El absurdo de los justificantes: ¡Enfermos de burocracia!
¿Recuerdan la última vez que su hijo tuvo un resfriado común y tuvieron que pedir cita con el médico para obtener un justificante escolar?
Año tras año, padres y madres se ven obligados a solicitar justificantes médicos para las ausencias escolares por enfermedades autolimitadas y que no requieren atención sanitaria de sus hijos. Esta práctica, lejos de ser una excepción, se ha convertido en una norma que satura los sistemas de salud, que nos atrapa en un bucle burocrático y desvía la atención de los profesionales sanitarios de sus verdaderas funciones. Ese trámite, tan común como innecesario, nos roba tiempo, energía y recursos.
Pero ¿por qué persiste esta situación?
A pesar de que la ley establece que los padres son los responsables de justificar las ausencias de sus hijos, la exigencia de un justificante médico se ha arraigado en nuestra sociedad. Muchos padres acuden al médico para obtener un documento que, en realidad, no aporta ninguna información relevante y que es un puro trámite administrativo.
La falta de claridad en las normativas educativas y la presión social, unido a la recomendación que ejercen algunos docentes son algunos de los factores que explican esta situación. Según la legislación vigente, la responsabilidad de justificar las ausencias escolares recae en los padres, no en los médicos. Incluso la normativa relativa al absentismo escolar especifica claramente: “Los tutores y tutoras de cada grupo de alumnos llevarán un registro diario de la asistencia a clase con el fin de detectar posibles casos de absentismo escolar y, cuando este se produzca, mantendrán una entrevista con los padres, madres o representantes legales del alumnado a fin de tratar el problema, indagar las posibles causas de este e intentar obtener un compromiso de asistencia regular al centro”. En caso de dudar de la palabra de los padres se deben tomar las medidas que se fijan en la normativa del centro.
Es fundamental que se establezca un protocolo claro que defina las responsabilidades de cada parte y elimine la necesidad de los justificantes médicos para ausencias por enfermedades leves que no requieren una intervención médica. Los centros educativos deben confiar en la palabra de los padres y madres, y estos, a su vez, deben ser responsables y justificar las ausencias de sus hijos de manera adecuada. En casos excepcionales y reiterativos existe una comisión de absentismo en cada centro educativo que se debería encargar de ello, estableciendo canales de comunicación fluidos con las familias para resolver los problemas de faltas escolares de manera personalizada.
A esto hay que sumar que la demanda de justificantes médicos para ausencias escolares vulnera varios derechos fundamentales. En primer lugar, el derecho a la intimidad, ya que los justificantes pueden contener información sensible sobre el estado de salud del menor. En segundo lugar, el derecho a la educación, ya que un niño con una enfermedad leve no debería ser penalizado por faltar a clase.
Las consecuencias de esta práctica son múltiples. Por un lado, los médicos se ven obligados a dedicar tiempo a emitir justificantes que no aportan ningún valor clínico, restando horas a la atención de pacientes que realmente lo necesitan. Por otro lado, los padres pierden tiempo y dinero en desplazamientos a centros de salud y en colas interminables. Además, esta situación genera un clima de desconfianza entre las familias y los centros educativos y de malestar a los profesionales sanitarios.
La exigencia de justificantes médicos para ausencias escolares por parte de los docentes es una práctica obsoleta y contraproducente que debe desaparecer. Es hora de que las instituciones educativas y sanitarias trabajen juntas para construir un sistema más humano y eficiente, donde la salud y el bienestar de nuestros hijos sean la prioridad.
Es crucial concienciar a la sociedad sobre la importancia de respetar el tiempo de los profesionales sanitarios y de no sobrecargar el sistema con demandas innecesarias.
QUIERO CURARTE
Médico de pueblo. Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Médico Ilustre del Real e Ilustre Colegio Oficial de Médicos de la provincia de Sevilla.
Autor del Blog: www.medicorural.es