In Memoriam de José Rivera Perea, hermano nº 1 y refundador de San Arcadio, por José M. Torres

Se fue el último hermano refundador de San Arcadio

Antes de comenzar, agradecer a El Cuartelillo por ofrecerse a dedicarle unas líneas a la memoria de mi abuelo.

José Rivera Perea, nació en Osuna el 9 de junio de 1931 en el seno de una familia cristiana, hijo de un peón caminero y una ama de casa, se crió entre la calle Fernán González y el campo con sus abuelos paternos, durante su juventud trabajó en diversas actividades agrícolas, hasta que conoció a mi abuela Ángeles, se casaron y de ese matrimonio nacieron siete hijos. Desde entonces y hasta su jubilación trabajó en su propia taberna, Taberna Rivera en la calle La Cilla esquina con calle Alfolí, donde entre amigos y campeonatos de dominó surgiría la idea de refundar la Hermandad de San Arcadio. 

Todo se fue fraguando hasta que el 29 de abril de 1962, se refundó la Hermandad de San Arcadio. Aquellos seis amigos reunidos en la Taberna, recuperaron la Hermandad del Santo patrón para Osuna. Según consta en la libreta primera, llegó a tener más de 750 hermanos apuntados, él siempre recordaba que estaba apuntado el número seis porque como era el que apuntaba, no se iba a poner por delante. En estos días en los que hemos desempolvando fotos y recuerdos, nos hemos dado cuenta de a cuánto llegó su humildad, que en una libreta donde están apuntadas las  personas que iban a formar la hermandad, en todas pone D., Sra., Srta., menos en su nombre. 

Os dejo unas breves palabras que le dediqué hace unos días y una entrevista que le hicimos en enero del 2.016.

A mi abuelo

Se marchó, partió hacia la casa del Padre, en silencio, en la intimidad de los suyos, en esta época que nos ha tocado vivir, sin poder estar cerca, abrazarnos….. pero las circunstancias mandan.

Hombre bueno, padre y abuelo ejemplar, la bondad y la templanza hecha persona, persona que sabía escuchar, y servicial a los demás, sereno en sus consejos,  amante de los viajes, de los toros, de su Sevilla, amante del campo y sus aficiones, espárragos, collejas, alcaparras, gran defensor de la naturaleza, aficionado a la cacería, tertuliante de cante flamenco y gran jugador de dominó y su campeonato en la taberna.

Entre todas esas cosas, siempre recordaremos los tantos y tantos viajes organizados a muchos sitios, playas, ciudades y pueblos, monumentos, etc.  Cuántas playas hemos conocido en todos esos años, en los que organizaba los viajes junto con autocares Arroyo, y el valor de irse con todos los nietos.

De tí aprendimos muchas cosas, sobre todo a mantener las tradiciones, como la de tu hermandad de San Arcadio, día grande en la familia de siempre, o  la pasión por la historia, con tus libros y revistas, tu pasión por los crucigramas, gran cocinero y anfitrión de los grandes eventos, aún recordamos esas paellas y papas en paseo que preparabas, pero  sobre todo la paciencia y la educación hacia los demás.

Nunca dejaste de aprender, siempre autodidacta, incansable en la lectura, en la prensa diaria, amigo de tus amigos de toda la vida, a los cuales todos conocemos, a ellos, a sus hijos y sus nietos, como Manolillo o Antonio (El Ratón), y de ir a la residencia para acompañar y conversar con los viejitos como tu decías. 

Siempre nos enseñaste que el último adiós a una persona, había que ir bien arreglado y los dolientes de negro como última señal de respeto, hoy perdónanos pues las circunstancias no son las más propicias en señales de duelo, sé que lo entenderás.

En fin, dejas una huella muy grande en nosotros.

¡Te queremos!


Entrevista a D. José Rivera Perea, Hermano fundador de la Hermandad de San Arcadio Mártir, Patrono de la Villa Ducal de Osuna.

12 de enero de 2016

¿Cuál fue el motivo que les llevó a refundar la hermandad de San Arcadio Mártir? ¿Nos podría contar como comenzó todo?

