Emilio Muñoz y Antonio Navarro: un emotivo reencuentro lleno de historia en el Casino de Osuna
El pasado viernes, Osuna fue testigo de un emotivo reencuentro entre el torero trianero Emilio Muñoz y el aficionado Antonio Navarro en pleno centro, en el Casino, que este último presidió durante unos años y donde desempeñó gran parte de su vida laboral ejerciendo el noble oficio de la barbería y peluquería.
La amistad entre Antonio y Emilio viene de lejos, de aquellos años en los que Antonio alquilaba una habitación a la familia de Emilio cuando su padre, el recordado Leonardo Muñoz “El Nazareno”, organizaba corridas de toros en Osuna a finales de los 70 y, posteriormente, en otra etapa, a principios de los 80. Leonardo, además de ser un prolífico empresario taurino y el primer apoderado de Morante de la Puebla, fue quien inició a su hijo Emilio en el mundo del toreo.
Los recuerdos de aquellos días en los que Leonardo, junto a su joven hijo Emilio, llegaba a Osuna para revolucionar la afición taurina del municipio, aún están frescos en la memoria de un ya nonagenario Antonio. En muchas ocasiones, mientras se celebraban los festejos en la plaza de toros, los pequeños Emilio y sus hermanos se quedaban en casa de Antonio y su esposa, quien trabajaba como taquillera en las plazas que regentaba Leonardo. En ese ambiente, Emilio mató sus primeros becerros en la plaza de Osuna, mientras ayudaba a su padre con tareas taurinas publicitarias, pegando carteles para animar a la gran afición local a acudir al Coso de San Arcadio.
El pasado viernes, tras más de dos años de espera y un plan en secreto, Emilio Muñoz cumplió su palabra de reencontrarse con su querido amigo Antonio.
Jesús Sánchez Ortiz, fundador del Círculo Cultural Taurino de Osuna y autor del libro “Osuna y su historia torera 1904-2004”, fue el encargado de orquestar esta sorpresa con la ayuda de Ángela, la hija de Antonio, quien actuó como cómplice en todo momento.
La emoción fue indescriptible cuando Emilio apareció en el Casino para pasar un rato con Antonio, trayendo consigo los recuerdos de toda una vida compartida. El abrazo entre ambos fue un momento lleno de historia, de amistad y de gratitud, un testimonio de que el tiempo y la distancia no pueden borrar los lazos que forjan el verdadero cariño.
En palabras de Jesús Sánchez, “el gran torero Emilio Muñoz cumplió su palabra de torero” acudiendo hasta Osuna para compartir una buena conversación con Antonio Navarro, y dejó un recuerdo imborrable en los corazones de todos los presentes.
Redactor Jefe de El Pespunte.