ENTREVISTA | D. José Luis López, párroco de El Rubio y Marinaleda: «Tenemos que mostrar una Iglesia sin manipular, sin ideologías…»

Entrevista patrocinada por Muebles Rudeca (El Rubio)

Carlos Bellido

Tras dos años en ambos pueblos, ¿cómo valorarías tu paso por allí?

Caótico. Caótico en el buen sentido, ya que desde que llegué, todos los meses hemos tenido un proyecto nuevo, restauraciones, celebraciones litúrgicas especiales, actualización de las Reglas de las Hermandades, adquirir ornamentos litúrgicos para una digna celebración de los sacramentos… y en la actualidad continúa el proceso incluso teniendo esta pandemia mundial en contra. Ahora estamos con la Parroquia de El Rubio en obras, y Marinaleda-Matarredonda aunque no tienen obras como tal, pero si se están realizando numerosas intervenciones como es la restauración del Cristo crucificado que preside la Iglesia de Matarredonda. Por mi parte, mi paso lo valoro positivo, con mucho trabajo realizado y por realizar.

¿Cómo te han acogido los feligreses de ambas Parroquias?

A nivel general creo que bien, me siento apreciado y querido, pero como es natural a todo el mundo no puedo caer bien o aprobar todo lo que hago. Una cosa es como siento su acogida y otra será lo que cada persona lleve en su interior. Esto es una relación de dos partes pueblo-sacerdote.

¿Es difícil gestionar dos Parroquias a la vez?

Es difícil gestionar dos parroquias a la vez y más teniendo en cuenta que realmente son tres, pues Matarredonda funciona prácticamente como una parroquia más. Además de lo que es gestionarlas a nivel podríamos decir sacramental y documental, hay otra parte que es casi más importante y es el patrimonio humano con el que se convive. Cada persona es diferente y hacer coincidir a tantos, en ocasiones es complicado. Quizás el plano humano es el más difícil puesto que a nivel de funcionamiento parroquial es cuestión de organización, pero las relaciones interpersonales intervienen muchos factores.

¿Cómo gestionó D. José Luis el confinamiento pleno en ambas Parroquias?

Gracias a Dios, aunque desolador por tener las iglesias cerradas, si televisaba la Eucaristía diaria desde el Rubio a todos los pueblos de nuestro alrededor, al menos paliaba un poco la ausencia vitalidad parroquial. Gracias a los medios de comunicación pude seguir manteniendo el contacto con mis feligreses de los tres pueblos donde realizo la cura de almas, y de camino “meterme” en los hogares de otros vecinos de los pueblos que nos rodean. Ha sido una experiencia difícil pero que sin duda me ha enseñado a comprobar que la fe de, al menos los pueblos que dirijo, se mantiene en buena forma.

La pregunta trampa… ¿sientes predilección más por una que por otra?

Como un padre o una madre no tiene predilección por ninguno de sus hijos, porque ¿qué dedo de la mano te cortas que no te duela? Ambas son mí predilección. Si esto no fuese así sería un mal padre y peor pastor, pues realizaría una distinción entre mis feligreses, cosa ni ética, ni moral, y mucho menos pastoral.

¿Qué es lo que más te agrada de cada una?

Marinaleda es un reto de evangelización, porque en pleno siglo XXI rodeado de pueblos con mucha práctica religiosa vemos este pueblo que se ha quedado paralizado en el tiempo a lo que a la religión se refiere. Quizás sea por eso que la convierte en un proceso evangelizador propio de una misión.

Matarredonda es prácticamente una parroquia, aunque sea considerada como iglesia o templo parroquial, adscrito a la parroquia de Marinaleda. Su devoción, religiosidad es digna de tener en cuenta y alabar. La defensa de sus costumbres y del propio templo no deja de sorprenderme.

En El Rubio encontramos un potencial impresionante, es una parroquia que podría conseguir lo que se quiera proponer. Muchos son los proyectos que hacemos, pero al estar comenzando aún se tienen que ir desarrollando. Podríamos decir que es una parroquia en construcción, y esto siempre es algo estimulante. Pues aunque ya me encontré una comunidad parroquial con varios grupos parroquiales, faltaba unidad y potenciar grupos que estaban algo más marginados o incluso crear otros que ni existían.

¿Qué es lo que mejorarías en cada una?

