Silencio,luto y reflexión

Cientos de ursaonenses de todas las edades se iban dirigiendo hacia la Insigne Iglesia Colegial de nuestro pueblo como cada noche de Miércoles Santo para poder contemplar la sobria y perfecta Estación de Penitencia con la que nos deleita cada año la Cofradía de la Misericordia.

El murmullo leve de los vecinos más pequeños del barrio de la Rehoya mientras encendían sus velas para recibir al Crucificado, el redoble ronco de un tambor solitario y el inconfundible sonido de las matracas eran los únicos sonidos que se hacían presente en la noche misericordiosa de Osuna.

La impecable luna, los hachones color tiniebla junto con los cirios eran la única luz que inundaban las calles de nuestro pueblo para alumbrar el rostro divino del imponente Cristo de la Misericordia.

Del olor se encargaba el perfecto cuerpo de acólitos con nubes de incienso entremezcladas con el azahar temprano con un toque de claveles que exornaban el paso del Señor.

Con todos estos alicientes se dibujaba un marco incomparable donde a las 23:40 horas comenzaba la oración de salida en el interior de la Insigne Iglesia Colegial de manos del Hermano Mayor y el director espiritual de la Hermandad, Don Antonio Jesús Rodriguez Báez.

Nazarenos y cuerpo de acólitos formados, solo quedaba esperar los tres golpes en la puerta de la Colegiata como viene siendo habitual para que la Hermandad de la Misericordia comenzara su Estación de Penitencia. Con estricta puntualidad a las 12 en punto de la noche se abrieron las puertas en una noche perfecta meteorológicamente hablando; comenzaron a tomar las calles de los primeros nazarenos negros con un cuidadoso cortejo milimétricamente medido como de costumbre mientras que los tres primeros toques de martillo hicieron que el paso se levantara y avanzara por las naves de la Colegiata de Osuna. Pasados 15 minutos de las 12 de la noche la Misericordia de Dios inundó las calles de Osuna al cruzar el dintel de la puerta.

Numeroso público se echó a la calle para acompañar y contemplar el buen hacer de esta cofradía. Fue en la Cuesta de los Cipreses uno de los momentos más íntimos de la madrugada del Jueves Santo ya que la bajada del paso por esta cuesta es uno de los momentos más sobrecogedores de la Semana Santa de Osuna, además la voz de Eduardo Rodríguez quiso estar presente en forma de saeta para rezar ante Cristo muerto en la cruz.

Mientras avanzaba el paso lentamente de costero a costero, los vecinos del barrio de la Rehoya se asomaban a sus puertas porque también querían alumbrar el camino al Señor con su velas, mientras que la Cruz de Guía permanecía detenida en la Cuesta de San Antón esperando a que se pidiera la venia en el palco de autoridades a eso de la 1:30 horas. El paso de la Hermandad por carrera oficial fue aproximadamente de 30 minutos ya que eran las 2 de la madrugada cuando el paso del Señor se arrió delante del palco.

Fue el recorrido de vuelta mucho más íntimo, recogido y con menos afluencia de público a pesar de la puntualidad de horarios que venía cumpliendo la Cofradía, incluso adelantando su hora de entrada, estando a las 3:30 horas prevista, y cruzando a las 3:15 de la noche de nuevo el dintel de la Colegiata el Santísimo Cristo de la Misericordia concluyendo así, un año más, el Miércoles Santo ursaonés.

Desde el equipo de El Cuartelillo queremos transmitir nuestra más sincera enhorabuena a la Cofradía de la Misericordia por su excelente Estación de Penitencia; todo un ejemplo de formalidad, silencio, luto y reflexión.

Manuel Moreno

Nuestro compañero fotográfico, Francisco Segovia, nos deja esta relación de imágenes de la estación de penitencia de la Cofradía de la Misericordia. 

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