¿Cómo nos ve el pueblo a las Hermandades desde fuera?

¿Habéis pensado alguna vez qué imagen tienen las personas que no pertenecen a ninguna Hermandad sobre nosotros? La verdad que es una reflexión muy compleja, es una reflexión que muy pocos cofrades podemos llegar a hacernos debido a nuestro bajo grado de empatía. Porque si, a pesar de que en Osuna tengamos cofrades ejemplares que predican con el ejemplo, con el verdadero significado de la palabra Iglesia, otros tantos cofrades se dedican a “mirarse a su propio ombligo” pensando simplemente en sus propias conveniencias, su ego, el querer llegar a tener mayor poderío y ser el más y mejor recordado.

Las Hermandades debemos ser fiel reflejo del alma de Dios, un espejo donde las personas que no pertenecen a ninguna Hermandad nos miren y vean a Jesucristo, vean a Dios. En nuestros hechos, nuestras actitudes, nuestra ayuda al prójimo. Todo esto escribirlo es muy fácil y nos creemos que luchando por la paz en el mundo, por la pobreza y por tantas otras desgracias que los hombres hemos creado, vamos a solucionar algo, cuando esto se empieza por la persona más cercana que tenemos: Nuestro hermano, nuestro familiar, vecino, amigo, conocido… ¿Nos hemos preguntado si necesitan ayuda? ¿Hemos salido a la calle, hemos visto a un mendigo y le hemos dado un bocadillo? ¿Hemos separado una pelea, intentado poner calma entre dos personas o unir a dos enemistades? Reflexionen, si no empezamos por nuestro propio círculo cercano, ¿Cómo quieren que nos vean bien después a las Hermandades? Las Hermandades, en su 90% – y quien esté libre de pecado que tire la primera piedra – sólo pensamos en tener el mejor paso, en que nuestra imagen sea la mejor vestida, la que tenga más y mejor ropa y joyas, que tengamos más hermanos que nadie, que en la calle seamos los más organizados, los que mejor “andemos”, intentar derrocar a aquel que me critica, los que más se vanaglorian de la palabra Hermandad, pero después no mostramos el hermanamiento propio de nuestro nombre… No lo tomen como una crítica, tómenlo como lo hago yo, como una reflexión para saber si lo que queremos es eso o queremos predicar la palabra de Jesucristo.

A modo jocoso, ¿no creéis que Jesucristo nos manda todas las Semana Santa tanta agua porque está enfadado con nosotros y con nuestra actitud? Fuera bromas, ¿no creéis que la situación en Osuna, sin irnos más lejos, podría mejorar? Los cofrades tenemos una formación espectacular de mano de nuestros párrocos y Directores Espirituales, amén de muchos y buenos cofrades que predican con el ejemplo. Descubrámoslos, aprendamos de ellos y recuerden que la Virgen siempre va por delante y que a Jesús, por María.

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