EVANGELIO: Lectura del santo Evangelio según san Mateo 28, 1-10
PRIMERA
LECTURA
Vio Dios todo lo que había hecho, y era
muy bueno
Lectura del Libro del Génesis 1, 1- 2, 2
Salmo responsorial
Envía tu espíritu, Señor, y repuebla la faz
de la tierra
Sal 103, 1-2a. 5-6. 10 y 12. 13-14. 24 y 35a
O bien, puede leerse el siguiente
Salmo responsorial
La misericordia del Señor llena la tierra
Sal 32, 4-5. 6-7. 12-13. 20 y 22
SEGUNDA LECTURA
El sacrificio de Abrahán, nuestro padre en
la fe
Lectura del Libro del Génesis 22, 1-18
Salmo
responsorial
Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti
Sal 15, 5 y 8. 9-10. 11
TERCERA
LECTURA
Los hijos de Israel entraron en medio del
mar, por lo seco
Lectura del libro del Éxodo 14, 15-15, 1a
Salmo
responsorial
Cantaré al Señor, gloriosa es su victoria
Ex 15, 1-2. 3-4. 5-6. 17-18
CUARTA
LECTURA
Con amor eterno te quiere el Señor, tu
libertador
Lectura del Profeta de Isaías 54, 5-14
Salmo responsorial
Te ensalzaré, Señor, porque me has librado
Sal 29, 2 y 4. 5-6. 11 y 12a y 13b
QUINTA LECTURA
Venid a mí y viviréis. Sellaré con vosotros
una alianza perpetua
Lectura del Profeta de Isaías 55, 1-11.
Salmo
responsorial
Sacaréis aguas con gozo de las fuentes de
la salvación
Is 12, 2-3. 4bcd. 5-6
SEXTA
LECTURA
Camina al resplandor del Señor
Lectura del Profeta Baruc 3, 9-15. 32-4, 4
Salmo responsorial
Señor, tú tienes palabras de vida eterna
Sal 18, 8. 9. 10. 11
SEPTIMA
LECTURA
Derramaré sobre vosotros un agua pura, y
os daré un corazón nuevo
Lectura del Profeta Ezequiel 36, 16-28
Salmo
responsorial
Como busca la cierva corrientes de agua,
así mi alma te busca a ti, Dios mío
Sal 41, 3. 5bcd; 42, 3. 4
O bien, puede leerse el siguiente
Salmo
responsorial
Oh, Dios, crea en mí un corazón puro
Sal 50, 12-13. 14-15. 18-19
EPISTOLA
Cristo, una vez resucitado de entre los
muertos, ya no muere más
Lectura de la carta del Apóstol San Pablo a los Romanos 6, 3-11
Salmo
responsorial
Aleluya, aleluya, aleluya
Sal 117, 1-2. 16ab-17. 22-23
EVANGELIO
Ha resucitado y va por delante de vosotros a Galilea
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 28, 1-10
De una homilía antigua sobre el grande y santo Sábado
REFLEXIÓN: El descenso del Señor al abismo
¿Qué es lo que hoy sucede? Un gran silencio envuelve la tierra; un gran silencio y una gran soledad. Un gran silencio, porque el Rey duerme. La tierra está temerosa y sobrecogida, porque Dios se ha dormido en la carne y ha despertado a los que dormían desde antiguo. Dios ha muerto en la carne y ha puesto en conmoción al abismo.
Va a buscar a nuestro primer padre como si éste fuera la oveja perdida. Quiere visitar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte. Él, que es al mismo tiempo Dios e Hijo de Dios, va a librar de sus prisiones y de sus dolores a Adán y a Eva.
El Señor, teniendo en sus manos las armas vencedoras de la cruz, se acerca a ellos. Al verlo, nuestro primer padre Adán, asombrado por tan gran acontecimiento, exclama y dice a todos: «Mi Señor esté con todos.» Y Cristo, respondiendo, dice a Adán: «Y con tu espíritu.» Y, tomándolo por la mano, lo levanta, diciéndole: «Despierta, tú que duermes, levántate de entre los muertos, y Cristo será tu luz.
Yo soy tu Dios, que por ti y por todos los que han de nacer de ti me he hecho tu hijo; y ahora te digo que tengo el poder de anunciar a los que están encadenados: «Salid», y a los que se encuentran en las tinieblas: «iluminaos», y a los que duermen: «Levantaos.»
A ti te mando: Despierta, tú que duermes, pues no te creé para que permanezcas cautivo en el abismo; levántate de entre los muertos, pues yo soy la vida de los muertos. Levántate, obra de mis manos; levántate, imagen mía, creado a mi semejanza. Levántate, salgamos de aquí, porque tú en mí, y yo en ti, formamos una sola e indivisible persona.
Por ti, yo, tu Dios, me he hecho tu hijo; por ti, yo, tu Señor, he revestido tu condición servil; por ti, yo, que estoy sobre los cielos, he venido a la tierra y he bajado al abismo; por ti, me he hecho hombre, semejante a un inválido que tiene su cama entre los muertos; por ti, que fuiste expulsado del huerto, he sido entregado a los judíos en el huerto, y en el huerto he sido crucificado.
Contempla los salivazos de mi cara, que he soportado para devolverte tu primer aliento de vida; contempla los golpes de mis mejillas, que he soportado para reformar, de acuerdo con mi imagen, tu imagen deformada; contempla los azotes en mis espaldas, que he aceptado para aliviarte del peso de los pecados, que habían sido cargados sobre tu espalda; contempla los clavos que me han sujetado fuertemente al madero, pues los he aceptado por ti, que maliciosamente extendiste una mano al árbol prohibido.
Dormí en la cruz, y la lanza atravesó mi costado, por ti, que en el paraíso dormiste, y de tu costado diste origen a Eva. Mi costado ha curado el dolor del tuyo. Mi sueño te saca del sueño del abismo. Mi lanza eliminó aquella espada que te amenazaba en el paraíso.
Levántate, salgamos de aquí. El enemigo te sacó del paraíso; yo te coloco no ya en el paraíso, sino en el trono celeste. Te prohibí que comieras del árbol de la vida, que no era sino imagen del verdadero árbol; yo soy el verdadero árbol, yo, que soy la vida y que estoy unido a ti. Coloqué un querubín que fielmente te vigilara; ahora te concedo que el querubín, reconociendo tu dignidad, te sirva.
El trono de los querubines está a punto, los portadores atentos y preparados, el tálamo construido, los alimentos prestos; se han embellecido los eternos tabernáculos y moradas, han sido abiertos los tesoros de todos los bienes, y el reino de los cielos está preparado desde toda la eternidad.»
¡¡¡¡¡CRISTO HA RESUCITADO, VERDADERAMENTE HA RESUCITADO!!!!!!