El Ayuntamiento de Osuna no se preocupa de la opinion de sus administrados, ni tampoco de su salud.

Parque eólico de CarnotaMala noticia para los ursaonenses. El Ayuntamiento viene de dar licencia para la instalacion de un parque eólico en la colina de Cantalejo en Las Viñas.

A pesar de numerosas alegaciones presentadas desde hace dos años por la «Asociación de los Viñistas» agrupando los residentes de la zona protegida de las Viñas a la linde de la cual van a edificar el parque, y a pesar de la oposición recién declarada de la Asociación de los ecologistas «los Alcaravanes», el Ayuntamiento viene de dar luz verde a las obras.

Tantas oposiciones han nacido de las aberraciones reveladas del proyecto.

Los ecologistas, siempre a favor del eólico, denuncian la ruina del último espacio natural del municipio en la ruta migratoria de miles de aves, y de la única zona de turismo verde con sus veredas y cañadas reales.

Los viñistas piden que sean desplazados los aerogeneradores previstos a menos de 500 m de las viviendas, por los agentes nocivos inducidos para la salud de los residentes.

Ya lo sabemos, y numerosos coloquios científicos internacionales lo atestiguan: los aerogeneradores presentan un peligro para la salud humana. La Academia de Medicina francesa, la primera, se ha interesado por este riesgo y no hay duda que dentro de poco las autoridades sanitarias de los otros países de Europa llegarán a las mismas conclusiones: por precaución la Academia de Medicina recomienda que los aerogeneradores estén instalados a más de 2000 m de toda vivienda.

Si las recomendaciones no son hasta ahora claramente dictadas, el deber de precaución debe por lo tanto ser aplicado.

Es importante recordar que el principe de precaucion estipula que «la falta de certeza, ateniéndose a los conocimientos tecnológicos y científicos del momento, no debe demorar la aprobación de medidas efectivas y proporcionadas aspirando a precaver todo riesgo de daños graves e irreversibles».

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El Ayuntamiento, aunque informado del riesgo, se escuda en la falta de recomendaciones oficiales para autorizar el proyecto. Se había comprometido, en ocasion de varias reuniones, en no actuar sin informar las asociaciones ahora reunidas en una frente común. Por lo tanto, uno puede preguntarse cuál es el interés superior del Ayuntamiento para no respetar su compromiso.

¿Quién debe estar en primera linea para defender la salud de la población si no son los políticos? En el caso contrario, no son ellos dignos de nuestra confianza.

Dr. Charles Nahmanovici

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