El embalse de La Puebla de Cazalla no se detiene: ya ha soltado más de 111 millones de litros y continúa

- Este embalse de uso agrícola cumple casi una semana desembalsando agua sin descanso
- La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir justifica que esta liberación de agua se ajusta a la ley

El embalse de La Puebla de Cazalla lleva casi una semana liberando agua de manera ininterrumpida. Desde el pasado martes 25 de marzo a las 8 de la mañana, las compuertas del pantano sueltan un caudal constante con una media de 215 litros por segundo hacia el río Corbones, cumpliendo así con la normativa que obliga a garantizar el caudal ecológico del cauce, según información facilitada a El Pespunte por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG).
En estos seis días de desembalse continuado, el volumen de agua liberado supera ya los 111 millones de litros —concretamente 111.456.000 litros contabilizados hasta las 12 del mediodía de este lunes 31 de marzo—, una cifra que aumenta la preocupación entre agricultores y vecinos de la zona. El pasado miércoles, cuando se conoció la primera información sobre el desembalse, el caudal era incluso algo superior, de 222 litros por segundo. Tras varios días desembalsando la media se sitúa en los 215 litros por segundo y el ritmo se mantiene sin interrupciones.
Inquietud entre los agricultores y el Ayuntamiento
Tanto el sector agrícola como el Ayuntamiento de La Puebla de Cazalla mantienen su preocupación ante la posibilidad de que el pantano vuelva a niveles críticos, como ya ocurrió en años anteriores. Aunque el embalse llegó a estar en mínimos históricos —entre 3 y 4 hectómetros cúbicos, apenas un 5% de su capacidad—, las lluvias de las últimas semanas permitieron que su volumen almacenado repuntase hasta alcanzar el 27,43% de su capacidad total (17,34 hectómetros cúbicos), cifra similar a la registrada la semana pasada.
A pesar de este alivio momentáneo, la continuidad del desembalse sin interrupciones genera inquietud, especialmente tras años de sequía y restricciones. Los agricultores temen que las reservas no sean suficientes para garantizar el riego de sus cultivos durante la campaña. Cabe recordar que, aunque el agua del embalse no es apta para el consumo humano, sí es esencial para la actividad agraria de la comarca.
El Ayuntamiento mantiene la presión sobre la CHG
Desde que comenzaron estos nuevos desembalses, el Ayuntamiento de La Puebla de Cazalla ha solicitado de forma reiterada explicaciones a la CHG. En el último pleno municipal, Iniciativa Morisca —principal partido de la oposición— trasladó la preocupación de los vecinos y pidió la convocatoria de una reunión urgente con el comisario de aguas y representantes vecinales.
«Nos preocupa el asunto como a todos y queremos que se haga una gestión eficiente del agua, por ese motivo no paramos de solicitar explicaciones a la CHG», indicaban desde el equipo de gobierno de la localidad a El Pespunte hace solo unos días.

Un debate sin resolver
Desde la CHG insisten en que estos desembalses responden al cumplimiento obligatorio de mantener un caudal ecológico que preserve el equilibrio ambiental del río Corbones. Sin embargo, agricultores y ganaderos continúan reclamando que la prioridad debe ser asegurar el abastecimiento para el riego y evitar, a toda costa, que el embalse vuelva a encontrarse en una situación de emergencia.
La pregunta que sigue abierta es si la Confederación revisará su plan de desembalses o si, como temen los afectados, el embalse seguirá vaciándose progresivamente hasta repetir la situación de sequía extrema vivida en los últimos años.
Situación actual del embalse de La Puebla de Cazalla
Al cierre de esta edición, el embalse de La Puebla de Cazalla almacena 17,90 hectómetros cúbicos de agua, lo que representa un 28,41% de su capacidad total, fijada en 63 hectómetros cúbicos. Esta cifra supone alrededor de un 1% más que el volumen que tenía antes de que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) iniciara el actual desembalse, lo que indica que, pese a la continua liberación de agua, el pantano ha seguido recibiendo aportes y no ha perdido el nivel alcanzado tras el cierre de compuertas a principios de mes.
Para ponerlo en contexto, la CHG estima que el consumo anual de una población de 15.000 habitantes equivale a aproximadamente 1,5 hectómetros cúbicos de agua.
