Tercer Domingo de Adviento

Hoy, tercer domingo de la preparación para la venida del Redentor, los católicos denominados este día como «de la Alegría o de Gaudete» por la primera palabra del introito de la Misa: Gaudete, es decir, regocíjense.

En este día, para el clero, se permite la vestimenta de color rosa, como signo de gozo. También hoy se enciende la tercera vela, de color rosado, invitando a los fieles a alegrarse por la inminente venida de Jesús, por ello es de la «Alegría».

Textualizamos el Evangelio del día de hoy:

«Mateo 11:2-11
2 Juan, que en la cárcel había oído hablar de las obras de Cristo, envió a sus discípulos a decirle:
3 «¿Eres tú el que ha de venir, o debemos esperar a otro?»
4 Jesús les respondió: «Id y contad a Juan lo que oís y veis:
5 los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia a los pobres la Buena Nueva;
6 ¡y dichoso aquel que no halle escándalo en mí!»
7 Cuando éstos se marchaban, se puso Jesús a hablar de Juan a la gente: «¿Qué salisteis a ver en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento?
8 ¿Qué salisteis a ver, si no? ¿Un hombre elegantemente vestido? ¡No! Los que visten con elegancia están en los palacios de los reyes.
9 Entonces ¿a qué salisteis? ¿A ver un profeta? Sí, os digo, y más que un profeta.
10 Este es de quien está escrito: He aquí que yo envío mi mensajero delante de ti, que preparará por delante tu camino.
11 «En verdad os digo que no ha surgido entre los nacidos de mujer uno mayor que Juan el Bautista; sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es mayor que él.»

Reflexión (D. Raúl Moreno Enríquez, párroco de La Victoria – Osuna -):

En este domingo, ya mas cerca de la Navidad, surge como intención el GOZO, por ello se llama el domingo de Gaudete. Una propuesta a que los esfuerzos que debemos hacer por Vivir tienen como motor esta actitud.

Por ello la primera lectura nos ayuda a ver que el gozo nace del objeto principal de Dios que es el de solucionar tu vida para que seas aún más feliz. De ahí que la segunda lectura del apóstol Santiago sea un ruego por mantenernos en la fidelidad propuesta desde el ejemplo de Cristo. Derivando todo ello en el evangelio que nos interroga para hacernos caer en la cuenta si nuestra actitud es de tener fe en el que nos nace, Cristo el Mesías, o en otros referentes que marcan nuestro modus vivendi pero que no nos hacen ser lo que de verdad somos. Gozar no es simplemente reír o buscarnos desde un placer mundano, sino más bien edificar desde Dios para construir su plan en el mundo.

María es para nosotros maestra de la Fe puesto que nos ayuda con la firmeza de su fiat a mantenernos en este proyecto de Vida.

La cuestión sería si el centro de mi vida es Cristo o si son mi yo personal con otros ejemplos.

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