Jueves Santo ursaonés: carmelita y mercedario

imageAtardecía en la Villa de Osuna y su pueblo se preparaba para ver su Jueves Santo, pasada las siete y media de la tarde los corazones de Osuna se dividían para ver salir a las dos Hermandades de Osuna.

Marcando el reloj las ocho menos cuarto de la tarde se abrían las puertas del Convento del Carmen.  Daba comienzo un Jueves Santo Ursaonés con la salida de la Hermandad de la Humildad y Paciencia.  Produciéndose una salida con mucho mimo y delicadeza, han sido muchas las personas que han ido hasta allí para poder contemplar tan bella estampa. Pasada las ocho de la tarde la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Caído hacía lo propio con su Cruz de Guía desde la Colegiata de Nuestra Señora de la Asunción, muchos ursaonenses no han querido perderse la salida de esta Hermandad, pues probablemente, si  Dios quiere, este sea el último año que podamos contemplar a la Hermandad de Jesús Caído saliendo de la Colegiata de Osuna.

Pasada una hora, la Hermandad de Jesús Caído  llegaba a su barrio de la Merced,  allí se podía respirar la añoranza de un barrio al recibir de nuevo a su Hermandad, todo un barrio esperando  la llegada de su Padre  y de su  Madre a la que fue su casa, momentos muy emotivos los que se pudieron contemplar, como fue, el rezo del Ave María cuando Nuestra Señora de los Dolores llegaba a la Merced.  El paso de Jesús Caído llevaba un exorno floral de lirios morados y como novedad este año las velas de sus cuatro hachones y los cirios de sus nazarenos eran rojos. Nuestra Señora de los Dolores llevaba en su paso un conjunto de flores blancas y lucía recién restaurada su corona, llamada corona “de los angelitos”. Mientras tanto la Hermandad de la Humildad y Paciencia se iba acercando a la Plaza Mayor, acogedores momentos que se pudieron vivir con esta Hermandad en la Calle Gordillo, mientras se encaminaban hacia carrera oficial. Nuestro Padre Jesús Atado a la Columna estrenaba este año una túnica lisa morada con el pecho y hombros más descubiertos de lo habitual. El Misterio iba exornado con lirios morados y Nuestra Señora de la Soledad con un conjunto de flores blancas, ambos pasos llevaban un lazo de luto negro, por el Padre Carmelita Don Rafael Cañada.

A medianoche la Cruz de Guía de la Hermandad de la Humildad y Paciencia ya se encontraba en los Cantillos del Carmen, donde se encontraba una gran multitud de personas que cada año van hacia allí para ver una de las recogidas más emotivas de la Semana Santa ursaonense, pues esta Hermandad hace un encuentro entre una madre rota de dolor y un hijo azotado y humillado, que hace que a cada persona que estuviese allí se le pusiera los bellos de punta. Un poco más entrada la noche tenía lugar la entrada de la Hermandad de Jesús Caído, siendo ésta una entrada emotiva y con sentimiento, despidiéndose de una Iglesia a la que posiblemente ya no volverán, dando así por concluida la tarde-noche del Jueves Santo.

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