
Periodista deportivo y creador de contenido en redes sociales. Mi objetivo es hacer del deporte algo accesible y divertido para todos. Porque aquí el tiempo extra siempre es emocionante.
El Real Betis Balompié vivirá este viernes un momento simbólico en su historia reciente. El partido frente al Valencia CF, correspondiente a la última jornada de LaLiga, será el último encuentro oficial que el conjunto verdiblanco dispute en el estadio Benito Villamarín tal y como hoy se conoce. A partir del mes de agosto, y durante al menos dos temporadas, el club se trasladará de forma provisional al Estadio de La Cartuja, mientras se acomete la esperada remodelación integral del coliseo heliopolitano.
La reforma no comienza de inmediato
Contrario a lo que se había especulado en distintos círculos, la demolición de la grada de Preferencia —la primera gran actuación dentro del ambicioso proyecto de modernización del estadio— no se producirá de manera inmediata tras el último encuentro liguero. Según ha explicado el propio club, los trabajos comenzarán previsiblemente entre finales de julio y principios de agosto, una vez se complete una serie de labores técnicas previas necesarias para garantizar una transición segura y ordenada.
Entre esos trabajos destacan el desmontaje de los torniquetes de acceso, las infraestructuras de conectividad (como el sistema 5G), focos de iluminación, cableado estructural y demás elementos del mobiliario y equipamiento interno del estadio. Estas actuaciones requieren tiempo y una planificación precisa antes de poder dar paso a las fases de demolición y reconstrucción.
Actividad en Heliópolis durante el verano
Durante las primeras semanas del verano, el Benito Villamarín continuará activo, tanto a nivel logístico como social. El estadio seguirá siendo visitable por los aficionados, y en su interior se celebrarán eventos ya programados, como el denominado ‘Villamarín Forever’, que tendrá lugar el sábado 14 de junio. Esta cita será una especie de fiesta de despedida organizada por el club, con conciertos y actividades para toda la familia, con el objetivo de rendir homenaje al estadio y a su historia antes del parón constructivo.
Además, la entidad verdiblanca trabaja en una iniciativa simbólica para sus abonados más veteranos. Se está estudiando la manera de que estos puedan recoger la placa de fidelidad que figura en sus asientos, como recuerdo de su ubicación en Heliópolis antes del traslado temporal.
Dos temporadas en La Cartuja
El traslado a La Cartuja será efectivo desde el inicio de la temporada 2025/2026. El club ya ha comunicado que jugará allí durante al menos dos años, mientras se desarrollan las obras de remodelación del Benito Villamarín. En paralelo, ya se ha lanzado la campaña de abonos adaptada a esta nueva situación, con precios y condiciones pensadas para que ningún aficionado se quede atrás durante este periodo de transición.
Uno de los aspectos prioritarios para el club en esta etapa será mejorar los accesos y la experiencia de los aficionados en La Cartuja, una instalación que históricamente ha arrastrado dificultades en movilidad y conexión con el entorno urbano. En este sentido, el Real Betis mantiene conversaciones con las administraciones públicas para garantizar que el recinto provisional esté preparado para acoger a la masa social verdiblanca con todas las garantías.
Este paso marca el inicio de una transformación histórica en la infraestructura del Real Betis, que busca adecuarse a los estándares más modernos del fútbol europeo sin perder su arraigo y esencia. Aunque el Benito Villamarín cierre sus puertas de forma temporal, el espíritu del estadio seguirá vivo entre sus aficionados y se proyectará hacia un futuro más ambicioso y renovado.

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