El “Teatro Estudio de Sevilla” (I)


Estoy leyendo estos días el libro de Pedro Álvarez-Ossorio La vida es un sueño… de verano. De “Esperpento” a un teatro andaluz, en el que el autor deja memoria de una vida –la suya- dedicada al teatro –director, dramaturgo, actor…-, teniendo como epicentro su Sevilla natal en las décadas de los 60, 70 y posteriores del pasado siglo, de los grupos que fundó y a los que perteneció o no perteneció –Esperpento, Mediodía, Teatro de Repertorio, La Fundición…-, de las obras en las que actuó o dirigió, etc., con amplia voluntad de dejar constancia, de dar fe de todo ello. Concretamente, dice en la página 193: He aquí otra de las causas que me han animado a la escritura de este libro: es necesario, para hacer justicia, recuperar la memoria perdida de aquellos años, sobre todo de los territorios periféricos.
Y leyendo este libro he pensado que, si se trata de investigar y dejar constancia del teatro en Sevilla de aquellos años, yo también puedo aportar mi granito de arena. Voy a intentarlo.
En el curso 1976-1977 –COU para mí- coincidieron en el Instituto “Rodríguez Marín” de Osuna –entonces, allá arriba, en la zona histórica- Carlos Álvarez-Nóvoa, el del Goya por la película Solas, y Antonio Rodríguez Almodóvar, el de los Cuentos de la Media Lunita, los dos dando Lengua y Literatura. Carlos montó allí aquel curso la Historia del hombre que se convirtió en perro, Almodóvar montó El retablo de las maravillas y me falta una de las tres obras u obritas que se representaron juntas, cuyo nombre no recuerdo y que creo que la montó Linos Fidalgo, profesora de Dibujo.
Aproximadamente un año después, en septiembre de 1978, Carlos Álvarez crea en Sevilla el “Teatro Estudio de Sevilla”, un grupo de teatro independiente, sin subvenciones, que subsiste con las aportaciones económicas de sus componentes y simpatizantes. Tenía su local de ensayo en el Corral del Cristo, muy cerca de la calle Feria, entrando por la Plaza de Montesión, un local sin agua corriente al que había que llevar el agua en garrafas para atender a las necesidades más perentorias, pero un local muy bien acondicionado para el teatro, con su rincón para el trabajo de mesa, su pequeña zona de vestuario, su escenario con sus candilejas en proscenio…
Esa palabra, “Estudio”, en el nombre del grupo indicaba una voluntad expresa de aprender, de hacer escuela de teatro; por eso, el principal objetivo en sus comienzos fue la preparación del actor y, por eso, desde el comienzo se impartieron diariamente clases de expresión corporal, dicción y entonación, improvisación, Historia del Teatro y técnicas de interpretación.
El primer montaje que ofrecen al público fue la obra El dragón, de Evgueni Schwartz, en la que intentaron trasladar al escenario las técnicas narrativas del cuento. Se estrenó en Sevilla –en la Facultad de Bellas Artes- en marzo de 1980, estuvo en el Lope de Vega sevillano en octubre de ese mismo año, pasó por 26 localidades de Sevilla, Huelva y Cádiz y “el abajo firmante” pudo disfrutarla personalmente en el Teatro Álvarez Quintero, de Osuna, en marzo-abril de ese 1980.
Osuna, Abril-Mayo-2020
Antonio G. Ojeda
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LO QUE ME RONDA POR LA CABEZA
Nace en Osuna (Sevilla) en mayo de 1958. Es Maestro especialista en Lengua y Literatura y en Educación Infantil.
Ha colaborado en la realización de libros de texto con las editoriales Alborada y S.M. –Equipo “Blanca de los Ríos”-. Ha publicado artículos de opinión en algunos diarios y revistas, como Sur, Jaén, Andalucía Libre, Grupo Publicaciones del Sur,…
Desde muy temprana edad tiene metido en los sueños y en la sangre “el veneno” de la lectura y la escritura, lo que ha dado lugar a la publicación de algunos libros de artículos, relatos para niños y adultos, poesía… y hasta un diccionario de humor.