La imagen de la Santísima Virgen forma parte del belén parroquial

En estos días previos en los que esperamos con gozo el nacimiento del Salvador, son muchas las hermandades que cumplen con la tradición de instalar el popular belén o nacimiento. Es el caso de la Hermandad de Nuestra Señora del Rosario de Herrera, que se encarga del montaje del belén parroquial de la Iglesia de Santiago el Mayor.
Se trata de un diorama artístico donde se representa el nacimiento de cristo en un ambiente bucólico, decorado con espejos, orfebrería y diversas piezas textiles. Se consigue crear así una decoración que nos recuerda a la propia de los denominados belenes napolitanos.
La vestimenta de la Santísima Virgen hace referencia a la Inmaculada Concepción de María, portando los colores relacionados con el dogma. Así mismo, porta media luna de orfebrería dieciochesca bajo sus pies, tal y como aparece en las tradicionales representaciones de la Inmaculada, como alusión a la visión apocalíptica de San Juan. Además, la titular de la hermandad se nos muestra sedente, con atavíos de reina, portando su corona y con el pecho enjoyado. La imagen aparece acompañada de San José, cuyo atuendo está inspirado en las representaciones murillescas del santo, como por ejemplo la “Sagrada Familia del pajarito”. En ella, el Patriarca de la Iglesia aparece vestido con ropajes marrones y violetas, como símbolo de las tribulaciones que sufrió.
El pesebre se completa con la presencia de diversos frutos propios de estas fechas. Estos vienen a enriquecer el mensaje iconográfico del belén. Podemos apreciar la presencia de nueces, como vaticinio el nacimiento de Cristo, o granadas, que simbolizan la gracia plena de María, así como la virginidad que siguió conservando incluso tras el parto o la diversidad de los pueblos que conforman la Iglesia. Por otra parte, nos encontramos con algunos racimos de uvas, que nos recuerdan el verdadero motivo de la venida de Jesús al mundo: su sacrificio de salvación.
Para terminar, es de recibo recalcar la especial vinculación de la Virgen del Rosario con la Navidad. Además de su tradicional presencia en el belén parroquial, que según antiguos testimonios se remonta al menos a principios del siglo XX, es el origen de una de las costumbres más singulares de Herrera: el baile de los pastores. Una peculiar danza que data del siglo XVIII y que se realizaba en honor a Nuestra Señora del Rosario.
El próximo día de Navidad, la imagen del Niño Jesús quedará expuesta en este belén, completándose así este nacimiento para que todos los herrereños puedan recibir en su corazón al hijo de la Virgen del Rosario.
Informa: Antonio Márquez