«Ufff» en eso estoy, es difícil en dos años mejorar tan rápido porque es un proceso de crecimiento que yo lo inicié, pero que probablemente lo seguirán perfeccionando y aumentando otros párrocos que me sucederán. En ambas mejoraría la unidad, creo que es el gran objetivo, ser uno, tener un proyecto común en el que todos caminemos juntos para hacer comunidades parroquiales más fuertes, estables y sanas.

¿Sueñas con ser párroco en Osuna?

Si te soy sincero no. Pienso que no es lo más conveniente ni a nivel pastoral, ni personal, ni apropiado en el desarrollo de mi sacerdocio.

¿A qué aspira D. José Luis en un futuro sacerdotal?

Pues a ser un buen sacerdote cumpliendo la voluntad de Dios, y a seguir formándome, porque en la actualidad considero importantísimo mejorar nuestra formación intelectual.

¿Y en el futuro personal, quién quiere llegar a ser José Luis?

En ese aspecto llevo años formándome, primero realicé el bachillerato en teología, necesario para ordenarse sacerdote y en este año terminé la licencia en teología dogmática. En lo que se refiere al futuro pues en este curso termino en febrero la DECA y comencé con el Doctorado en la nueva Facultad de Teología San Isidoro de Sevilla. En definitiva es seguir formándome a nivel intelectual y espiritual para ser mejor persona y sacerdote, un listón alto para poder llegar a ser mejor servidor de la viña del Señor.

¿Qué tiene el sacerdocio, qué te da, qué ofrece para invitar a más personas a que entren en el seminario?

A mí me ha dado la vida. Soy feliz, me siento pleno. Si alguna recompensa o pago tendría que recibir en mi vida el Señor ya me lo dio todo el día que me llamó. Y en referencia a invitar al seminario… eso es algo fácil, la vocación se tiene o no se tiene. Nosotros sólo tenemos que estar atentos para que ninguna vocación se pierda porque pecaríamos contra el Espíritu Santo y esos pecados no se perdonan.

Este año has sido invitado a oficiar algunos cultos en Osuna… ¿cuál te queda pendiente?

La mayoría (comenta D. José Luis entre risas), gracias a Dios, Osuna cuenta con tantas hermandades, grupos parroquiales, movimientos… que es imposible participar en todos o en la mayoría. Si me siento muy agradecido a la hermandad de Jesús de la Humildad y nuestra Sra. de la Soledad, y a la Hermandad de los Dolores que tanto cariño le tengo. También, no puedo dejar de mencionar a ese grupo que no para de trabajar por la Virgen María y por el sueño de poder engrandecer nuestra Semana Santa ursaonesa saliendo desde Fátima. Con ellos siempre estoy como en casa, la pena es que no tengo suficiente tiempo para estar más codo con codo con tan buena gente.

¿La sociedad hoy día… es católica?

La sociedad de hoy no es católica, ni atea, ni protestante, ni busca la igualdad real entre todos, solo se busca a sí misma. De esa forma ninguna religión puede entrar en el corazón. Se está demasiado ocupado pensando en el poder, el dinero, la fama… que son los nuevos dioses de nuestra época. Es la indiferencia por sistema, menos lo que sea buscar lo mejor para uno mismo, que para eso siempre tenemos tiempo y ganas. Aunque siempre queda un reducto que se mantiene fiel a la voluntad de Dios viviendo su fe en la Iglesia Católica.

¿Cómo podemos atraer a más jóvenes a la Iglesia?

¡Esa es la pregunta del millón! Ya que no es sólo atraerlos, sino que se queden. Pero aunque se hacen muchos proyectos, pocos frutos están dando, pero no por eso hay que tirar la toalla. Tenemos que mostrar una Iglesia sin manipular, sin ideologías, sin confrontación, mostrar a la Iglesia como madre y padre que quiere de verdad a sus hijos independientemente de su condición. Mostrar a la Iglesia como Cristo la fundó, para que vean en Ella el reflejo de nuestro Creador.

Si te dieran la oportunidad de cumplir un sueño…

«Jajajaja» Tengo muchos, no sabría decantarme por uno sólo. Quizás poder ser un sacerdote según el corazón de Cristo, desde donde pueda superar mis limitaciones personales e intelectuales, para poder ser un verdadero siervo de su viña. Así podría dar esperanza al desconsuelo, amor en el odio, más cariño, tiempo y cercanía a mi familia, ser más empático con las personas que se acercan a la Iglesia buscando muchas veces simplemente que se les oiga… en definitiva, como te decía, ser un sacerdote según el corazón de Cristo.

Comenta con Facebook

Noticias Relacionadas