Desirée García-Escribano, periodista: “El mayor reto de mi carrera profesional es sacar adelante a mi hija y seguir siendo periodista de raza”
- Abordamos en una amplia conversación las coberturas internacionales que han marcado su carrera, el impacto de la digitalización o el papel del periodismo local, entre otros temas

Cuando la tarde va dando paso a la noche, Desirée García-Escribano se cuela en las casas de los andaluces para contarnos lo que ha pasado en nuestra comunidad autónoma.
Esta cordobesa afincada en el Aljarafe, sevillana de adopción, se sigue sintiendo más reportera que presentadora y eso se nota en su forma de presentar el informativo Noticias 2 de Canal Sur Televisión que resume lo que ha pasado en Andalucía ese día a partir de las 20:30.
Antes, no hace muchos años, recorrió España y varios lugares del mundo con un micrófono para Informativos Telecinco, Espejo Público y Antena 3 Noticias. Una etapa en la que trabajó desde las redacciones centrales en Madrid.
Desirée ha cubierto atentados, inundaciones, sucesos, elecciones y terremotos porque asegura que la calle es “su pasión”. Periodista de vocación y madre, reconoce que alcanzar el equilibrio entre ambos amores es uno de los mayores retos a los que se ha enfrentado en su carrera.
Desirée, ¿llegaste a este oficio por vocación?
Por vocación absoluta. Yo no he querido hacer otra cosa en mi vida que ser periodista y eso que en mi familia no hay ningún periodista. Mi padre se dedica al oficio de la joyería, que es el oficio de Córdoba por excelencia. Mi bisabuelo y mi hermana, veterinarios. Nada que ver. Y sí que es verdad que en algún momento pensé en estudiar Historia del Arte por aquello de tener una segunda opción si no entraba en periodismo, pero siempre he querido ser periodista. Fundamentalmente creo que la vocación me puede venir por mi padre, porque creo que es uno de los ciudadanos mejor informados de este país por gusto, por decisión propia.
Siempre nos llevaba siempre al colegio por la mañana temprano con la radio puesta. Desde que se levantaba tenía puesto el informativo matinal de Telecinco, luego la radio también en el coche escuchando las noticias, de vuelta a casa siempre había un telediario puesto de Televisión Española, Antena 3 o Tele 5 y por las noches a las 9 de la noche tiene que estar sentado sí o sí y tiene que haber silencio total en casa para que él escuche las noticias. Entonces creo que todo eso fue calando en mí y decidí que era justo lo que quería hacer. He hecho prensa escrita, en radio he hecho muy poquito, pero la tele es mi medio, es mi pasión desde que empecé. Desde mi punto de vista es el medio más completo. Así que sí me preguntas que si es vocación, total y absoluta.
Has afirmado que aprendiste el oficio en Antena 3 Noticias, Espejo Público e Informativos Telecinco. ¿Ves fundamental que un periodista andaluz pase por Madrid al menos una temporada?
No sé si fundamental, pero sí es clave. Nadie que va a Madrid vuelve igual. En mi caso, yo siempre digo que Madrid me quitó mucho, pero también me lo dio todo y que yo soy lo que soy gracias a Madrid. Haber trabajado en esas redacciones centrales, tanto de Espejo Público como de Antena 3 Noticias, ambos de Antena 3, con un nivel de exigencia muy, muy alto, con una competencia voraz, no solo en los compañeros de fuera, sino también dentro. Eso te obliga a querer ser cada día mejor. Ahí no pasan una y es duro. Es una ciudad dura y es hostil en muchas ocasiones pero también es la ciudad de las oportunidades y todo está allí. Gracias a Madrid yo he tenido la oportunidad de hacer coberturas internacionales y de estar en Nueva York, en los atentados de París, en Ginebra siguiendo a Iñaki Urdangarín cuando se enfrentaba al caso Nóos… He recorrido también toda España y eso también te lo da el hecho de estar en Madrid. Si se presenta esa oportunidad, yo diría que no se rechazase aunque sea duro o difícil. Creo que tiene una recompensa muy alta
¿Somos los periodistas esclavos del share, de la audiencia, del número de visitas, de los me gusta…?
Es verdad que en las empresas privadas de comunicación, prensa, radio, tele -que es lo que a mí me ocupa-, sí que es verdad que viven muy pendientes del dato. Yo lo he vivido en Antena 3 con la competencia con Telecinco y viceversa. La competencia es voraz entre ambas cadenas. En la televisión pública, nuestro objetivo es el servicio público, es una cuestión diferente, pero también es cierto que nosotros hacemos noticias y hacemos informativos para que la gente los vea. Entonces, siempre es importante que haya un respaldo de audiencia porque para eso lo hacemos, para que la gente lo vea, para que la gente lo escuche y le guste. No sé si es tanto una esclavitud, pero al final de esto se trata.
El periodismo televisivo ha cambiado mucho en los últimos años con la digitalización y las redes sociales. ¿Cómo ha evolucionado la forma de contar noticias desde que comenzaste hasta hoy?
