Declaran los tres médicos investigados por la muerte de la niña de tres años fallecida tras una operación en Écija

Este miércoles 21 de mayo declaran en el Juzgado de Écija tres médicos investigados por la muerte de una niña de tres años que falleció tras ser operada de amígdalas en septiembre de 2022 en el Hospital de Écija. Junto a ellos, también han comparecido dos peritos médicos que la atendieron posteriormente en estado crítico en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla.
Según ha comunicado a este medio el abogado de la familia, Fernando Osuna, el proceso penal «está bastante avanzado». Uno de los elementos clave de esta fase es el informe del médico forense del Juzgado de Écija, que sostiene que «no hubo atención médica correcta» y que existieron «deficiencias en el postoperatorio» que podrían haber resultado determinantes para el fatal desenlace.
La querella: omisiones en urgencias y retraso en el traslado
Parte del contenido de la querella presentada por la acusación apunta a una atención médica insuficiente en los días posteriores a la intervención. El 20 de septiembre de 2022, solo un día después de la operación, los padres acudieron de nuevo a urgencias del Hospital de Écija a las 6:21 h. La niña tenía febrícula y no podía ingerir antibióticos por vía oral. Fue atendida y dada de alta en apenas 20 minutos, recetándosele paracetamol en supositorios.
Tres días más tarde, el 23 de septiembre a las 15:56 h, los padres regresaron al hospital. Manuela no hablaba, tenía fiebre, mostraba palidez y no podía tragar. Según recoge la querella, la menor presentaba signos compatibles con anemia por pérdida de sangre, pero no se le practicó ninguna analítica que pudiera confirmar esta sospecha. Tampoco fue valorada por un especialista en otorrinolaringología, ni se solicitó su derivación a otro centro, limitándose la facultativa a indicar «control por su pediatra».
Durante la madrugada del 24 de septiembre, la situación se agravó. La menor no fue trasladada al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla hasta las 8:14 h de ese día, ya en una ambulancia medicalizada. Ingresó a las 9:00 h en parada cardiorrespiratoria y fue intervenida de urgencia por el equipo de otorrinos, permaneciendo desde entonces en la UCI.
Manuela falleció el 2 de octubre. La autopsia realizada por el Hospital Virgen del Rocío, fechada el 31 de octubre de 2022, concluyó que la causa de la muerte fue una encefalopatía hipóxico-isquémica (muerte encefálica) como consecuencia de un shock hemorrágico.
Posible delito de homicidio por imprudencia
La acusación particular sostiene que estos hechos podrían ser constitutivos de un delito de homicidio por imprudencia profesional grave, recogido en el artículo 142.1 del Código Penal. Este delito conlleva penas de uno a cuatro años de prisión y de tres a seis años de inhabilitación profesional.
La historia clínica completa de la menor, desde su nacimiento hasta el ingreso en el Hospital Virgen del Rocío, ha sido incorporada a la causa como prueba documental.
Esta declaración de los tres médicos investigados y de los peritos supone un nuevo paso en el avance de la causa, cuya anterior actualización fue publicada por El Pespunte el pasado 19 de marzo, cuando el juzgado confirmó la existencia de indicios delictivos en la atención médica recibida por la niña.

Redactora de El Pespunte