El Coro Litúrgico de Jesús Caído cesa su actividad
El Coro de Jesús Caído fue creado en 1986 y, aunque su objetivo era enaltecer los cultos de la Hermandad de Jesús Caído, poco a poco el resto de las hermandades de nuestro pueblo fueron solicitando su colaboración, siempre desinteresada, hasta convertir sus cantos en un elemento imprescindible en las funciones principales de todas ellas. Por ello iban aumentando su repertorio musical, para no repetirse y adaptarse a cada hermandad. Fruto de esta implicación con el resto de hermandades son los agradecimientos que han recibido en estos años, la última desde la Hermandad de Ntro. Padre Jesús Nazareno el pasado 3 de enero.
Pero también han sido años de dificultades: por la carencia de un lugar estable donde ensayar, de un equipo musical y de otros instrumentos… por ello, en 1998 el coro se disolvió debido al cansancio y la falta de apoyos, por lo que se tomó esa decisión para no caer en la apatía y desánimo de sus componentes. Notándose bien su ausencia, el entonces Presidente del Consejo Pedro Santana propuso reiniciar su actividad, como así fue.
El Coro Litúrgico de Jesús Caído se convirtió en “el Coro de la Iglesia de Osuna”, con el gran mérito de que ninguno de sus componentes son músicos, siendo la sonoridad de sus voces, homogéneas e igualadas, fruto de mucho trabajo y empeño por aprender a oído.
Recientemente su director, Manuel Galindo García se ha visto obligado “por circunstancias familiares” a dejar su cargo tras 25 años de servicio a la Iglesia Local.
En estos momentos en que Manolo Galindo ha tomado esta dolorosa decisión, valoraremos la gran importancia y la necesidad que tiene la Iglesia local de contar con un coro de sus características. Por ello y ante un futuro incierto, el verdadero agradecimiento que se le puede hacer a la labor desinteresada del coro y a la persona de Manolo Galindo es que alguien continúe la importante trayectoria hasta ahora realizada, siempre para la mayor honra de los cultos a Jesús, la Virgen y los santos.