¿Enseñamos o educamos?

Exponía el padre en la sesión de tutoría la preocupación de que su hija le estuviera engañando en las notas al entender éste que las mismas no se correspondían con los conocimientos adquiridos.

Mi hija no tiene ni idea del reinado de los Reyes Católicos –decía el padre- y me ha presentado un 8 como nota del trimestre. Le he preguntado si conoce la fecha de la conquista de Granada, lo que supuso la unión de Castilla y Aragón, la expulsión de los judíos y los gitanos y el papel de la Corona en el primer viaje de Colón y, sinceramente, le puedo decir que mi hija no tiene ni idea y por ello creo que me ha falsificado el 8.

El tutor contestó: “No hombre, lo que ocurre es que usted no conoce que el sistema educativo ha cambiado de su tiempo a hoy. Hoy no nos centramos tanto en los conceptos y contenidos como en los procedimientos racionales mediante la aplicación del proceso enseñanza-aprendizaje combinado con la transversalidad de asuntos como la solidaridad, la tolerancia o el lenguaje no sexista. Su hija, probablemente, habrá desarrollado de forma óptima las competencias básicas recogidas en la normativa y habrá cumplido con los objetivos recogidos en el Plan de Centro y en la programación del Departamento.

No lo sé –dijo el padre- será como usted dice, pero mi hija no sabe que el reino de Granada era el último reino musulmán en la Península Ibérica, no sabe que Aragón y Castilla eran reinos diferentes antes de los Reyes Católicos, no sabe que Castilla sufragó el primer viaje de Colón a América, ni la importancia para España y el Mundo de un año como 1492. No sé si esto se encuentra en lo que usted me ha señalado o no, pero le puedo asegurar que mi hija no tiene ni idea.

Vamos a ver, le voy a explicar –señaló el tutor-: su hija no tiene que conocer obligatoriamente esos conceptos y contenidos; es más importante que vea la igualdad de género en el lema “Tanto monta, monta tanto Isabel como Fernando”, que saber realmente quiénes eran Isabel y Fernando y qué papel jugaban los monarcas y los reinos en la nueva Corona española, pues ahí estaremos educando a su hija en la igualdad de género, en la base de los elementos de una sociedad democrática y en la consideración de los individuos como personas al margen de su sexo, etc., en definitiva estaremos educando a ciudadanos y ciudadanas del siglo XXI que sabrán crecer en libertad, igualdad y tolerancia con los demás y podrá, por medio de las nuevas tecnologías, acercarse de forma inmediata a esos conocimientos que usted dice sólo con tener un ordenador.

De acuerdo, pero mi hija será una analfabeta cúbica en Historia y en cultura general, se convertirá en una excluida social en ciertos temas culturales, desconocerá la historia y será dócil ante el poder y me temo que sus conversaciones tengan un elevado componente primitivo y simplista, al margen de que el ordenador lo tenga más o menos cerca. Creo que mi hija tiene que estar aquí para aprender y yo como padre la tendré que educar, pues entonces, ¿dónde queda el saber y el conocimiento?.

A lo que respondió el profesor: En absoluto, su hija sabrá y tendrá conocimientos para enfrentarse a situaciones diversas mediante estrategias adquiridas en un mundo cambiante dentro del ámbito socio-político democrático y avanzado, donde actitudes primitivas y sexistas como pensar que sólo mandaban los reyes y no las reinas o pensar que en el acto sexual sólo monta el hombre, darán paso a la coeducación y a la libertad en el mundo de la pareja. Su hija pasará, por ejemplo, de decir algo tan machista como “el perro es el mejor amigo del hombre” a manifestarlo correctamente de acuerdo a las competencias lingüísticas y sociales diciendo “el/la perro perra es el/la mejor amigo/amiga de/de la hombre/mujer”.

El padre queda pensativo y termina agradeciendo con grandes alabanzas al profesor la preparación que está recibiendo su hija, ante lo cual preguntó el profesor que qué había cambiado en su parecer y por qué ahora veía bien lo que estaba haciendo con  su hija, a lo que el padre contestó: ahora entiendo, está usted preparando a mi hija para Ministra de Igualdad. ¡Toda una carrera!

