El comportamiento de la prensa

Alguien dijo de ella, hace bastante tiempo, que era el cuarto poder (para distinguirla del ejecutivo, el legislativo y el judicial), cosa que hoy día no es cierta, al menos en orden de importancia en cuanto a influencia sobre nuestra sociedad.

Actualmente, la prensa, salvo honrosas excepciones, no es más que una correa de transmisión de las instrucciones del “gran poder”, que mediante la manipulación mediática, reconduce los movimientos de la sociedad en su favor, manteniéndole convenientemente una venda en los ojos, y nombrando culpables o inocentes para cada momento, pero siempre, tapando más que destapando.

Esto es tan viejo como los romanos, pero el grado de refinamiento de nuestros días, dejaría a aquel ministro de propaganda de Hitler, a la altura del betún.
Digo todo esto, porque el movimiento llamado del 15-M, a pesar de la importancia que tiene y de lo que significa, hasta el extremo de ser portada en “THE WASHINGTON POST”, (posiblemente el periódico más importante del mundo), está recibiendo de la prensa española la cobertura que no haya más remedio.

Sin ir mas lejos, ha sido vergonzoso, aunque no sorprendente, comprobar el número de minutos que le dedicó el Telediario del mediodía a dicho movimiento, y el que le dedicó al Barcelona. Mi enhorabuena a los “Culés”, pero la diferencia ha sido tanta, que uno piensa si los responsables de informativos reciben las instrucciones de La Masia o de Henry Kissinger. “Fueraparte” la broma, la mayor parte de los que estamos siguiendo dicho movimiento, lo hacemos recurriendo a la prensa extranjera, dado que la nacional está tapando todo lo que puede y más, por lo que me ha parecido oportuno recordar a nuestros paisanos esto que viene a continuación.

Hay un filósofo y lingüista, llamado Noam Chomsky, que en su momento, recopiló una tabla con los distintos tipos de estrategias de manipulación de los medios de prensa que el “gran poder” utiliza para seguir manejando a la sociedad, mientras ésta ve el fútbol y paga las letras del coche y de la hipoteca.

Esto nos ayudará a comprender el comportamiento de nuestra prensa (pública y privada) y de nuestros políticos, en momentos como estos, en los que nos estamos jugando el futuro de nuestra sociedad.

Serían los siguientes:

1) LA ESTRATEGIA DE LA DISTRACCIÓN: Desviando la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la inundación con continuas informaciones insignificantes. Es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales sobre la ciencia, la economía, la psicología, etc. Mantener la atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real.

2) CREAR PROBLEMAS Y DESPUÉS OFRECER SOLUCIONES: Método llamado “problema-reacción-solución”. Por ejemplo: provocar o intensificar violencia urbana (atentados o similares) para que el público demande leyes de seguridad y políticas que recorten las libertades. O bién: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.

3) LA ESTRATEGIA DE LA GRADUALIDAD: Para hacer que se acepte una medida inaceptable basta aplicarla con cuentagotas. De ese modo las condiciones del neoliberalismo fueros impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: privatizaciones, precariedad, despidos en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, etc. Tantos cambios hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicados de una sola vez.

4) LA ESTRATEGIA DE DIFERIR: Otra manera de que se acepte una decisión impopular es presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniéndose la aceptación pública en el momento para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. La masa tiene siempre la tendencia ingenua a esperar que todo irá mejor mañana y que el sacrificio exigido podrá ser evitado, esto le dará tiempo a acostumbrarse al cambio y a resignarse cuando llegue el momento.

5) DIRIGIRSE AL PÚBLICO COMO PERSONAS DE POCA EDAD: Cuanto más se intente engañar al espectador, más tono infantilizante se utiliza porque probablemente su reacción estará desprovista de un sentido crítico como la de un niño.

6) UTILIZAR EL ASPECTO EMOCIONAL MUCHO MÁS QUE LA REFLEXIÓN: Técnica clásica que permite acceder al inconsciente de las personas para implantar ideas, deseos, miedos, compulsiones o inducir comportamientos.

7) MANTENER AL PÚBLICO EN LA IGNORANCIA Y LA MEDIOCRIDAD: Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos aplicados para su control. La distancia entre la formación y educación de las clases superiores e inferiores sean lo mayor posible.

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8) ESTIMULAR AL PÚBLICO A SER COMPLACIENTE CON LA MEDIOCRIDAD: Promover al público a creer que es moda el hecho de ser vulgar, inculto y estúpido.

9) REFORZAR LA AUTOCULPABILIDAD: Hacerle creer que él es culpable de su desgracia por su falta de inteligencia, de sus capacidades o de sus esfuerzos. De este modo, en vez de revelarse contra el sistema, el individuo se autoculpa y se inhibe de sus acciones

10) CONOCER A LOS INDIVIDUOS MEJOR DE LO QUE ELLOS MISMOS SE CONOCEN: En los últimos 50 años, gracias a los avances de la biología, neurobiología y psicología aplicada, el “sistema” a conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a si mismo, ejerciendo un control mayor que el que los propios ciudadanos pueden ejercer sobre ellos mismos.

La cosa pone los pelos de punta, pero, no por ello es menos cierta.

Moraleja: Cuando oiga decir: “La Caja Tonta”, refiriéndose a la televisión, cambie lo de “Tonta” por “Lista” y piense que el Tonto es usted, al menos en los planes del Listo.

José Mª Sierra

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