Idas y venidasEl ursaonés David Villanueva protagonista de una importante obra teatral en Madrid
Si nosotros somos tan dados a juzgar a los demás, es debido a que temblamos por nosotros mismos. OSCAR WILDE
Y es que, así, no hay persona humana que pueda concentrarse para escribir la crónica que el director de este periódico espera desde hace una semana. Una y otra vez comienzo la crónica y, una y otra vez, pulso la tecla que borra todo lo escrito. ¿Por qué? Pues muy sencillo: ella está conectada al Facebook y, un servidor, ni se atreve a decirle nada, ni puede Salir y olvidarse de todo.
Escribir en este momento sobre ¨La alegría de vivir¨ —una de las obras más reconocidas del escritor inglés Noel Coward— dónde dos hombres están enamorados de la misma mujer, ella está enamorada de los dos hombres y las parejas se van alternando a lo largo de la trama junto a un amigo ¨más entradito en años¨ también enamorado de ella, se me hace tarea más que complicada y pienso que ojalá tuviera la misma resolución y acierto al escoger las palabras como la tuvo Francisco Vidal al escoger texto y actores. Porque eso sí: las cerca de dos horas que dura la representación no tiene parecido con el estado actual de mi Facebook.
Candela Serrat, Fernando Escudero, David Villanueva (natural de Osuna), Lorena Jiménez y Francisco Vidal son las personas que llevan a cabo la representación de ¨La alegría de vivir¨ dirigidos por Francisco Vidal en una versión llevada a cabo por José Ramón Fernández. Y un servidor, que intenta escribir la crónica de dicha obra, que ha mirado por trigésima vez su Facebook y todo sigue igual, se pregunta el por qué de no ser el mundo un poquito más sencillo y mucho más provocador como en los tres pisos diseñados por Silvia de Marta en los que transcurre la trama de ¨La alegría de vivir¨; con diálogos ingeniosos y sorprendentes, personajes guapos y simpáticos y (¡cómo no, tratándose de Coward!) atractivos y perturbadores sin perder en ningún momento un ápice de energía.
Tal vez debería dejar por unas horas el ordenador y dar una vuelta por Madrid. Porque, si algo nos enseña los personajes de ¨La alegría de vivir¨, es que la vida no está compuesta, si no que la componemos nosotros mismos a través de nuestras decisiones; ya sean acertadas, o menos acertadas. Debemos tomarnos un tiempo, el que sea preciso, y, a nuestra vuelta, podremos ver con más claridad lo que deseamos, queremos o amamos. Pero lo que decidamos, lo decidamos por nosotros mismos.
Tras toda representación viene la copita en el bar. He tenido la suerte de ver la obra y poder conversar con Francisco, Candela, Fernando y David sobre la misma. En la conversación me comentaron la primera impresión que les causó la obra nada más leerla, su visión de los personajes, el método de trabajo a seguir en una comedia, el empeño que tenía su director por llevarla a escena, etc. Todo ello es fundamental para subir un texto a metro y medio del suelo con total seguridad. Fernando me comentaba que, al principio, en las primeras lecturas y ensayos, no veía en el texto ningún toque de humor y cómo eso influía en su entusiasmo. Pero poco a poco, a través de su trabajo y el de sus compañeros, fue encontrando aquello que el director vio claro desde el primer momento.
Y es que, en la vida, como en el teatro, todo es cuestión de tiempo. Si no lo creen así, pásense por la sala Galileo de Madrid, siéntense en una de sus butacas y disfruten de ¨La alegría de vivir¨; porque disfrutarlo seguro que lo van a disfrutar.
Yo, un servidor que intenta escribir una crónica, he mirado mi Facebook y me he encontrado una 🙂 ¡¡¡¨Después de cinco horas”!!!
P.D: David, te recuerdo que tenemos una cena pendiente para disfrutar del aceite de nuestra tierra, Osuna. Y, de paso, y si Francisco lo permite, me cuentas cómo marchan los ensayos del Julio Cesar.
Álvaro Jiménez Angulo
Periódico joven, libre e independiente.
Fundado el 24 de noviembre de 2006 en Osuna (Sevilla).
