Mañana de Viernes Santo en Osuna: Devoción y tradición

imageLa mañana del Viernes Santo en Osuna se convierte año tras año en el día culmen de todas las esperas. Desde las seis de la mañana, al alba, que se pone la cruz de guía de Jesús Nazareno en el atrio de la Iglesia de la Victoria, y hasta pasado el mediodía se respira un ambiente diferente por nuestro pueblo.

Es un día en el que mayores, jóvenes y pequeños salen a nuestras calles abriendo su corazón para mimetizarse con la sensación de esfuerzo y sacrificio que nos transmiten las dos hermandades por antonomasia de nuestra Semana Mayor.

Esta mañana de Viernes Santo era especial. Muy especial. Pues el día antes el Señor de Osuna demostró su grandeza ante actos cobardes y débiles del ser humano. Y su pueblo supo estar ahí para recibirle con el corazón abierto en las calles de Osuna.

En el acompañamiento musical estuvo la Agrupación Musical Mª Santísima de la Encarnación de nuestro pueblo y su exorno floral fue el tradicional clavel rojo.

Tras él, la Hermandad Servita de la Virgen de los Dolores, hacía su estación de penitencia siguiendo los pasos de su hijo, el Salvador, como ocurre en nuestro pueblo desde hace siglos y acompañada por la Banda de Música Villa de Osuna.

Este año, la Virgen de los Dolores no pudo procesionar con su espectacular manto diseñado por el Arcipreste Govantes debido a la restauración que se está llevando a cabo de su bordado en los talleres de Esperanza Elena Caro, quienes han confeccionado el manto con el que ha procesionado este año, de terciopelo azul marino liso con encaje del antiguo manto.

El exorno floral de su paso ha estado compuesto por una gran variedad de flores pero predominando el color blanco. Gladiolos, orquídeas, claveles, fresias, lilium, alelíes, etc.

El tiempo permitió disfrutar de un Viernes Santo espléndido que demostró una vez más que estas dos espectaculares tallas de La Roldana y José de Mora son capaces de poner en común en nuestras calles a personas de todas las edades, de hacer venir a ursaonenses desde miles de kilómetros y de hacer coincidir a personas de todas las ideologías políticas en las calles de Osuna. La mañana del Viernes Santo es especial y año tras año se renueva la magia que la envuelve.

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