El impacto del 5G en el mundo de los videojuegos
Cuando pensamos en el avance de la tecnología solemos tener en mente los nuevos procesadores, mucho más potentes y veloces, o las herramientas de última generación, como es la Inteligencia Artificial. Sin embargo, no hay que olvidar que los móviles se han convertido, por derecho propio, en la herramienta técnica más importante y útil que tenemos en nuestros días. Por tanto, todo lo que afecte a estos dispositivos tiene una relevancia capital para los consumidores.
Sí, es cierto, los móviles hoy tienen mejores pantallas, componentes más avanzados, memorias con más capacidad, … Pero en un mundo tan conectado, donde el entorno online es vital, no podríamos disfrutar de la Web (y de todo lo que tiene para ofrecernos) sin una redes de datos veloz y estable. Eso es, precisamente, lo que aporta la nueva generación de estas redes: el 5G. Y, teniendo en cuenta que el móvil es el dispositivo más utilizado para el “Gaming”, su impacto en el ecosistema de los videojuegos es enorme.
Hasta ahora, cada nueva generación de redes móviles aportaba, principalmente, una mayor velocidad. Y, evidentemente, éste avance se dejaba notar sensiblemente entre los usuarios. También se reducía la latencia, que no deja de ser un retraso, por motivos técnicos, en la transmisión de los paquetes de los datos. El 5G da un importante paso hacia adelante en ambos aspectos: es más de 10 veces más veloz que su predecesor y, además, su latencia es casi imperceptible (cercana a 1 milisegundo). Todo ello se traduce en una conexión más continuada y ágil.
Pero estas cualidades no son lo único nuevo que aporta el 5G. La conectividad es una de las grandes beneficiadas; por un lado, porque el ancho de banda es mayor, por lo que se podrán acoger a estas frecuencias más dispositivos; por otro, porque se podrá conectar un mayor número de dispositivos, simultáneamente, a esta red. Y, por si fuera poco, también se reduce el consumo energético necesario. Pero lo más interesante de todo es que podrán interconectarse muchos aparatos que, hasta ahora, no tenían acceso a la red. Es por ello que el 5G está íntimamente relacionado con el IoT (Internet de las Cosas).
Nuevas posibilidades para el Gaming
Vale, perfecto, pero ¿cómo afecta todo esto a los videojuegos? Pues de muchas maneras. Para empezar, los juegos disponibles para móviles son, hoy, mucho más elaborados y de mayor calidad. Lo que implica mayores bloques de datos necesarios que transmitir. Actualmente, ya se trate de las tragamonedas gratis disponibles o de los títulos que dominan los eSports, además de un conexión rápida, hace falta que sea estable; por ejemplo, para los productos que utilizan el streaming. La nueva generación de redes consigue que la experiencia del usuario sea mucho más satisfactoria y con menos incidencias.
Claro está que otro de los elementos relevantes de jugar con los móviles es poder hacerlo desde cualquier lugar; no en vano, la accesibilidad es uno de los factores que han catapultado a estos dispositivos a ser los “Reyes del Gaming”. Por eso, los avances en conectividad son tan importantes en este ecosistema y eso es algo que el 5G permite con mayor libertad. Su ancho de banda más amplio, y la posibilidad de que más dispositivos estén sumados a la red, permiten disfrutar con menos interrupciones de estos entretenimientos.
Pero, como ya avanzábamos, uno de los grandes hitos de esta tecnología llega con la posibilidad de la interconexión de diferentes aparatos; muchos de ellos, antes no tenían la posibilidad de acceder a la red. No se trata de conectar algunos periféricos, como era viable desde hace tiempo, sino que estos “gadgets” tendrán entidad propia a partir de ahora. Lo hemos visto con otros ejemplos, como los coches autónomos o los sensores inteligentes. Pero, en el mundo de los videojuegos, las posibilidades son casi ilimitadas. Incluso, abren la puerta a poder interactuar de una forma revolucionaria con estos entretenimientos.
Por tanto, el 5G es más que un simple paso adelante en la comunicación con los dispositivos móviles. Se trata de una tecnología que marcará el día a día de los usuarios en muchos ámbitos; también, claro está, en el ocio digital y, más particularmente, en los videojuegos. El despliegue de estas redes está muy avanzado, por lo que ya sólo queda que se aprovechen muchas de sus potencialidades.