Misericordia Señor, hemos pecado

MisericordiaEl día amanecía apetecible para tener una Cofradía en la calle, aunque ésta no saliese hasta la madrugada del Jueves Santo. Día de preparativos en Osuna, montaje de flores y en la Colegiata, se respiraba un ambiente de salida, de cortejo y sobre todo, de Misericordia. Se oía el silencio.

A las 0:00 h., con puntualidad británica, un nazareno llamaba, como sucede todos los años, a la puerta de la iglesia de la Colegiata, para así, dar comienzo con la Estación de Penitencia de la Cofradía.

Una Cofradía sobria, elegante y muy seria, este año sin estrenos en su cortejo. Una puesta en escena digna de ser copiada y estudiada por muchas Hermandades para ponerla en práctica, ya que el ejemplo que da la Cofradía de la Misericordia en la calle es digno de elogiar, aunque este año estuviese el rumor en la calle del cierto desorden de sus nazarenos, algo no habitual en esta Cofradía.

Mucho trabajo detrás de un excelente cortejo, no muy arropado por el pueblo de Osuna, ya que las calles, tristemente, se han visto muy desoladas en casi todo el recorrido, exceptuando la carrera oficial, algo que no merece la Cofradia, ni la Semana Santa de Osuna.

Pudimos ver el paso del Cristo de la Misericordia exornado con el monte de claveles rojo monseñor, escoltado por cuatro hachones de cera color tinieblas, mismo color que la cera de sus nazarenos. Tras el paso, el habitual tambor ronco del «China».

Tras las tres horas y media de recorrido por Osuna y tras haber escuchado una saeta cantada por Eduardo Rodríguez en la Cuesta de los Abades, la Cofradía de la Misericordia finalizaba su Estación de Penitencia dando una vez más claro ejemplo de cómo se hacen las cosas de manera magistral.

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