
El Centro Militar de Cría Caballar de Écija, ubicado en la provincia de Sevilla, es uno de los pilares fundamentales en la preservación y desarrollo del caballo en el Ejército de Tierra español. Aunque las unidades de combate montadas han desaparecido, la cría equina sigue siendo una parte vital de las Fuerzas Armadas españolas, especialmente en la mejora de las razas equinas y la conservación de especies en peligro de extinción, como los asnos de razas autóctonas españolas.
La historia del Centro de Écija y su función en la Cría Caballar Militar
La historia del Centro Militar de Cría Caballar de Écija está marcada por una rica tradición que se remonta a finales del siglo XIX, cuando se crearon los Depósitos de Sementales, unidades clave en la estructura militar para la mejora de los caballos destinados al servicio del Ejército. El actual Centro de Écija se consolidó oficialmente en 2007, cuando se fusionaron la Yeguada Militar y el Depósito de Sementales de Écija, pero su origen es mucho más antiguo. Las instalaciones en Écija cuentan con más de un siglo de experiencia en la selección y reproducción de caballos, lo que les otorga una reputación destacada en la cría equina de las razas hispano-árabe y anglo-árabe.
La misión principal de este centro es la selección genética y el desarrollo de caballos de alta calidad, tanto para el Ejército como para otros organismos públicos. Los sementales criados en Écija no solo se destinan a las fuerzas armadas, sino que también se ceden a ganaderos particulares para fomentar la calidad de las razas en España.
¿Cuántos caballos tiene actualmente el Ejército de Tierra y Cómo se Crían?
Actualmente, el Ejército de Tierra español dispone de aproximadamente 1.000 caballos de distintas razas puras, distribuidos en seis centros de cría a lo largo del territorio español, de los cuales el Centro de Écija es uno de los más importantes. Los caballos criados aquí son de pura raza española, anglo-árabe, hispano-árabe, pura sangre inglés y otras razas de silla, que se destinan a diversas funciones dentro del Ejército y la Guardia Real. Además, el centro también alberga ejemplares de caballos bretones e hispano-bretones, utilizados principalmente para tareas de tiro.
En el caso del Depósito de Sementales de Écija, una de sus tareas más significativas es mantener a los sementales en óptimas condiciones físicas y de salud, realizar pruebas de fertilidad y coordinar las Paradas del Estado, en las que se distribuyen sementales a diferentes regiones de España para la mejora de la cabaña equina en colaboración con ayuntamientos y ganaderos. Esto no solo fortalece la cabaña equina nacional, sino que garantiza la supervivencia y pureza de estas razas.
La conservación de las Razas Asnales en Écija
Uno de los aspectos más singulares del Centro Militar de Cría Caballar de Écija es su compromiso con la conservación de razas en peligro de extinción, como los asnos andaluces, catalanes y zamorano-leoneses. Estas razas asnales, vitales en épocas anteriores para labores de campo y transporte, estuvieron al borde de la desaparición debido a la mecanización del campo en el siglo XX. Sin embargo, desde los años 70, gracias a los esfuerzos del centro militar, su número ha podido estabilizarse y crecer.
Instalaciones de vanguardia y misión futura
El Centro Militar de Cría Caballar de Écija no solo destaca por la cría de caballos, sino también por sus modernas instalaciones, repartidas entre las fincas «Las Turquillas» y «La Isla», que permiten realizar trabajos de cría y selección con un enfoque de vanguardia en biotecnología reproductiva equina. Estas infraestructuras se utilizan para fomentar la mejora genética y asegurar la continuidad de las razas que sirven tanto al Ejército como a otros cuerpos del Estado.
En resumen, el Centro Militar de Cría Caballar de Écija no es solo un legado histórico, sino un actor clave en la preservación y el desarrollo del caballo en España. Al ser un eslabón indispensable en la cría caballar militar, el centro sigue jugando un papel fundamental en la mejora de las razas equinas y en la conservación de especies autóctonas en peligro de extinción, asegurando que el caballo siga siendo parte del ADN de las Fuerzas Armadas.
