El ursaonés José Ramírez Mancera cumple 100 años

Más conocido como 'Pepe El Cabrero' ha compartido con nosotros historias sobre su vida muy marcada por su paso por la Guerra Civil.

pepe-el-cabreroHay historias que se cuentan y se archivan, hay otras que se narran y se venden, hay historias falsas e historias verdaderas, hay historias que simplemente son historia y hay otras historias que lo son porque alguien se ha encargado de que así lo sean.

Hoy, traemos a El Pespunte, una de esas historias que nos gustan contar. Es verdadera, real, no hace falta que la compren para que adquiera valor y sobre todo son muchas historias dentro de una sola.

El ursaonés José Ramírez Mancera, ‘Pepe el cabrero’ como es conocido en Osuna, cumple 100 años hoy 5 de diciembre de 2016 y El Pespunte ha querido sumergirse en su vida, en sus historias, en aquellos recuerdos de un hombre que ha visto pasar todo un siglo ante sus ojos y que narra como si las hubiera vivido ayer.

Pepe vive desde hace 20 años en la Residencia de Mayores de Osuna en el antiguo hospital, en la Carrera, allí se fue junto con su mujer sólo para acompañarla ya que se encontraba enferma. Su mujer murió pero él ha querido vivir allí, dice que se encuentra agasajado, que tiene amigos allí y que en su casa estaría muy aburrido.

Pepe que no se cree todavía que cumpla 100 años, nació allá por 1916, hijo de una familia muy humilde que durante toda su vida trabajó en Osuna para los ‘Oriol’ en labores del campo y de los que tiene muy buenos recuerdos. Su madre limpiaba botas en la zona del Ayuntamiento y allí conoció a muchas personas de renombre en nuestro pueblo, entre ellos, a un coronel al que nunca le quiso cobrar y que éste luego se lo agradeció.

Cuando conocimos a Pepe fue en el despacho de la dirección de la residencia. Mientras le esperábamos, vimos cómo muy respetuosamente se asomó a la puerta, se quitó su gorra y la dejó sobre una mesita del pasillo y también su bastón lo apoyó sobre el marco de la puerta antes de entrar. Ya allí dentro, entre risas, nos contó que pensaba que algo malo había hecho y por eso tenía que ir a ver a la directora pero se llevó una grata sorpresa al saber que el motivo de recibirle era una conversación para nuestro periódico.

Entre todas sus vivencias que compartió con nosotros este ursaonés que siempre ha estado en su pueblo -salvo una época que viajó a Burgos para trabajar allí y otra que la pasó muy a su pesar en Granada-, fue una historia que precisamente pasó en la zona de las Alpujarras donde allí fue destinado para servir en la Guerra Civil. Son tan impactantes las vivencias que Pepe cuenta de su paso por la guerra que consigue sumergirnos a todos los allí presentes como si estuviéramos viendo una película. Pepe, formó parte del Cuartel de Sanidad, gracias a que su madre le pidió a aquel coronel al que le limpiaba las botas el favor de que pusieran a su hijo en un buen lugar y así fue. Aun así, aunque Pepe no tuvo nunca que dar ni un solo tiro, sí vivió la crueldad de esa guerra entre hermanos, él tenía que ir a socorrer a los heridos y recoger a los muertos, en esas labores perdió su dedo meñique cuando le explotó una bomba. Recuerda cómo no podían dormir escuchando el sonido de los tiros y las bombas que cada vez parecían más cerca de ellos. Era un estado de miedo permanente el que estos jóvenes por aquel entonces de 21 años tenían que vivir. Pepe nos asegura que no tiene ni un solo recuerdo bonito de aquellos años. Los vivió muy intensamente. Cuando pudo, volvió a Osuna unos días y le decía a su novia que probablemente no volvería de aquella guerra, ella en esos días se casó con él y así si le pasara algo se podría morir diciendo que había sido su marido.

Son historias realmente duras las que Pepe recuerda, pero que sin duda, son historias de una verdad, son parte de España y que aún hoy hay personas como él que viven y no tienen reparos en recordarlas, para él fue quizás el tiempo que más le marcó en su vida.

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A Pepe le encanta Osuna, ha paseado por sus calles hasta hace muy poco y entre risas, nos confesó que hasta el año pasado siempre se cogía un mes de vacaciones y se iba a su casa de Osuna, la pintaba, arreglaba, se hacía de comer y todas las tareas que merecen una casa y cuando pasaba el mes volvía a su querida residencia.

Antes de despedirnos, Pepe nos aseguró que el secreto para llegar a los 100 años no es otro que el de trabajar, trabajar y trabajar. Al menos, eso es lo que él ha hecho en su vida y que tras pasar todo un siglo de historias muy recordadas, reales y apasionantes, le queda la satisfacción de toda una vida junto a los suyos y escapando airoso de aquella guerra que los jóvenes vemos tan lejos pero que aun es casi presente para personas que como Pepe son historia viva de nuestro pueblo y nuestro país.

Son historias que salen de un sitio mágico como esta residencia de mayores de Osuna, un lugar lleno de experiencias, de sabiduría y de cariño, que muchas veces la vorágine diaria nos hace olvidar pero que es una auténtica realidad digna de compartir y sentir con todos los que la hacen posible.

Pepe, felicidades por tus 100 años y que Dios te dé salud para seguir viviendo muchos años más junto a los ursaonenses y que puedan seguir compartiendo tu historia día a día.

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