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La historia entre el Real Betis, Borja Iglesias y el Celta de Vigo apunta a convertirse en uno de los culebrones del verano. El delantero gallego quiere volver a casa, el club vigués quiere ficharlo a precio de saldo, y el Betis, tras varias ventanas urgido por la necesidad de vender, esta vez tiene la sartén por el mango y no piensa ceder. Así lo ha dejado claro la entidad verdiblanca y así lo confirma también ABC de Sevilla, que detalla los puntos clave de una operación en la que todos los actores están jugando sus cartas.
Tasación clara y postura firme
Como ya publicamos hace unos días, el Betis ha fijado un precio de salida para Borja Iglesias: entre 4 y 6 millones de euros. Es lo que resta de amortización del traspaso de 28 millones que costó en 2019 y, por tanto, la cantidad mínima para no generar pérdidas contables en una hipotética venta.
Sin embargo, el Celta, conocedor de que el jugador acaba contrato en 2027 pero tiene una cláusula que podría liberarlo en junio de 2026, quiere jugar al desgaste. La estrategia gallega es clara: esperar, apurar hasta el final del mercado y tratar de rebajar el precio, confiando en que el deseo del futbolista de regresar a Vigo haga el resto. Exactamente la misma maniobra que ha ejecutado el Betis recientemente con otros objetivos como Álvaro Valles.
El Betis no tiene prisa
Pero en Heliópolis no están por la labor de ceder. No ahora. No con la planificación actual y con Borja Iglesias sin sitio en los planes de Pellegrini. El cuerpo técnico ya cuenta con Bakambu y Cucho Hernández en la posición de ‘9’, y el club trabaja en incorporar a un delantero joven, con Mateo Joseph como prioridad. La salida del ‘Panda’ facilitaría el movimiento, pero no es una necesidad urgente. Si el Celta no llega a la cifra exigida, el Betis no moverá ficha.
De hecho, la dirección deportiva tiene claro que puede retener al delantero una temporada más aunque no tenga minutos. Según informa ABC, Borja ya ha confirmado que se presentará el próximo 9 de julio para iniciar la pretemporada con normalidad, aunque ha repetido durante el curso su deseo de continuar en Vigo, donde ha cuajado una buena campaña: 11 goles en 39 partidos y pieza clave en el regreso del Celta a Europa.
Un juego de estrategias
El caso tiene varias capas. El Celta se ha reforzado con Ferran Jutglà y ya no tiene tanta prisa por cerrar la operación, aunque el deseo de Borja de regresar sigue intacto. Por su parte, el Betis recuerda lo difícil que fue negociar con el club gallego por Tasos Douvikas el pasado invierno, y por eso ahora no están dispuestos a ceder ni un milímetro. La relación entre ambas entidades, marcada por esa negociación anterior, influye también en la postura firme del Betis.
Desde ABC se apunta que una posible solución pasa porque el Celta destine parte del ingreso por Fer López a cerrar la operación y que Borja Iglesias renuncie a parte del dinero pendiente en su contrato. Pero por ahora, todo está bloqueado.
El pulso ha comenzado
El culebrón Borja Iglesias no ha hecho más que empezar. Las próximas semanas serán clave para saber si el Celta sube su oferta o si el Betis se mantiene firme con el ‘Panda’ a las órdenes de Pellegrini. Mientras tanto, el delantero ya sabe que si no hay acuerdo… le espera un verano en verde y blanco. Aunque apenas tenga protagonismo. Y la única realidad a día de hoy, es que todo apunta a que Borja Iglesias será parte de la plantilla verdiblanca en el arranque de la pretemporada.
