
La consejera de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía, Rocío Hernández, ha destacado hoy en el Pleno del Parlamento que las medidas recogidas en la actualización del Programa de Vigilancia y Control de Vectores de la Fiebre del Nilo Occidental (FNO), en la que han participado más de 250 profesionales de diversos sectores e incorpora una docena de novedades, “nos permite adelantarnos a la propagación del virus”.
Así, Hernández ha repasado las principales novedades, entre las que se encuentran la mejora del modelo predictivo para valorar el riesgo de circulación del VNO, diseñado por el CSIC-Doñana al que se suman los datos propios de la Consejería e incluye variables como el suelo, aves infectadas o la presencia de vectores.
También se ha simplificado la clasificación del riesgo de los municipios a principios de temporada, pasando a tres (bajo, medio y alto). De este modo, 103 municipios andaluces han sido catalogados como riesgo alto en el inicio de la temporada. Esto supone que, ha explicado la consejera, que estos municipios deben incorporar a los mosquitos en sus programas de control de plagas existentes (roedores, cucarachas u oruga procesionaria) y se les emplaza a realizar un diagnóstico de los potenciales focos larvarios o de refugio de adultos en un perímetro de rastreo de hasta 1,5 kilómetros alrededor del núcleo de población, extremando así las precauciones.
Para completar estos niveles de riesgo, el programa, que pasa a ser anual, introduce el concepto de ‘área en alerta’, de carácter temporal, para aquellos municipios en los que se constate la circulación del VNO. Además, se ha ampliado la vigilancia entomológica, incrementando el número de trampas (pasan de 27 a 120), cubriendo todas las provincias e iniciándose en mayo; se ha ampliado la vigilancia en humanos con la búsqueda de casos leves, con formas no neuroinvasivas, en las comarcas de especial seguimiento (las comarcas de La Janda, en Cádiz, y del Bajo Guadalquivir, en Sevilla) y se ha creado un segundo laboratorio para el estudio de los casos probables, en el Hospital Universitario Virgen del Rocío, que se suma al Virgen de la Nieves.
Asimismo, este año se ha adelantado a marzo la comunicación del nivel de riesgo de municipios; “estamos movilizando a todos los actores de la promoción y la prevención de la salud; hemos reforzado la coordinación con las otras administraciones y de apoyo a los ayuntamientos y estamos mejorando la comunicación a la población”, ha añadido la titular de Salud y Consumo.
Competencias y responsabilidad
Hernández ha subrayado que estas medidas permiten “identificar precozmente la llegada del virus para anticiparnos y que cada administración, en el marco de sus competencias, actúe conforme a las indicaciones que los técnicos van marcando”.
En este punto, la consejera ha recordado que la Ley de Salud Pública de 2011 establece que la evaluación, gestión y comunicación de los riesgos para la salud de la población asociados a las plagas urbanas compete a la Junta de Andalucía, mientras que los tratamientos de desinsectación se deben efectuar por los servicios oficiales de los municipios y, en su caso, de las diputaciones provinciales, de acuerdo con el decreto de la Consejería de Salud 8/1995, así como la Ley de Autonomía Local de Andalucía, de 2010, atribuye a los ayuntamientos el control de la salubridad de los espacios públicos y, en especial, de las zonas de baño.
Por tanto, ha incidido la consejera, “si los ayuntamientos están cooperando con la Junta de Andalucía y están cumpliendo su labor, las diputaciones provinciales asisten a las reuniones periódicas junto a los técnicos de la Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, dependiente de esta Consejería, y también están cumpliendo su labor, es decir, todas las administraciones implicadas estamos remando en la misma dirección para proteger a los ciudadanos y minimizar las consecuencias de la fiebre del Nilo occidental esta temporada, ¿por qué se empeña en confrontar con la Junta de Andalucía?”.

Redactora de El Pespunte