Ha evolucionado en que el espectador es cada vez más exigente y en que nos tenemos que romper el coco para serles atractivos, porque el espectador tiene la información a golpe de clic y si me apuras a golpe de scroll, de teléfono, de pantalla… Cuando llegan a verte a ti en informativo, mucha gente ya ha visto todo lo que tenía que ver, o ya está informado, o ya ha escuchado la radio, o ya ha escuchado los digitales. Entonces, eso ha requerido por parte de los que contamos las noticias en televisión, un esfuerzo mental grande, buscando nuevos lenguajes audiovisuales, apoyarnos muchísimo en las pantallas, en los grafismos, en nuevas formas de contar las cosas mucho mejor. Las redes sociales han provocado que la gente no aguante y no soporte vídeos de más de 30 segundos. Entonces ya no aguantamos un reportaje largo porque eso es a lo que nos ha acostumbrado el mundo digital. Ahora cómo le dices tú a alguien que se siente a ver un informativo de 30 minutos. Todo tiene que ir muy picado, muy directo. El lenguaje audiovisual ha cambiado, pero de forma radical, desde la entrada de Internet. Nosotros ahora, de hecho, estamos estrenando hace muy poquito un plató nuevo. Canal Sur no se podía quedar atrás en ese sentido. Con la última tecnología que usan las grandes televisiones, con una gran pantalla para proyectar grafismos, para proyectar infografías directos y plantear la información de forma que sea más atractiva al espectador.
¿Qué papel desempeña según tu punto de vista el periodismo local?
Es la esencia. En un mundo tan globalizado, en el que las escaletas de los medios nacionales son todas iguales,
el periodismo local es esencial para que la gente esté informada de lo que realmente le importa, que es lo que está al lado de su casa, en la calle de al lado, a 20 segundos andando de su casa.
Siempre lo he pensado, incluso estando en Madrid. Yo recuerdo a Manu Marlaska, gran periodista de sucesos e investigación, que siempre lo decía: “los grandes periodistas de sucesos están en la prensa local”. Desde mi punto de vista están entre los mejores porque requiere de un esfuerzo grande. En el mundo tan globalizado que vivimos, lo local ahora mismo es clave y fundamental.
En un momento donde la inmediatez prima sobre la profundidad, ¿cómo se puede equilibrar el rigor periodístico con la rapidez que exigen los medios actuales?
Es muy difícil porque la competencia está en ver quién da la noticia antes y muchas veces se mete la pata. Nosotros en Canal Sur eso lo llevamos a rajatabla, no damos nada que no esté contrastado y si al final se trata de darlo los últimos, pues se da los último, pero somos una televisión pública y tenemos el servicio público como clave en nuestra razón de ser y no podemos informar solamente porque haya habido un tuit o sin haber contrastado. El equilibrio es muy complejo porque muchas veces quieres contar las noticias que está dando todo el mundo, pero nosotros no podemos permitirnos darlo y cometer errores, entonces esto está obligando a un cambio brutal no solamente a nosotros, sino a los políticos y a todo el mundo. Va tan rápido todo que muchas veces el rigor es complejo. Nosotros tratamos de hacerlo cada día.
¿Quiénes han sido o son tus periodistas de referencia?
Los grandes corresponsales internacionales de este país. Recuerdo de Telecinco cuando empezaba y veía cómo con el micro trabajaban las noticias y me fascinaba. Soy una grandísima admiradora de Almudena Ariza de Televisión Española, corresponsal en Oriente Próximo, corresponsal en Nueva York. Creo que es una reportera 360 espectacular. La forma que tiene de contar las cosas de forma sencilla, la naturalidad que tiene delante de la cámara haciendo directos. Cómo saca historias de debajo de las piedras y cómo se juega el cuello siendo además madre. Me resulta admirable cómo ha combinado esa faceta de madre con la de corresponsal de guerra. Creo que son muy necesarias las mujeres corresponsales de guerra porque dan otra visión de la guerra, la visión más humana, la visión de las víctimas, más humana…Luego Carlos Franganillo que es un grandísimo reportero convertido ahora a presentador de noticias que primero estuvo en Televisión Española y ahora está en Telecinco, pero que cada vez que sale a la calle a mí se me cae la baba. Es elegante, es directo haciendo entrevistas, es un crack. Lo seguí mucho cuando era corresponsal en Washington y ahora combina esa faceta de presentador con la de reportero y cuando hay grandes acontecimientos sale a cubrirlos. Un presentador de noticias que cuando hay grandes acontecimientos sale a contarlo, pero no solamente a ponerse delante de la cámara a hacer un directo, sino también a hacer reportajes, a montarlos, a editarlos, a hacer totales a hacer entrevistas a grabar… Yo lo estoy haciendo gracias a mis jefes que son muy generosos y me permiten que cada vez que hay algo me pueda ir. Fui al terremoto de Marruecos estando presentando el informativo de fin de semana, me he ido a la cumbre de la OTAN, he estado en las elecciones de Cataluña, en varios congresos del PSOE… Siempre que puedo salgo a la calle. Por eso, Carlos Franganillo es un referente mío. Creo que es la base que debe tener un buen periodista: haber pisado la calle. A mí eso de estar en el lugar en el que están pasando las cosas me encanta, me alucina.
