Descienden las temperaturas en la provincia de Sevilla tras una semana de avisos naranjas por calor extremo

La provincia de Sevilla respira algo aliviada tras varios días bajo el intenso calor del verano. Este viernes 4 de julio, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) mantiene un aviso amarillo por temperaturas máximas de hasta 39 °C en la Campiña sevillana, pero la tendencia para el fin de semana apunta a un ligero descenso térmico en numerosos municipios.
Durante la última semana, la provincia ha estado encadenando jornadas con avisos naranjas por altas temperaturas, que han llegado a superar los 40 grados en zonas como Fuentes de Andalucía u Osuna. Sin embargo, según los últimos datos de la AEMET, este episodio de calor extremo comienza a remitir.
El aviso vigente este viernes se limita a la franja horaria entre las 13:00 y las 20:59 horas, y afecta principalmente a la mitad oriental de la Campiña. El riesgo baja a nivel amarillo, con una probabilidad de entre el 40% y el 70%, lo que indica una menor peligrosidad respecto a días anteriores.
Bajada térmica generalizada
En municipios como Tomares, se espera una máxima de 37 °C el viernes, frente a los 39 °C de jornadas previas. En Osuna y Fuentes de Andalucía, las temperaturas tocan techo hoy con 37 °C y 40 °C respectivamente, pero caerán progresivamente durante el sábado y el domingo. Osuna, por ejemplo, prevé máximas de 38 °C el sábado y 36 °C el domingo. En Estepa, el descenso también será notable, pasando de 35 °C este viernes a 33 °C durante el fin de semana.
La tendencia se repite en Constantina, en la Sierra Norte, donde se alcanzarán 36 °C el viernes y bajarán a 34 °C el sábado. Además, en todos estos municipios el índice ultravioleta sigue siendo muy alto, con valores de 10 u 11, por lo que se recomienda mantener la protección solar.
La bajada de temperaturas, aunque moderada, supondrá un respiro para los sevillanos tras una semana marcada por las alertas y el calor sofocante. Según las previsiones, la próxima semana continuará con cielos despejados y temperaturas algo más contenidas, sin volver, de momento, a los valores extremos registrados a finales de junio y principios de julio.
