconectados mi socio Javier y yo cuando vi el meme del oso. Le dije: “¿Has visto la que están dando con el oso? ¿Qué te parece que hagamos un calcetín de esto? Pensamos que iba a ser algo más que un meme momentáneo y que duraría en el tiempo. Hicimos una preventa por internet y vendimos 10.000 pares en el primer mes. Ahí vimos que el oportunismo y la rapidez también nos podían dar éxito. Los medios de comunicación se hicieron eco de la rapidez de la empresa, de los reflejos y al final son todos valores positivos para una empresa como la nuestra.
Los bañadores, las camisetas o las balconeras se ven. ¿Cuándo dices que el calcetín va a ser tu producto estrella? Es una prenda a la que no siempre se le ha prestado principal atención.
Todo el mundo dice que los pies son una parte del cuerpo muy fea y, si lo son, nosotros estamos ahí para esconderlos y calentarlos. Empezó cuando con mi socio hacíamos productos personalizados en la tienda De Triana que está en la calle Pureza. Empezamos customizando los clips de Playmobil vistiéndolos de futbolistas, de nazarenos, de agrupaciones de carnaval… Tuvo bastante éxito y ese dinero que fuimos ganando en esa empresa lo guardamos y lo invertimos en hacer pulseras tejidas para el Cádiz, el Recre, el Betis… y seguimos ganando más dinero.
Yo soy un usuario de calcetines de fantasía de siempre, más allá de los calcetines básicos azules del paquete de cinco y me apetecía darle un poco de color a este complemento y usaba otros calcetines más creativos con animales y otros motivos. Ahí fue cuando pensé: ¿por qué tengo que llevar un calcetín de un koala que yo no he visto ese animal en mi vida? Había cosas que me gustaban más como nuestro equipo de fútbol, una flamenca, un nazareno… y pensamos en llevar esa idea a los calcetines y hacer la inversión con los fondos que habíamos conseguido de las ideas anteriores.
Nosotros te podemos relacionar con el sur, pero tu abanico de diseños es nacional e, incluso, internacional. El target inicial se ha ido transformando.
Sí, empezamos con cosas cercanas, como el carnaval, la Semana Santa, la Feria o el Rocío. Pero poco a poco fuimos incluyendo otros temas, como el Camino de Santiago, o las Fallas. Al final, con más de 500 referencias, hemos llegado a otras fiestas, gastronomías y hasta equipos de fútbol de toda España. Vimos que todo eso tenía su público y que podíamos ir metiendo en un producto clásico, como era un calcetín, un poquito de diseño, un poquito de guasa y un poquito de distinción y de color.
Personalmente, ¿de qué eres más, de Semana Santa o de Feria, de croquetas o de Cruzcampo, de navidad o de carnavales?
De las dos, de Feria y también de la Semana Santa que son momentos más íntimos, son otro otro tipo de vivencias, pero que también compartes con tus amigos, con tu familia. Entre croqueta o cerveza, claramente, soy de croqueta. Soy abstemio aunque cuesta que la gente me crea, pero soy un abstemio radical.
¿Pero es difícil serlo en Sevilla, ¿no?
Dificilísimo. Yo tengo complejo de chófer desde que tengo 18 años, así que en todas las fiestas el que traía el coche era yo, pero eso no significa que no me lo pasara bien o no me divierta como los demás. Solo bebo agua, a lo mejor así me fijo más en las cosas y de ahí que la creatividad pueda surgir con un poquito más de lucidez.
¿Y eres más de Navidad o de Carnavales?
¡Uf! Soy carnavalero a tope, yo incluso he participado en el concurso del Falla cuatro años. Con el coro de Triana fuimos el primer coro de fuera de Cádiz que pasó a unos cuartos de final y de Navidad a tope. El año pasado salí de Rey Mago en la cabalgata de Triana. En la vida hay que ser súper optimista, vamos a estar un ratito, tenemos que trabajar como los primeros, pero vamos a pasárnoslo bien también como los mejores.
¿Qué tienen en común Curro el de la Expo, el Pali o Gambrinus para que sigan causando tanta admiración?
Son iconos de la ciudad. La ciudad cuando se mira a sí misma tira de esos momentos y recuerdos que marcaron nuestras vidas. A Curro todo el mundo lo relaciona con una época maravillosa que vivimos como la Expo. Como icono y gráficamente ha trascendido su imagen y por supuesto su sevillanía y su arte. Gambrinus, un tipo extraño con su gorrita… todo el mundo lo relaciona con ese ratito de cerveza y convivencia que, en definitiva, son ratitos de alegría.
Los toros en la plaza tienen querencia a los chiqueros, pero nosotros tenemos querencia a las cosas que nos recuerdan, que nos rememoran momentos bonitos, momentos en los que hemos sido felices y hemos disfrutado.
¿Cómo hay que estar para lanzar un proyecto como Holy Cards en plena era tecnológica?
