ENTREVISTA | Juan Ignacio Zoido, eurodiputado del PP: “Pedro Sánchez ha perdido toda su fama internacional entre los máximos dirigentes europeos”

- El ex ministro ha expresado que, gracias a la gestión de Juanma Moreno, ‘Andalucía ha dado la vuelta a la imagen internacional que proyecta’

Conversamos en El Pespunte con Juan Ignacio Zoido, eurodiputado del Partido Popular, sobre los retos y perspectivas de las próximas elecciones al Parlamento Europeo que se celebrarán este domingo 9 de junio.
Entrevistamos al que fuera ministro del Interior (2016-2018) con Mariano Rajoy y ahora de nuevo candidato a eurodiputado. Zoido, cuenta con una destacada trayectoria en la política española y europea, comparte sus opiniones sobre las prioridades del PP en Europa, la importancia de la participación ciudadana en estos comicios y cómo su partido pretende abordar los desafíos actuales a los que enfrenta la Unión Europea.
Abordamos con él temas como la política agraria, la migración, la política exterior, el sector aeroespacial o la amnistía.
Vemos Europa muy lejos. ¿Por qué es importante para los sevillanos votar el 9 de junio?
Porque más de la mitad de la legislación que nos afecta en nuestro día a día se aprueba en el Parlamento Europeo, no en los ayuntamientos, comunidades autónomas o el Congreso de los Diputados. En concreto, el 60% de las leyes.
La Unión Europea marca las directrices para que los países miembros pongan en marcha sus modelos de Estado del bienestar. Además, es el organismo a través del cual creamos una economía común más competitiva y sólida. Sin Europa, no se hubiera experimentando el crecimiento económico que han sufrido nuestras ciudades desde el ingreso de España en la UE.
Con 720 diputados, ¿cómo se ponen de acuerdo?
Con meses, a veces años, de negociación y acuerdo. Uno de los proyectos aprobados y más conocidos del Parlamento Europeo en los últimos meses, el Pacto de Migración y Asilo, ha necesitado de una década de negociación.
El procedimiento de la UE está diseñado para evitar errores de cálculo, decisiones precipitadas y, en definitiva, herencias desastrosas por una mala gestión. Como tememos que pase en España cuando cambie el Gobierno.
En el Parlamento Europeo no hay mayorías absolutas, por lo que las reuniones para negociar y unificar criterios son constantes. No solo entre partidos distintos, también entre las delegaciones nacionales del mismo partido.
¿Se han entendido en Europa las semanas que estuvieron los agricultores de huelga en España?
Sí, esas mismas protestas se reprodujeron por toda Europa. Frente al Parlamento Europeo llegaron unas semanas antes que en nuestro país.
Los agricultores llegaron a la calle porque ya no podían aguantar más. La izquierda y los verdes han propuesto una agricultura en que el crecimiento económico es incompatible con la producción y la sostenibilidad. El campo dijo basta a demonizarlos.
En general, estos grupos que he mencionado han tomado una actitud especialmente paternalista con los agricultores. ¡Le decían cómo cultivar bien a personas que llevan décadas recogiendo su cosecha! Con bien me refiero a de manera sostenible, sin dañar la tierra. La posibilidad de que los agricultores no estuvieran interesados en cuidar sus terrenos, que es su herramienta de trabajo y su medio de vida, solo cabe en la cabeza de alguien que está muy despegado de la realidad.
Si yo le digo PAC, ¿qué me dice usted?
Alimentos de calidad a buen precio. Ese es el sentido primigenio de la PAC, pero en los últimos años se ha ido desvirtuando. En los últimos años, han intentado usar la PAC para reducir el uso de fitosanitarios, como plataforma para la recuperación de la biodiversidad o para la recuperación de especies autóctonas.
La PAC puede contribuir a ello, sin duda, pero no se pueden descargar todas las responsabilidades medioambientales de la Unión Europea en los agricultores. Sobre todo, en el contexto actual de competencia desleal por parte de terceros países y de tensiones geopolíticas que nos dejan un futuro incierto, poner en riesgo nuestra seguridad alimentaria es una temeridad.
¿Queda algo por hacer en la UE y se puede hacer a corto plazo para mejorar los problemas del sector agroalimentario español?
Por supuesto, queda mucho por hacer. En primer lugar, evitar que los partidos de la izquierda y los verdes, que aceptaron a regañadientes la flexibilización de algunas medidas de la PAC aprobadas en el último pleno, vuelvan a la carga con sus exigencias a los agricultores. La cerrazón ideológica no puede imponerse a las condiciones laborales de los agricultores.
En cuanto lleguemos a Bruselas, el PP seguirá con la misma hoja de ruta de conseguir una PAC bien financiada para nuestros agricultores, ofrecer herramientas y soluciones al campo, reducir la carga burocrática, reforzar los mecanismos para que la Ley de Cadena Alimentaria se cumpla correctamente y trabajar por la implementación de unas cláusulas espejo que frenen la competencia desleal a nuestros productos. El PP es el partido de los agricultores, somos quienes mejores defendemos sus intereses. Tenemos que claro que no podemos poner en riesgo nuestros alimentos.
¿Se puede hacer algo desde la Unión Europea para que haya jóvenes que se ilusionen por que vean en el campo una salida laboral seria?
Ya lo estamos haciendo, y tenemos por delante un trabajo ilusionante. En el PP, observamos como una oportunidad muy importante que la Unión Europea apoye con financiación el empleo juvenil de calidad y la transformación digital para que el empleo tecnológico pueda aterrizar en el campo.
Actualmente, ya hay jóvenes informáticos que, por ejemplo, están optimizando sus cultivos a partir de big data. ¡Eso está pasando en Andalucía! También tenemos que hacer un trabajo de divulgación, contando el nuevo paradigma de empleo que está ocurriendo en el campo.