Eres profesora de técnicas de comunicación y reporterismo. ¿Cuáles son los errores más comunes que cometen los periodistas o comunicadores principiantes al enfrentarse a una cámara?
Los errores más comunes yo creo que son el mirar fijamente a la cámara, el no mirar fijamente al objetivo de la cámara, porque el objetivo a veces da un poco de miedo, es difícil. Y luego el saber sintetizar la información de una forma que sea entendible. Y yo siempre le digo a mis alumnos que para poder contar una noticia en 30 o en 40 segundos tienen que haber leído a lo mejor una hora y media. Es imposible contar un tema y hacerlo entendible a la audiencia si tú no lo entiendes. Y creo que a las nuevas generaciones a veces les falta profundizar en los temas, les falta tener background. y muchas veces me he encontrado con gente que se quiere enfrentar a un directo solamente habiendo le un titular y un subtítulo. Tienes que conocer muy bien de lo que estás hablando para poder hacerlo sencillo. Para saber exactamente qué es lo que interesa, qué es lo que le interesa a la gente, qué es lo que es importante o no, tienes que haberte preparado muy bien entonces yo para mí es fundamental a la hora de hacer directo por ejemplo llevar un buen background y ese es uno de los grandes errores que cometemos y que cometen los alumnos: no ir bien empapados de información y luego hacer la síntesis, que es muy difícil. Resumir es muy complicado. Es mucho más fácil contar un rollo muy largo y no sintetizar pero aquí hay que captar la atención decirle a la gente lo que le interesa y engancharla y para eso has tenido que prepararte muy bien.

¿Cuál ha sido el mayor reto de tu carrera?
El mayor reto de mi carrera ha sido seguir siendo periodista, siendo madre de una niña muy pequeña, no teniendo a la familia cerca, no teniendo al papá tampoco, ni al papá cerca. Y sacarla adelante, no renunciando. Es muy difícil y por desgracia en cadena las mujeres tienen que renunciar a su vocación por la crianza. Para mí está siendo un juego de malabares absoluto porque no me quiero perder nada, ni quiero bajarme del carro. Quiero hacer coberturas.
Entonces con quién la dejo, dónde la coloco para irme a un terremoto para trabajar por la tarde. Como ahora, que estamos pendientes de lo que pasaba con el Papa para irme a Roma y hacer encajes de bolillos porque no quiero renunciar para mí es el mayor reto de mi carrera. He hecho coberturas inolvidables, como por ejemplo los atentados de París, que fue la que se queda en mi retina para siempre, y no era madre todavía y fue espectacular. Pero algo cambió en mí cuando hice el terremoto de Marruecos, cuando mi hija tenía dos años, la dejé atrás y ahí mi perspectiva de contar la noticia fue totalmente diferente y la forma en la que la noticia a mí me sensibilizó, puesto que ella era madre, ver a niños sufriendo, ver a personas sufriendo cuando ya eres madre y tienes un ser y has traído un ser al mundo y además lo dejas con dos añitos atrás, piensas en que te pueda ocurrir algo.
Para mí es el mayor reto de mi carrera profesional. Criarla, sacarla adelante y seguir siendo periodista de raza.
¿Cómo crees que será el futuro del periodismo televisivo en un mundo donde las redes sociales y el streaming están ganando terreno?
Yo creo que tiene el futuro y creo que con todo lo que está ocurriendo se está adaptando bien a los nuevos lenguajes a las nuevas demandas de los espectadores así que si seguimos en esta línea nos mantendremos. No creo que sea sustituible el informativo del mediodía y el informativo de la noche por un tweet o por un streaming. Creo que tenemos futuro. Ahora, tenemos que seguir en esa línea de tratar de decirle al espectador darle al espectador lo que necesita, lo que quiere.
Inteligencia Artificial y periodismo: ¿amenaza u oportunidad?
Si la usamos bien, puede ser una oportunidad. Y viene un poco al hilo de la pregunta anterior. Si lo conseguimos hacer de manera que no sustituya el trabajo nuestro y lo adaptamos, ¿por qué no?
¿A quién le harías un pespunte?
Le haría un pespunte a los intolerantes con los que piensan diferente.
El respeto a la opinión del que no piensa igual que tú es para mí la base de la convivencia
Y eso, por desgracia, últimamente complicado. Incluso en grupos de amigos hay mucha trinchera desde mi punto de vista y tengo la sensación a veces de que volvemos atrás. A esa gente le haría un pespunte para que todos nos respetemos y podamos convivir en un mundo tranquilo y tolerante, en el que si tú opinas otra cosa y me la argumentas, te respeto y convivo contigo a pesar de que no piense igual. Así que un pespunte para los intolerantes, los intolerantes con las ideas diferentes de otros.