Hay que tener, está claro, su puntito de majara y de locura. Esto es una apuesta personal que surge después de la pandemia. Yo tengo niños pequeños y por aquel entonces tenían sobre cinco años y, después de dos años sin Semana Santa, estaban descolocados al año siguiente cuando veían los pasos. Eran muy pequeños y se habían perdido momentos importantes de ese aprendizaje, de esas primeras vivencias con la Semana Santa. La niña estaba coleccionando los cromos de Pokémon y el niño de fútbol, y se encendió la bombilla. Era una idea que ya estaba ahí en el cajón desde hacía tiempo, pero era un proyecto muy costoso y fue cuando se contó con el respaldo de la empresa Pepe Pinreles cuando pudimos apostar por ello.
Se hizo desde el principio muy profesionalmente, con mucho cariño y siempre de la mano de la oficialidad. Fuimos visitando equipos de fútbol, una a una todas las hermandades de Sevilla para poder firmar un acuerdo de colaboración y la aceptación de todas es uno de los mayores logros que puede tener Holy Cards.
Sevilla ya fue llave para este segundo año, haber hecho Sevilla, Córdoba, Jerez y Málaga.
Hace un año y medio que sacamos el primero y para este año tenemos firmado ya 13 álbumes diferentes.
Juan Carlos, ¿qué es lo que más te ha impresionado de este proyecto?
Este año mal se tiene que dar la cosa para que no pongamos en la calle más de 100 millones de cromos. Es una auténtica barbaridad. Sobre todo me llama la atención la disparidad de edades. Lo que iba a concebirlo como si fuera un proyecto que surge pensado para niños, pues al final la media de edad del coleccionista ha sido 40 o 50 años. En las quedadas igual había una señora de 85 años, viuda, que estaba coleccionando con un niño de 7 años…
Historias y gente de todas las edades. Yo creo que ahí está el éxito, que hemos llegado a muchísima gente. Hay también un afán de coleccionismo muy grande. Se ha hecho un trabajo importante también colaborando con las bolsas de caridad de las hermandades.
Si Dios quiere queda menos de mes y medio para que Holy Cards Sevilla saque su tercera edición. Ya está todo en imprenta, ensobrándose y ya están los nervios ahí.
¿Cuándo se ponen a la venta exactamente?
Normalmente los dos años anteriores, por la simbología además, habíamos salido el 18 de diciembre que es el día de la Esperanza que es un día precioso en Sevilla, pero este año lo hemos adelantado dos o tres semanas para aprovechar también que vendrá muchísima gente a Sevilla con el tema del Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular. Así que para finales de noviembre está previsto que salga ya a la venta y aprovechar los días del puente de diciembre que va a haber tantos pasos en la calle y tanta gente.
¿Qué celebridades han hablado bien de Pepe Pinreles o de Holy Cards que recuerdes con más cariño?
Sin saberlo, han sacado nuestros calcetines en la tele, Joaquín del Betis, Manu Sánchez, El Kanka… un montón de gente. Pero lo mejor es que haya tanta gente que le haya gustado y yo me quedo con todos los públicos a los que llegamos. Que un señor de 70 años me diga: “Mira yo he estado toda la vida poniéndome un calcetín oscuro y mis hijos me han regalado uno con botellines de cerveza y esto me encanta y me lo pongo”, eso me encanta y para nosotros es importante poder vencer esas barreras.
Hay gente que nos manda fotos de cajones enteros llenos de Pepe Pinreles y, además, te dicen que “son lo más fácil del mundo emparejarlos” (risas).
Seguro que estarás ya pensando en alguna otra idea…
Muy próximamente vamos a sacar álbumes de colecciones de cosas muy cercanas que nos gustan a todos. Además, estamos trabajando en un proyecto que yo creo que por el alcance puede echarle la pata por encima a Pepe Pinreles y a Holy Cards y que está concebido para las navidades de 2025. Llevamos ya varios años trabajando en esta idea, dedicándole mucho tiempo y cariño. Creo que va a hacer mucho ruido.
¿Imaginas Sevilla sin el humor?
No quiero ni imaginarlo. Sevilla gana mucho cuando nos tomamos las cosas con humor, aunque tengamos nuestras diferencias, ya sea por el fútbol o la Semana Santa. Es complicado dentro de la dualidad que hay, porque al final estamos divididos todos por un lado o por otro. Sentarte con tu cuñado que es del Sevilla y tú del Betis y soltarle una guasa. Uno que es de la Macarena y otro de Triana o hay uno que es heavy y otro que le gusta Siempre Así. Yo creo que mientras nos respetemos y lo tomemos con buen humor, Sevilla seguirá siendo una de las ciudades más envidiadas del mundo y un destino al que todo el mundo se quiera apuntar por menos una vez al año.
¿A quién le harías un pespunte?
A las personas cerradas de mente que no vean que poniendo de tu parte y hablando con las personas o entendiendo que en las distintas situaciones por dispares que parezcan siempre puedes meter la mano en un calcetín y darle la vuelta perfectamente porque yo creo que eso es súper sencillo, pero todo el mundo tenemos que poner nuestra parte. A los cerrados de mente habría que ponerle un pespunte, pero en la boca.
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