Marcos Quijada

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  • Amigo Marcos:
    No sabes como te agradecemos que nos enseñes las bondades de los nuevos sistemas educativos.
    El tutor o tutora, igual da, no sólo enseña al niño o la niña, sino también al padre o la madre, biológico o biológica, putativo o putativa, igual da.
    Yo por mi parte estoy haciendo un Master de Escritura en Teléfono Móvil, para poder optar al Ministerio de Curtura y Nuebas Ternolojias, o algo asin, igual da.
    Por cierto, ya tengo los dos carnés (uno de cada) para el currículum.

  • Como colega de profesión que somos, un artículo sencillamente genial y fiel reflejo de la realidad existente en el sistema educativo actual. Cualquier tiempo pasado fue mejor: ay, donde te fuiste EGB?.

  • Magnifica la reflexion de Marcos Quijada,quien despues de haber perfeccionado varios quinquenios en la enseñanza,no lleva a la reflexion de que la generacion actual, por mucho que a fuerza de repetirlo nos intenten convencer,para nada esta mejor formada que la que estudiamos EGB y BUP.Cientos de desertores de la tiza deambulan por las Delegaciones de Educacion,Consejerias de toda España y pasean su arrogancia por los pasillos del Ministerio ,inventando y haciendo experimentos con la enseñanza de nuestros hijos , tirando ademas por la borda la vocacion de los docentes y echando paletadas desilusionantes sobre su perdido prestigio,amen de volver locos a los pocos padres que les interesa el futuro de la sociedad entendiendo que este sera ,precisamente su cimiento mas solido:la educacion de calidad,en libertad y restableciento el concepto de autoridad moral del que enseña sobre el educando.Gracias Marcos,viniendo de ti este esperpento que nos cuentas,goza de absoluta credibilidad

  • Llevo tres años como colega de profesión y corroboro todo lo que ha contado Marcos. Todo es esperpéntico actualmente con este sistema educativo.
    M.Carmen

  • Marcos como político y como docente conoce el sistema como pocos. Me ha encantado el texto. En plena crisis y con muchos amigos queriendo optar a la docencia, creo que ya tenemos lo último que faltaba.

    Personas dedicadas a la docencia porque no encuentran otro camino laboral. Lo respeto e incluso lo justifico. Pero creo que es el último eslabón para que el sistema educativo haga crack.

    Actualmente los políticos también han cambiado el modelo de acceso. Puede parecer más justo, pero para muchos docentes es simplemente la llegada de la inestabilidad absoluta. Otro eslabón perdido en los derechos sociales.

    ¿ Oye con quién está ahora Belén Esteban? ¡Qué mal juega el Madrid y el Betis güeno! Esa son las preocupaciones de nuestra sociedad. Y creo que todo está planificado para hacer de la sociedad una auténtica IMBECIL.

  • Sólo los “político-profesores” se toman tan en serio a sí mismos com para creerse los autores del proceso formativo de los alumnos.
    La inseguridad que suscita en buena parte del gremio la avalancha de cambios que está llamando a las puertas de la escuela les hace reaccionar con burlas a un sistema educativo del que forman parte en mucha mayor medida que las directrices del Ministerio o Consejería de turno a la que se quiere ridiculizar.
    Sería recomendable cierta dosis de recato a la hora de hablar de educación. Son pocos los que en lugar de autocomplacerse revolcándose en la pedantería para airear miserias propias añorando tiempos pasados se dedican a investigar y dar respuestas serias y reales a situaciones cada vez más complejas.

