Eva Miranda, ilustradora: “No soy la musa. Soy la artista”


El 8 de marzo, Día de la Mujer, Eva Miranda compartía en redes sociales una frase contundente: “No soy la musa, soy la artista“. Una declaración de intenciones que reivindica el papel de la mujer no como inspiración ajena, sino como creadora, dueña de su talento, esfuerzo y conocimiento.
Ilustradora y diseñadora gráfica, Eva es la autora del cartel de la última edición de las jornadas El Folio en Blanco, organizadas por la Escuela Superior de Enseñanzas Artísticas de Osuna (ESEA). Su obra, de estilo naíf en blanco y negro con sutiles toques de color, se mueve entre lo emocional y lo cotidiano. A través de su alter ego en redes sociales, Bombina, nos invita a descubrir su particular visión del mundo.
La conocemos más a fondo en esta entrevista concedida a El Pespunte.
Eva, nos encantó esa frase que compartías el 8M, ¿qué significa para ti esa fecha recientemente celebrada?
Es un recordatorio de que la imagen y el lugar de la mujer en la sociedad aún necesitan ser cuestionados y reconstruidos desde una mirada más justa y consciente.
A pesar de siglos de lucha, sigue habiendo un ruido silencioso que acompaña a esta reivindicación… Cada vez hay más disconformidad sobre cómo avanzar hacia una equidad real, pero la verdad es que alcanzar ese equilibrio requiere un entendimiento sincero, pacífico e igualitario entre géneros. Es un arduo camino pero necesario.
También es un día para dar voz a mujeres que tuvieron que callar por miedo o por prohibiciones, para reconocer a las que aún luchan por ser escuchadas o simplemente ser, y honrar la valentía de esas mujeres que, con miedo, allanaron el camino antes que nosotras.
Como creadora y artista, siento que es una invitación a reflexionar sobre nuestra propia narrativa (quiénes somos, qué contamos y desde qué lugar lo hacemos). Y sobre todo, es una oportunidad para visibilizar historias de mujeres que nos inspiran y acompañan, recordándonos que la creatividad también es una poderosa forma de resistencia y reivindicación a lo largo de la historia.
Has realizado el cartel de la IV edición de las Jornadas El Folio en Blanco que ahora comienzan. Háblanos de él.

He querido representar con este cartel, la idea de que enfrentarse a un folio en blanco es un desafío creativo lleno de posibilidades, pero también de incertidumbre. Los ojos simbolizan el juicio de los demás y la autocrítica, además, la necesidad también de encontrar una mirada propia. La ilustración refuerza el concepto de pausa, reflexión e introspección ante el vacío.
¿Qué es para ti un folio en blanco?
Un desafío creativo y un atrevimiento. Es el vértigo de no saber por dónde empezar y, al mismo tiempo, la emoción de que cualquier cosa puede nacer ahí. No es el vacío, es una infinidad de posibilidades.
El día de la presentación del cartel, la marca Aceite 1881 te obsequió con aceite de oliva virgen extra equivalente al consumo de todo un año. ¿Lo has probado ya?
¡Sí! Estamos encantados, tanto mi familia como yo ya hemos consumido el aceite y nos encanta. Ha sido una suerte poder disponer de tantos litros que he podido repartir con la familia y algunos amigos.
¿Cómo se inspira Bombina?
Me inspiro en una mezcla de experiencias personales, emociones cotidianas y una visión íntima del mundo. Es un reflejo de mí misma, pero también algo más generalista, no siempre me inspiro en experiencias personales, sino también en lo que observo y percibo en otros. Me gusta cobrar vida a la cotidianeidad con un toque poético, de manera que la sencillez no está reñida con un mundo algo más onírico y emocional. Suelo pecar de aires nostálgicos y algo de ensueño.

Conservo una estética naíf en blanco y negro con toques de color que refuerzan algún punto de la obra, puede ser sensualidad, calidez o inocencia, entre otras… Recurro a temas como la naturaleza, el café, los perros, el folklore, el mundo de las emociones y los ritmos pausados.
Eva, sueles hablar de tu trabajo como una mezcla entre lo emocional y lo cotidiano. ¿Qué hay de emocional en el día a día que nos pueda servir para el arte?
El día a día está lleno de pequeñas emociones que pueden convertirse en arte si sabemos cómo, la observación es primordial para educar la mirada y la mente. Suelo hablar de la introspección para la búsqueda de ideas, pero lo cierto es que las ideas vienen de los lugares más sencillos y los momentos más mundanos del diario.
En el arte, a veces, lo más simple es lo que más nos conmueve: un buen libro, una charla, un paseo, ver una exposición, conocer a gente nueva, tener experiencias de autoconocimiento, conocerse y desconocerse cuantas veces se necesite.

¿Cómo ha influido en tus ilustraciones tu pasión por la poesía y la fotografía?
Mi pasión por la poesía y la fotografía influye en mi ilustración porque me enseñan a mirar y a narrar de otra forma. La poesía concreta me ayuda a jugar con el significado y la forma, a condensar emociones en un solo golpe visual. La fotografía, en cambio, me entrena el ojo para la composición, la luz y los detalles. Ambas disciplinas conviven en mi proceso creativo, dándole a mis ilustraciones un enfoque más narrativo, simbólico y experimental.

¿La experimentación se debe comprender o solo se debe sentir?
La experimentación no es más que aventurarse a campos artísticos, en este caso, que aún no hemos testeado y que nos llama la atención por algún motivo. Puede despertar aquello que teníamos dormido, sobre todo la creatividad hay que ponerla a prueba tantas veces como podamos. Es el ensayo – error de toda la vida.
Has sido una de las ponentes de estas jornadas de diseño y creatividad de Osuna, ¿qué le contaste a todos los asistentes?
En mi charla “Un guiño al tercer ojo”, compartí con los alumnos de la ESEA mi propio viaje creativo a través de mi marca personal, Bombina, que es mi pseudónimo. Les hablé de cómo ha evolucionado con el tiempo, pasando por distintas fases: desde una etapa naíf, llena de curiosidad y crítica, hasta un momento más introspectivo, donde la madurez y el autoconocimiento han tomado protagonismo en mi obra.
A la vez, introduje una nueva dimensión en mi proceso: la poesía concreta. En una fase más experimental de mi vida, comencé a usar las palabras no solo como significado, sino también como imagen, jugando con su disposición en el espacio para expresar emociones y contar historias de una manera diferente. Para mí, la ilustración y la poesía conviven con un mismo propósito: explorar, cuestionar y transmitir, aunque cada una con su propio lenguaje y técnica.
En esta charla, no solo narré mi evolución creativa, sino que también reflexioné sobre el proceso: los bloqueos, las dudas, los momentos de inspiración y cómo cada etapa nos acerca a una versión más auténtica de nuestra propia voz artística.
¿A quién le harías un pespunte?
A todas aquellas personas y proyectos que dejan huella en el mundo del arte y la creatividad, pero que a veces pasan desapercibidos. Me interesa coser con hilo visible las historias de quienes exploran nuevas formas de expresión, de quienes se atreven a cuestionar y reinventarse.
Periódico joven, libre e independiente.
Fundado el 24 de noviembre de 2006 en Osuna (Sevilla).