Getafe 0 – Sevilla 0 | Tostón de partido y un punto que sirve para poco
- El Sevilla y el Getafe han firmado un empate a cero de escaso valor tanto en lo futbolístico como en la tabla clasificatoria

Uno de los factores que más influye en las pasiones que despierta el fútbol es su imprevisibilidad, la incertidumbre de un resultado, de asistir a una jugada que desbarate cualquier pronóstico previo, pero hasta el que aficionado más desconectado a la actualidad del deporte rey sabía sobradamente que el duelo entre el Getafe y el Sevilla de este mediodía en el Coliseum tenía todas las papeletas para ser un tostón de gigantescas proporciones.
Nadie opuso resistencia al reparto de puntos, al cerocerismo y al bostezo generalizado. Ni tan siquiera el gran Dodi Lukebakio, que acaso contagiado por la espesura del juego vio rápidamente que no era el día para que su estrella brillara. Pese a ello, en el minuto 95 se fabricó la única ocasión sevillista con un regate marca de la casa y un ajustadísimo zurdado desde la frontal del área que se marchó por muy poco.
Ni un solo disparo a puerta del Sevilla
Antes de ese episodio –recordemos que tuvo lugar bien entrado el descuento–, la nada más absoluta. 22 futbolistas corriendo de un lado a otro mostrando unas prestaciones que en nada mejoraban las de un duelo de Segunda División.
Ni un solo disparo entre los tres palos por parte del Sevilla. Por la hora de su desarrollo, de dos a cuatro de la tarde, y por la monotonía del espectáculo el partido era una invitación constante a echar una cabezadita en el sofá. Seguro que más de uno y de dos se han dejado engatusar por las bondades de Morfeo. Y bien que han hecho.
Si has llegado hasta este párrafo, estaría bien que supieras que en lo meramente futbolístico el partido ha tenido muy poquito que llevarse a la boca. Dos escaramuzas del debutante Juanmi en la primera parte y poco más.
Parada salvadora de Nyland
Mediado el primer periodo el ya ex bético estuvo muy cerca de lograr batir de vaselina a Nyland, pero el meta noruego despejó a córner con una estirada muy estética. Más clara todavía fue la que tuvo el delantero malagueño al borde del descanso, que ejecutó muy mal un mano a mano franco ante el cancerbero sevillista, que ni siquiera tuvo que tocar la pelota para evitar el gol.
Una vez expuesto que el partido no pasará a la historia por su belleza, cabe reseñar que, al igual que ocurre en todos los encuentros, hubo cosas que analizar y relatar. Por un lado, hoy ha debutado Akor Adams, el delantero nigeriano apenar ha aparecido durante el cuarto de hora que García Pimienta le ha dado. Ni chicha ni limoná. Habrá que seguir atentos las evoluciones del ex del Montpellier.
El que sí apunta a ser un fichaje acertado –aún es prontísimo para juzgarlo con conocimiento de causa– es el de Rubén Vargas. El extremo suizo está respondiendo con buenas actuaciones a la confianza que el técnico hispalense le está dando desde que aterrizara en Nervión el pasado 10 de enero. Tiene desborde, es descarado y entiende el juego.
Menos halagüeñas son las sensaciones que ha vuelto a transmitir Chidera Ejuke. Lleva jugados tres ratos desde que se recuperara de su importante lesión, y en ningún momento ha demostrado la incidencia en el juego que tenía antes de pasar por la enfermería.
Pobre empate antes de recibir al Barcelona
Y en cuanto a cómo sabe este punto, está claro que es un paso atrás en las aspiraciones de meterse en la pelea por Europa, entre otras cosas porque la semana que viene pasan por el Ramón Sánchez Pizjuán unos tales Lamine Yamal, Lewandowski, Raphina, etcétera.
Y si hablábamos al inicio de esta crónica de la imprevisibilidad del fútbol y sus excepciones, no hace falta recordar lo que ocurre cada vez que el Fútbol Club Barcelona visita Nervión. De confirmarse lo que las casas de apuestas dicen, el Sevilla firmaría un pírrico 2 de 9 que a buen seguro le haría volver a tomar distancia con los puestos nobles de la clasificación. Pero esa será otra historia.