La primera idea fue de José Cádiz (Pepe Cádiz), que él fue el que dijo que San Arcadio, Patrón de Osuna no tenía hermandad, y ya que él no pertenecía a ninguna le gustaría que San Arcadio tuviera Hermandad. A eso que Manuel Pérez (Manolo el pescadero) y Rafael Martín (Maricuco) que estaban allí dijeran “eso tiene arreglo pues vamos a refundarla nosotros”, y así fuimos comentándoselo a gente y en tres días teníamos a mas doscientas cincuenta personas apuntadas, con esa libreta nos fuimos a hablar con D. José Cabrera que era el Párroco de Ntra. Sra. de la Victoria y a D. Antonio Acosta que el cura del Asilo donde estaban las Hermanitas de los Pobres y se consiguió.

¿Quiénes lo acompañaban en el momento de la refundación?

Pues todo comienza el 29 de abril de 1962, cuando estábamos D. José Cádiz Moreno, D. Rafael Martin Maraver, D. Manuel Pérez López, D. Manuel Rodríguez Ramírez, D. Antonio Lara Cruz y un servidor, que por eso siempre he tenido el número seis, ya que fui el que apunto en esa libreta los nombres de los seis que empezamos.

¿Qué siente usted al saber que la hermandad que refundó hace 54 años sigue hoy en funcionamiento?

Pues es una satisfacción enorme saber que en tu casa se fundara la hermandad del Patrón y que hoy en día sigua llevando a cabo su labor.

¿Cree que la hermandad de San Arcadio fomenta lo suficiente la devoción hacia nuestro patrón? ¿Qué consejo les daría?

Desde hace algún tiempo estoy alejado, por culpa de los males, la edad, pero por lo que oigo y pregunto creo que bien, la verdad que tampoco son aquellos tiempos en que todo el mundo se volcó con la hermandad tras su refundación, pero eso como todo en esta vida.

¿Podría contarnos alguna anécdota o uno de los momentos más significativos dentro de la hermandad para usted?

Anécdotas hubo muchas, que las recuerde bien es otra cosa. Mira una de las cosas de las que se propuso la hermandad era la de ayudar con los ancianos del Asilo.

Íbamos a visitarlos por las tardes o los domingos, le llevábamos merienda y merendábamos con ellos, otra cosa muy grande que se hizo con los ancianos fue un día de campo que gracias a don D. José López Mazuelos que puso el autobús y nos brindó su cortijo “El Cortijo Alcalá”, para que la hermanad llevase a los ancianos a pasar un día de campo.

También otro día a la zona de la Ermita de Santa Ana, también pasamos un día muy bueno con los ancianos, fue una de las cosas que se propuso la hermandad y las cumplió hasta que las monjitas se fueron de Osuna.

¿Qué piensa, en general, de las hermandades de Osuna? ¿Qué consejo les daría como persona que ha vivido muchos años dentro del mundo cofrade ursaonés?

Últimamente no estoy muy metido en el tema de las hermandades, lo único que les digo es que, para estar en una hermandad, o en una Junta de Gobierno es para colaborar, y colaborar y cada uno en su papel, es la única forma de sacar una hermandad adelante.

¿Qué significa para usted ser hermano fundador de la Hermandad de San Arcadio Mártir? ¿Por qué cree que San Arcadio es Patrón de nuestro pueblo?

Pues una satisfacción muy grande, en mi casa se ha vivido de una forma muy especial el día doce de enero.

¿Qué le diría al pueblo de Osuna en estos días que se celebra la festividad de nuestro Patrón?

Pues que tenemos que apoyar nuestras tradiciones, debemos asistir a los oficios religiosos, a las actividades que la hermandad proponga, que hace concurso de gachas y más cosas, y también durante la salida, acompañarlo que es nuestro Patrón, yo por la vista y las piernas lo suelo ver en la plaza del bacao.

¿Desea añadir algo más?

A la hermandad que colaboración, para que singan haciendo las cosas mejor posibles, y que retomen algunas de las propuestas que tuvo la hermandad como la de visitar ancianos. 

Pues sí como nieto de Pepe Rivera, como se conoce es siempre agradable recordar estas cosas que se han vivido en casa desde pequeño, es cierto que el día doce de enero se ha vivido con mucha intensidad en casa de mis abuelos, aunque ya fuese solo un hermano raso, al que tantas veces su compadre Manolo (el pescadero) le decía Pepe a ver si te pegas otra vez a la hermandad, y si, mi abuela nos cogía a los nietos mayores y al triduo y el día doce había que prepararse para salir a acompañar al Patrón, creo que la única espinita que tiene el abuelo clavada es la que ninguno hemos seguidos sus pasos en la hermandad de San Arcadio, no hemos decidido por otros caminos.

José Manuel Torres Rivera

Osuna, 14 de abril de 2020

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