Este es el pueblo de la provincia de Sevilla que debes visitar en Semana Santa


El eco de los tambores resuena en las estrechas calles mientras los pasos avanzan de forma portentosa. La Semana Santa en esta localidad sevillana ha forjado una identidad propia, bebiendo de influencias tanto de occidente como de oriente. Desde el Domingo de Ramos hasta el Sábado Santo, cada procesión ofrece una estampa única, resultado de siglos de devoción y evolución.
Una celebración que ha evolucionado con el tiempo
Desde hace siglos, las hermandades han mantenido una fuerte presencia en la vida religiosa y cultural del municipio. La Cuaresma ha servido como antesala con actos cultuales, pregones y concursos de saetas que han reunido a fieles y curiosos en templos y plazas. Con el paso del tiempo, esta celebración ha adquirido matices propios que la diferencian de otras manifestaciones sevillanas.
Las procesiones inician su itinerario cada día de la Semana Santa con un estilo propio. El Domingo de Ramos, la primera de ellas pone en la calle la imagen del Dulce Nombre (también conocido como el Niño Perdido), la Borriquita y la Virgen de los Desamparados rodeada de niños vestidos de nazarenos con cera y palmas. Se inicia un Domingo de Ramos cuando se abren las puertas de Santo Domingo una iglesia que es uno de los grandes exponentes del barroco andaluz. La estampa de este primer día de la Semana Santa es única para los sentidos: los naranjos que flanquean la entrada del templo desprenden un aroma a azahar espectacular y la plaza que acoge el busto del hijo predilecto ursaonense, Francisco Rodríguez Marín, se encuentra a rebosar.
Ya el Lunes Santo, un Vía Crucis conduce el portentoso caminar del Cristo de la Humildad, titular más antiguo de la hermandad que procesiona en la tarde del Jueves Santo en la localidad. La Vera-Cruz hace lo propio cada Martes Santo con sus tres pasos. El Cautivo o «el Cristo de la Caña» -como se le conoce por los vecinos de Osuna- y recién nombrado por la corporación como Santo Ecce Homo del Portal. La segunda imagen que procesiona lo hace en un paso de estilo gótico y se trata del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz, es el más antiguo de los que procesionan en la Semana Santa de Osuna y cuenta la leyenda que fue tallado con madera que trajo Cristóbal Colón de América y, por último, la Virgen de la Esperanza, con su paso de estilo «neo egipcio» con detalles únicos como esfinges y detalles orientales. Esta Virgen procesiona bajo palio y acompañada de la imagen de San Juan Evangelista. Esta Hermandad pone en la calle tres bandas de música, una por cada paso y durante su estación de penitencia se pueden escuchar multitud de saetas.
El Miércoles Santo, este pueblo es testigo del amor de un barrio a sus titulares con la Hermandad de Fátima, la más joven de la Villa Ducal que hizo su primera estación de penitencia el pasado año 2024. Esta hermandad pone en la calle dos pasos: el Señor de la Salud y la Virgen de la Encarnación. Para el primero de ellos, la hermandad anunció este año que el reconocido imaginero Darío Fernández trabaja en un misterio para completar la escena. Hay que destacar que ese mismo día pero ya entrados en el Jueves Santo, a partir de las 12 de la noche sale a la calle el Santísimo Cristo de la Misericordia acompañado de un sobrecogedor silencio acompañado de un tambor sordo tras su caminar y para cuya procesión el Ayuntamiento apaga las luces de las calles del pueblo a su recorrido en señal de luto y de recogimiento.
El día grande de la Pasión
El Jueves Santo, marcado por dos hermandades muy vinculadas a sus respectivos barrios: la Hermandad de Jesús Caído, que al igual que la del Domingo de Ramos, sale del templo de Santo Domingo y en su estación de penitencia discurre en parte al que fue su barrio por el entorno de la Iglesia de la Merced, hoy desacralizada. Esta hermandad pone en la calle dos pasos, el de Ntro. Padre Jesús Caído y el palio de la Virgen de los Dolores. Por otro lado, la Hermandad de la Humildad y Paciencia pone a rebosar los cantillos del Carmen con su portentoso misterio de Jesús Atado a la Columna y su Virgen de la Soledad. Esta hermandad sale del convento de los Padres Carmelitas de la localidad.
El Viernes Santo concentra la mayor afluencia de público. La jornada comienza con la salida de Jesús Nazareno a primera hora de la mañana, al alba, acompañado por multitud de fieles, nazarenos y penitentes. Tras él, la Dolorosa de la Orden Servita, la Virgen de los Dolores, protagoniza un encuentro con su hijo, el Nazareno, en la explanada de la Colegiata. Ambas hermandades suben hasta la zona alta del pueblo donde en una gran chicotá de más de una hora los costaleros no hacen ningún descanso y son acompañados y alentados por una multitud de personas que le acompañan frente al paso. En la tarde del Viernes Santo, la Hermandad de la Paz, con su crucificado el Cristo de la Pax, que este año estrena la canastilla dorada y la Virgen del Mayor Dolor que parten de la Iglesia de Consolación donde se encuentra la patrona de Osuna. Y desde otro punto de la localidad la Hermandad de la Quinta Angustia, acompañada musicalmente por la Unión Musical Astigitana, uno de los grandes estrenos de la Semana Santa del año anterior. Finalmente, el Sábado Santo cierra la Semana Santa de Osuna con la procesión de la Hermandad del Santo Entierro en la que procesionan en primer lugar, el Triunfo de la Santa Cruz, conocido como «la canina». En segundo lugar, el Señor Yacente en una espectacular urna barroca y, por último, la Virgen en su Soledad y Amargura.
La Semana Santa de Osuna: un sello inconfundible
A medio camino entre Sevilla y Granada, esta localidad ha logrado mantener un estilo propio de portar los pasos. Muchas cofradías han conservado el llamado «estilo ursaonense», en el que los costaleros cargan los pasos sobre sus dos hombros desde el interior. Otras, en cambio, han adoptado el uso del costal, característico de la capital hispalense. Todavía algunas hermandades conservan la tradición de que uno de sus hermanos, el capataz, va ataviado también con la túnica de la corporación a diferencia de la capital hispalense que salen en traje.
La Semana Santa de Osuna es el resultado de una fusión de tradiciones que ha consolidado un sello propio. Su patrimonio imaginería, con obras de Juan de Mesa, Luisa Roldán o José de Mora, ha enriquecido una celebración que, año tras año, ha seguido cautivando a fieles y visitantes. Todo eso junto a un marco espectacular y único cargado de historia, monumentos y estampas increíbles hace de la Semana Santa de Osuna una cita ineludible para esta Semana Mayor en la provincia de Sevilla.