Cuando en las aulas, en las facultades de Matemáticas o Estadística haya alumnos con intención de trabajar en el campo, habremos conseguido uno de nuestros objetivos. Previamente, habrá que dotar al medio rural de medios e infraestructuras para que la vida sea atractiva.
El Pacto de Migración y Asilo. ¿Por qué es beneficioso para Andalucía?
Porque va a crear un fondo de solidaridad para que los Estados miembros no hagan frente a las presiones migratorias solo con fondos propios y porque, de estos, las zonas litorales recibirán más fondos. Esto es especialmente beneficioso para Andalucía, cuya ubicación geográfica la convierte en una de las vidas de entrada de Europamás utilizadas por los inmigrantes.
El compromiso para aprobar el Pacto de Migración y Asilo fue que un país o región europea, por el hecho de estar en una zona de interior o alejada de las vías de entrada de inmigrantes, no les exime de hacer frente al reto migratorio europeo. Ha costado diez años aprobar este Pacto, pero estamos confiados en que, durante los próximos dos años, trabajaremos de manera coordinada para implementarlo de la mejor manera posible. Lo que estábamos haciendo hasta ahora no estaba funcionando, a la vista de los resultados.
CGPJ bloqueado, independentistas sin arrepentirse que son perdonados, apoyo a Hamás… ¿es una garantía estar en la UE?
La Unión Europea es la mejor herramienta para garantizar el Estado de derecho entre sus miembros, un guardarraíl para que nuestras democracias no descarrilen. Lo estamos viendo con la Hungría de Orban, a quien el PP expulsó de su grupo por vulnerar su democracia.
En la actualidad, no solo gracias al criterio y las recomendaciones de la UE sino también a través del control presupuestario, Bruselas puede garantizar la calidad de nuestras democracias. En las últimas semanas, la Unión Europea viene investigando cómo el Gobierno de España gestionó los fondos europeos durante la pandemia y la compra de material sanitario.
Sevilla no solo son servicios. En el desarrollo del sector aeroespacial en Sevilla, ¿qué papel juega la Unión Europea?
Sin duda, la Agencia Espacial Española contribuirá a los trabajos de la Agencia Espacial Europea (ESA). Sevilla ya es un polo aeronáutico importante en España y en la industria de seguridad y defensa europea, por volumen de facturación y por los proyectos que se desarrollan en nuestra ciudad. Ahí tenemos a Airbus como gran proyecto europeo aeroespacial, afincado en Sevilla.
Con la puesta en marcha a pleno rendimiento de la Agencia Espacial Española, las oportunidades de creación de empleo y crecimiento democrático se multiplicarán. También en el sector de la investigación y en las facultades universitarias. España es un país fuerte en la Unión Europea y la creación de esta agencia ha sido una noticia bien recibida en Bruselas.
¿Qué imagen tienen en Europa de Sevilla y Andalucía?
Muy distinta a la que había cuando llegué, Andalucía ha dado la vuelta a la imagen internacional que proyecta. Antes, cuando empecé en el Parlamento Europeo en 2019, nuestra comunidad autónoma era sinónimo de estancamiento, de herencia corrupta y de lugar sin remedio. Ahora, muchos colegas me paran por el Parlamento Europeo para preguntarme por qué ha pasado en Andalucía.
Por ejemplo, los neerlandeses y los alemanes me piden venir a conocer la planta de hidrógeno verde en Huelva o el centro de excelencia de ciberseguridad de Google en Málaga. Por fin estamos consiguiendo la imagen que merecemos los andaluces, el de una tierra de oportunidades, de buena calidad de vida y de crecimiento.
Tenemos mucho que agradecerle a la visión y la gestión de Juanma Moreno para que Andalucía haya cambiado tanto en tan poco tiempo. Andalucía se admira en Europa.
¿Y qué opinión hay de la agitada actualidad política nacional, con una amnistía a separatistas, la mujer del presidente investigada por corrupción, un Gobierno con una frágil mayoría, sin presupuestos aprobados…?
De mucha extrañeza. Puedo decirle que casi nadie ha entendido la amnistía, Puigdemont era un político absolutamente irrelevante en la vida parlamentaria hasta que fue resucitado tras el 23-J. A los eurodiputados y trabajadores les ha sorprendido que España, una democracia robusta y fundamental en el proyecto europeo, haya perdido buena parte de su credibilidad como Estado por estar sujeta a los volantazos del Gobierno y las ocurrencias de nuestro presidente.
Los relatos de la máquina del fango, de los bulos y de que tenemos jueces a sueldo no han calado en absoluto más allá de nuestras fronteras. Lo malo es que, cuando algún colega nos pregunta, porque muchos quieren entender bien lo que pasa a diario en nuestro país, yo cada vez encuentro menos explicación a todo. Con las últimas noticias, Pedro Sánchez ha perdido toda su buena fama internacional entre los máximos dirigentes europeos y la prensa que se publica en Bruselas.
Antes del caso de la compra de mascarillas, a finales de la Presidencia del Consejo de la Unión Europea, el Parlamento ya presenció con estupor cómo Pedro Sánchez llamaba nazi al presidente del Grupo Popular Europeo, Manfred Weber. Aquello, además de un bochorno para la delegación española, fue rechazado por nuestros compañeros del hemiciclo.
No es casualidad que las últimas noticias en materia de política exterior española hayan venido de la mano de declaraciones y conflictos diplomáticos, hace meses que no tenemos reuniones importantes con jefes de Estado que son socio. Lamentablemente, poco a poco nos estamos aislando del grupo de influencia de la Unión Europea.
