¿Es la especialización en sostenibilidad la clave para combatir el desempleo en España?


La paradoja del mercado laboral español es digna de estudio: mientras el país registra cifras de paro que lideran rankings europeos, también enfrenta una escasez significativa de trabajadores especializados.
De cara a los próximos años, se calcula que España necesitará un millón de profesionales con formación específica, un déficit que podría convertirse en una oportunidad para quienes decidan apostar por la formación en sectores clave, como la sostenibilidad medioambiental.
Se trata de un área que, más allá de la Inteligencia Artificial, que parece copar todas las expectativas laborales del futuro próximo, ofrece oportunidades importantes de empleabilidad.
En este sentido, expertos indican que la Formación Profesional (FP) se posiciona como una de las alternativas más prometedoras para garantizar empleo estable y bien remunerado.
Miremos en detalle cuáles son las áreas específicas, las formaciones relevantes y las habilidades para el CV, necesarias para buscar empleo en este sector.
La FP como motor del empleo del futuro
De acuerdo con el informe La Formación Profesional ante los retos de sostenibilidad medioambiental en España, elaborado por expertos en el mercado laboral y reseñado por Business Insider, una de cada tres oportunidades laborales en 2030 estará directamente vinculada a la FP.
Los sectores relacionados con la sostenibilidad lideran esta tendencia: Energías renovables, movilidad sostenible, y la gestión de residuos encabezan la lista de áreas donde más se necesitan profesionales.
Además, el ámbito rural también experimenta un auge en la demanda de técnicos que implementen prácticas sostenibles en la producción alimentaria.
España y la Agenda 2030
El compromiso de España con la Agenda 2030, un plan firmado por 193 países para fomentar el desarrollo sostenible, ha impulsado la creación de programas de FP específicos.
Actualmente, existen 60 ciclos formativos verdes, divididos en 22 de grado medio y 38 de grado superior. Estas especializaciones abarcan desde la rehabilitación energética de edificios hasta la tecnología aplicada a la sostenibilidad.
El interés por estos programas ha crecido exponencialmente, con más de 400.000 estudiantes matriculados en 2023, lo que representa un aumento del 74% en los últimos diez años. Sin embargo, la demanda sigue superando la oferta formativa.
Una demanda difícil de cubrir
Aunque el auge de la FP es evidente, persisten importantes retos. Entre 2025 y 2035 se prevé la generación de 12 millones de oportunidades laborales, de las cuales 3,3 millones estarán relacionadas con la FP.
Sin embargo, muchas empresas tienen dificultades para encontrar candidatos con la formación adecuada.
Este desajuste refleja, en parte, el estigma que aún arrastra la FP como un plan B frente a los estudios universitarios, en un país en el que sigue predominando el peso de un título.
El auge de la transición energética y sus oportunidades
Los perfiles técnicos vinculados a la transición energética lideran la lista de los más demandados. Entre ellos destacan:
- Técnicos en energías renovables (solar y eólica).
- Especialistas en rehabilitación energética de edificios.
- Profesionales en movilidad sostenible y vehículos eléctricos.
- Gestores de residuos y técnicos en economía circular.
En áreas rurales, también se necesitan expertos en producción alimentaria sostenible, una actividad que gana relevancia frente a los retos del cambio climático.
Las habilidades clave para destacar en el sector energético
De igual manera, un informe de la firma de RR. HH., Synergie, apunta que el crecimiento del sector de las energías renovables no solo requiere formación académica, sino también el desarrollo de habilidades específicas que las empresas valoran especialmente:
Habilidades duras esenciales en energías renovables
Los puestos en este sector, requieren algunos conocimientos esenciales para cubrir sus vacantes:
- Certificaciones en prevención de riesgos laborales (PRL): estas garantizan que los profesionales estén preparados para trabajar de manera segura en entornos complejos.
- Conocimiento de normativas: cumplir con regulaciones locales e internacionales es fundamental para evitar sanciones y garantizar la sostenibilidad de los proyectos.
- Diversificación formativa: conocimientos en áreas como energía solar, eólica o fotovoltaica permiten a los profesionales adaptarse a distintos proyectos y necesidades.
Habilidades blandas más valoradas
Las habilidades blandas también son imprescindibles para los profesionales del sector:
- Gestión de proyectos: los sistemas de energías renovables requieren planificación y organización eficiente. Desde el diseño hasta la instalación, una gestión adecuada asegura el éxito de los proyectos.
- Resolución de problemas: Identificar y solucionar imprevistos durante el desarrollo de proyectos es clave para garantizar resultados.
- Trabajo en equipo: Los proyectos energéticos involucran a numerosos profesionales, por lo que la colaboración y la comunicación efectiva son esenciales.
- Liderazgo: Coordinar equipos y tomar decisiones estratégicas asegura la correcta ejecución de los objetivos.
- Adaptabilidad: La evolución constante de la tecnología y las regulaciones exige flexibilidad y actualización continua.
El camino hacia un empleo seguro
Para quienes deseen adaptarse a las demandas del mercado laboral, la clave está en apostar por una formación específica y continua.
Muchas comunidades autónomas ya ofrecen becas y subvenciones para fomentar la inscripción en ciclos formativos orientados a la sostenibilidad y la tecnología.
Además, los cursos especializados y las certificaciones adicionales son herramientas esenciales para destacar en sectores competitivos.
La tecnología y la sostenibilidad no solo transforman el mundo laboral, sino que también ofrecen una oportunidad única para garantizar empleo estable en un país donde la paradoja del desempleo y la falta de mano de obra especializada siguen marcando el debate público.

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