Espanyol 0 – Sevilla 2 | Lukebakio marca la diferencia
- El conjunto hispalense suma su primera victoria a domicilio gracias al atacante belga, que firmó un doblete de muchísimo nivel

Dodi Lukebakio certificó anoche, si es que todavía quedaba alguna duda, que es el jugador franquicia del Sevilla 24/25. Un doblete suyo –suma cinco dianas en once partidos– en el RCDE Stadium, territorio tremendamente abonado para los intereses hispalenses desde su inauguración en 2009, ha puesto el marchamo a la primera victoria a domicilio de los de García Pimienta en la presente temporada.
El espigado atacante belga está siendo sinónimo de desequilibrio en cada partido. Está de dulce. Incisivo, fajador, incluso, lejos de la imagen granjeada el pasado curso de jugador frío y apático, se muestra mucho más implicado en el juego; hasta ha tomado galones, como ha quedado demostrado en el choque de hoy con la bronca que le ha propinado a Isaac Romero por no interpretar correctamente una de sus ya clásicas arrancadas.
Pero lo mollar de su estelar actuación, que incluso ha podido terminar en hat-trick de haber empalado correctamente un pase de Barco en la recta final del partido, han sido sus dos golazos de tremenda factura y de no menos importancia en el desarrollo del partido. Porque de inicio los blanquiazules salieron mucho más enchufados.
Daba la sensación de que los catalanes tenían el orgullo más herido que su rival tras las duras derrotas que sufrieron ambos conjuntos en la jornada precedente, y pusieron todo de su parte para resarcir el agravio de San Mamés. Impulsados por el obicuo Kral (box to box checo más que interesante llegado este verano de la Bundesliga), los locales mostraron mucha más intensidad, ganando todas las segundas jugadas y encerrando a los nervionenses en su campo.
Pero claro, hablamos de un recién ascendido. La mecha del Espanyol llega hasta donde llega. Pasado el cuarto de hora, el Sevilla consiguió bajar el suflé ‘periquito’ y alzarse con el dominio del balón. En cuanto los de rojo enlazaron cuatro pases seguidos, una auténtica quimera hasta ese momento, lograron dejar en posición ventajosa al inspirado Lukebakio, que soltó desde la frontal del área un inapelable latigazo a la escuadra de bellísima factura que hizo estéril la estirada del meta Joan García.
El tanto supuso un mazazo para los voluntariosos futbolistas de Manolo González y dio paso a los mejores minutos del Sevilla, que se impuso en la zona ancha gracias a las buenas prestaciones de Sambi Lokonga, una de las cuatro novedades con las que arrancaba García Pimienta respecto a la alineación que presentó hace cinco días en la debacle de Montjuic.
Las otras tres han sido Nianzou, que regresaba tras cumplir sanción por su expulsión en el derbi y ha ocupado el lugar de Marcao en el eje de la defensa; Idumbo, que ha debutado como titular en el extremo izquierdo en detrimento del lesionado Ejuke; mientras que el canterano Juanlu ha vuelto al once –no lo hacía desde la jornada cuarta de LaLiga ante Girona– tras dos partidos sin disponer de minutos para hacer de mediapunta en el sitio de Peque, muy desafortunado ante el Barça.
De esta terna, el que mejor ha rendido en Cornellá-El Prat ha sido el central francés, que está respondiendo a la confianza de su técnico asentando en la retaguardia y formando una prometedora pareja (por edad y por margen de mejora) junto al líder de la zaga sevillista, Loïc Badé.
El equipo andaluz marcaba el ritmo del partido y se acercaba al segundo gol con peligro. Tanto es así, que al filo del descanso Lukebakio penalizó la pasividad de la defensa españolista para clavar otro zurdazo a la red, en este caso tras jugada trenzada dentro del área con Juanlu e Isaac.
El segundo acto tuvo muy poca historia. Aunque los locales no perdieron la cara al partido y merodeaban la portería hispalense (lanzaron once córners por dos del Sevilla), la solidez del entramado defensivo planteado por García Pimienta no dejó lugar a una sola ocasión entre los tres palos en todo el partido (salvo un lanzamiento escorado al filo del descanso). Lo más destacado en clave sevillista fue la preocupante lesión de Nylan, no tanto por la gravedad de la misma pero sí por la escasa confianza que inspiró Álvaro Ferllo, su sustituto.
De hecho, el cancerbero, ex del Espanyol, de donde no salió muy bien parado a tenor de la pitada que le dedicaron, estuvo a punto de liarla en la única ocasión en la que podía hacerlo. Salió a despejar un saque de esquina de un modo tremendamente alocado y sin marcar los tiempos, dando como resultado que golpeó de puño una cabeza mientras el balón estaba a dos metros. El rechace fue a parar al brazo de Gudelj, y el colegiado señaló penalti en primera instancia, aunque posteriormente rectificó tras consultarlo en la pantalla. Ojalá lo del meta noruego sea solo un susto, porque de lo contrario…
La victoria, además de encumbrar al alabado Lukebakio, deja una lectura nada baladí si nos remontamos a no hace tantas fechas, cuando sobre el Sánchez Pizjuán planeaba la palabra descenso. Y es que cuando se enfrenta a rivales de la zona baja, el Sevilla saca los partidos con cierta solvencia (Getafe, Valladolid, Espanyol), demostrando que está un escalón por encima de estos equipos, por lo que cabe descartar que los hispalenses ocuparán a final de temporada uno de los tres últimos puestos de la tabla. Partiendo de ahí, igual el aficionado puede soñar con alcanzar Europa (Europa League o Conference), aunque los sueños, sueños son.