  • Mis felicitaciones por el artículo, aunque lo encuentro algo rebuscado, y es que en este tema nos encontramos con cuestiones de bulto que ni siquiera se consideran.
    Todo el mundo coincide en que llevarian a sus hijos al mejor colegio privado, si es que se lo pueden permitir. Y al mismo tiempo si fuera para trabajar, preferirian hacerlo en la pública.
    Todo esto nos dá una idea clara de que si nos importa la educación, hay que cambiar el sistema de gestión, y si nos importa el bienestar docente, quedémosno como estamos y buscando escusas.
    Lo más triste es que los perjudicados seguiran siendo los mismos. Y los favorecidos tambien los de siempre. Y así en ese equilibrio de intereses permaneceremos, a unos que no interesa y otros que tienen lo que les interesa.
    Saludos, AJ

  • El personal docente prefiere trabajar en la pública, entre otras razones, porque tiene una seguridad en el puesto de trabajo que en la privada NO tiene. Se trata pues de una razon estrictamente laboral y NO docente. Todo ello sin considerar los idearios impuestos, que tambien pueden pesar en los demandantes de trabajo, y que tal como está la cosa, se suelen tragar con más o menos agua.
    De todos modos, CON CASI DOS GENERACIONES DE ANALFABETOS FUNCIONALES, es evidente que el cambio hay que hacerlo, y los señores y señoras que han protagonizado esta debacle, lo mínimo que podian hacer es callar.
    Suerte tienen de que en vez de ser puestos ante la justicia por los daños ocasionados a su patria y a sus compatriotas, les den la Gran Cruz de Carlos III.
    No se preocupen…
    “Detrás vendrá quien bueno te hará”.

  • Si alguien pensó que el artículo es una crítica a la enseñanza pública, creo que está equivocado/a. Soy defensor de la enseñanza pública por los cuatro costados y en ningún momento pretendo que mis hijos sean educados en la privada.
    Cuando hablo de enseñanza y educación lo hago de forma satírica y ese modelo es el mismo de la pública y la privada, el que impone la ley, el Ministerio y la Consejería de Educación para todos los centros, sin distinción, de España y de Andalucía.
    En ningún momento añoro tiempos pasados ni abogo por el inmovilismo pero ello no me lleva a defender el presente modelo, dicho sea de paso, impuesto por la OCDE. Como docente que día a día conoce la realidad del aula observo un serio deterioro del modelo cuyo fundamento esencial es la escasa o nula capacidad de la Administración para saber si el modelo trata de enseñar, educar o socializar al alumnado. Todo ello acompañado de decretos cargados de retórica sobre competencias y objetivos inalcanzables y dejando de lado algo tan fundamental para una sociedad del siglo XXI, como es el conocimiento.
    Es curiosa la condición humana que piensa que su generación se enfrenta a situaciones complejas, sin atender a que ese hecho es así desde el inicio de los tiempos y que, por tanto, la complejidad es inherente al desarrollo y progreso de las sociedades. ¿Por qué la realidad es hoy más compleja para un docente que hace 35 ó 40 años?. Me parece de escaso valor argumental la complejidad del momento para justificar los escasos logros de la enseñanza hoy día,como si ello fuera un freno al modelo. ¡Ojalá el problema fuera la complejidad del momento y el objetivo fuese su superación!.
    Y termino. Mandamiento número uno del poder: “todo aquel que nos critique por el modelo, venga de donde venga, tendrá que ser tachado de inmovilista, de no comprometido, de paniaguado, de caduco, de acomodaticio,,,,” ¿Quién dice que por el hecho de criticar el sistema porque le veo fallos por todos lados y cuyos negativos resultados son evidentes y objetivos, uno no esté lo suficientemente comprometido con su alumnado y su trabajo como para darle solución a los problemas que se le plantean, e innove en el aula, en su métodos, su práctica docente….?. Probablemente si escribo sobre esto es precisamente xq estoy comprometido con la mejora de la enseñanza, porque me duele lo que veo todos los días en mi centro, en mi sociedad, y veo la escasa capacidad de solución política al problema, mimetizada en discursos políticamente correctos de personas muy cercanas al poder cuyo único cometido es el cacareo y la alabanza a lo políticamente correcto a cambio de tal o cual carguito al calor de “la innovación”. ¡Con el trabajo que nos costó llegar hasta aquí, para que ahora algunos/as pretendan queni hablemos ni opinemos!. ¡Eso sería lo último!

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