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El Real Betis ha vuelto a alzar la voz en LaLiga en una de esas noches que dejan huella. En un Montilivi expectante, el conjunto verdiblanco firmó una actuación soberbia para tumbar al Girona (1-3), sumar tres puntos de oro y ponerse a tan solo un suspiro del Villarreal en la encarnizada lucha por los puestos de Champions League.
Sabían los de Manuel Pellegrini que esta jornada era una oportunidad de oro. Sabían que todos los rivales directos habían tropezado. Y lejos de temblar, el Betis se vistió de grande y salió a conquistar el césped catalán con determinación, talento y ambición.
Un primer acto majestuoso
No tardó el Betis en mostrar sus credenciales. Apenas se había acomodado el público en sus asientos cuando Isco, genio y brújula, lanzó un córner medido que Johnny Cardoso, en un remate pleno de poder y precisión, transformó en el 0-1. Solo corría el minuto 6 y el Betis ya dejaba claro que no había viajado para especular.
El Girona, herido en su orgullo, intentó rebelarse, pero se topó con un Betis sólido y un Adrián imperial, que sostuvo la ventaja con una parada de mérito a disparo de Asprilla. Y cuando más apretaban los locales, el Betis se desató en dos latigazos mortales.
En el 39, un caramelito de Perraud encontró la diestra mágica de Antony, que con una volea fulgurante firmó un gol para enmarcar. Y apenas tres minutos después, Abde, eléctrico e incisivo, rompió líneas, forzó un rechace y sirvió un balón de seda para que Isco, con instinto de killer, colocara el 0-3 en el marcador. Una primera mitad de escándalo, que dejó al Girona noqueado y al Betis desatado.
Sufrimiento final y triunfo de peso
La segunda mitad fue menos lucida, pero igual de necesaria. El Betis supo manejar el tempo del partido, resistiendo los arrebatos de un Girona desesperado. Pudo llegar el cuarto, pero la pólvora se humedeció en los últimos metros.
El único borrón llegó en el 85′, cuando Stuani, en una jugada trabada y protestada por posible falta sobre Bartra, acortó distancias. Pero no hubo lugar para la épica local: el Betis cerró el partido con temple y oficio, llevándose un triunfo descomunal que le mantiene lanzado en la carrera hacia Europa.
Un Betis lanzado hacia el sueño
Con esta victoria, el Betis sigue volando en el tramo decisivo de la temporada. Se queda a un solo punto del Villarreal, acariciando la posibilidad real de colarse entre los cinco primeros, y sigue demostrando que el hambre y la ilusión de este equipo son inagotables.
Montilivi fue testigo de un Betis imperial, de un grupo que quiere seguir haciendo historia. Y la Champions, ese anhelo que parecía lejano, vuelve a estar al alcance de la mano.
